¿Por qué fallamos?

Actos fallidos son acciones defectuosas debido a la interferencia de algún deseo, conflicto o cadena de pensamientos inconscientes. Aprende a identificarlos y no tropieces con las mismas piedras una y otra vez.

Freud fue el que acuñó el término de “acto fallido” a principios del siglo XX, una traducción literal del alemán “Fehlleistung” para designar toda clase de errores o procesos mentales inconscientes que se dan incluso en personas sanas: lapsus linguae, errores de lectura, errores de escritura, errores de la acción, extravíos...

Nosotros siempre solemos disculparnos alegando que fue un descuido, un fallo, que no nos hemos dado cuenta...

En su Psicopatología de la vida cotidiana (1901) Freud demuestra cómo algunos de nuestros errores o actos fallidos, no son producto de la casualidad o el descuido, sino que están movidos por un deseo inconsciente que no encontraría otra forma de aflorar a la conciencia que burlando de esta manera la censura.

En esta obra aporta innumerables ejemplos de cómo las personas “normales”, en su trato cotidiano con los demás, pueden realizar acciones que contradicen su intención consciente y que aparentemente están desprovistas de sentido.

Según esta teoría, llegar tarde, olvidar cosas, perderlas... demostrarían que muchas de las personas despistadas que conocemos (incluidos nosotros mismos), no lo somos o al menos no tanto, sino que en nuestro interior, por alguna razón que aún desconocemos, realmente “queríamos hacerlo”.

En el Diccionario de Jean Laplanche y Jean Bertrand Pontalis encontramos además esta definición de “acto fallido”:

Acto en el cual no se obtiene el resultado explícitamente perseguido, sino que se encuentra reemplazado por otro. Se habla de actos fallidos no para designar el conjunto de los errores de la palabra, de la memoria y de la acción, sino aludiendo a aquellas conductas que el Individuo habitualmente es capaz de realizar con éxito, y cuyo fracaso tiende a atribuir a la falta de atención o al azar. Freud demostró que los actos fallidos son, como los síntomas, formaciones de compromiso entre la intención consciente del sujeto y lo reprimido.

Ejemplos de actos fallidos:

• Cuando una persona dice una palabra por otra
• Escribe una palabra por otra
• Lee en un texto impreso algo distinto de lo que en el mismo aparece
• Oye cosa diferente de lo que se dice
• Olvidos momentáneos
• Lagunas mentales (olvido de nombres)
• Pérdida de objetos
• Olvido de propósitos (Olvidar una cita)

Aunque no todo error al hablar es ya un acto fallido en el sentido freudiano. A veces el hablante asocia palabras por su semejanza fonética, o anticipa fonemas de la palabra siguiente en una palabra anterior.

Sin embargo, incluso en este caso cree Freud que este lapsus está motivado inconscientemente, que no es producto solamente de una asociación fonética, sino que la asociación fonética es la excusa perfecta del inconsciente para burlar nuestra lógica consciente. Siempre encontramos una disculpa diciendo que eso no era lo que queríamos decir.

En los deslices en la escritura, podemos encontrar anticipación de palabras que también apunten a un deseo de terminar la frase, aunque a diferencia de los del habla, en una carta por ejemplo, quien los comete rara vez se dé cuenta, salvo que relea lo que escribe.

Otro tipo de descuido es olvidar o llegar tarde a una cita. Según Freud esto podría deberse a:

1. Escasa simpatía hacia la persona de la cita o algún sentimiento encontrado hacia ella.
2. Recuerdo penoso vinculado al lugar de la cita.
3. Recuerdo desagradable vinculado a algún otro factor relacionado con la cita como podría ser el momento del día, el día ( Día de la madre), o un factor climático.

Esta teoría claro, no está de mostrada, ni puede demostrarse científicamente, pero nunca está de más mirarse a uno mismo y reflexionar acerca de nuestros errores, aunque no sea nuestro subconsciente queriéndose manifestar, puede ser que si prestáramos la atención debida, se pueda evitar.

Esta entrada fue publicada el 27-05-15 a las 18:22.
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