BeautyCab nace con la misión de preservar la independencia empresarial y laboral dentro del sector belleza. Esta plataforma permite alquilar un espacio de trabajo durante un día, una semana o un mes.
Se trata de una herramienta esencial para simplificar la vida de gerentes y propietarios de salones, barberías, institutos de belleza y spas, entre otros, y también profesionales independientes del sector que buscan un establecimiento donde ejercer su profesión. Básicamente, ambos podrán entrar en contacto, sin necesidad de publicar anuncios ofreciendo un puesto de trabajo o esperar que algún candidato responda a ellos.
Con solo un clic, empresarios y profesionales independientes de la belleza pueden contactar y acordar un alquiler temporal, simple y rápido de un espacio de trabajo. Esta plataforma, única en Francia, se ha convertido en una referencia en el alquiler de cabinas para los profesionales de la belleza.
Los Beautycabers
Al convertirse en Beautycaber, uno entra a formar parte de una comunidad que pretende federar el talento, para extraer sinergias de trabajo. La comunidad está formada por hombres y mujeres, de todas las edades y experiencias, independientes o asalariados, aprendices o estudiantes, propietarios o gerentes de un instituto de belleza o un salón de peluquería. Peluqueros, barberos, esteticistas y especialistas en uñas se pueden apuntar a todos los eventos organizados por la plataforma.
Con esta plataforma, empresarios y profesionales independientes de la belleza pueden contactar y acordar un alquiler temporal, simple y rápido de un espacio de trabajo.Eventos como desayunos de trabajo, talleres, afterworks, por ejemplo, entre todos los Beautycaber. Todos ellos podrán compartir experiencias, intercambiar conocimientos y descubrir nuevas tendencias, además de exponer dudas, problemas, etc. Durante estas reuniones, todos ellos contarán con el equipo BeautyCab, quien recogerá testimonios y experiencias, a fin de enriquecer y mejorar su concepto y servicio.
La idea
BeautyCab es la aventura de Johanna, quien después de trabajar como consultora en cabina durante años, decidió emprender y hacer realidad un nuevo desafío: crear y desarrollar su propio proyecto dentro de una esfera de actividad que tuviera sentido para ella. Desde que era una niña, Johanna vivió, de primera mano, el ambiente del salón de peluquería de su madre. Experiencia que se sumó a sus primeras incursiones laborales, tal y como le sucede a otros profesionales del sector.