Con pieles distintas, que muda y repone, y transforma; camaleónica. Puro nervio, gestión creativa. Esforzada pero a la vez liviana, porque el genio le viene de dentro y eso, eso sale solo, explota, reverbera; te coge por sorpresa. Es hoy por hoy una de las mejores profesionales peluqueras del país, y bien podría combatir en las cuerdas, por el pugilato en la categoría de los pesos pesados. De hecho, su prenominación a Peluquero del Año en los premios de la Peluquería Española, Club Fígaro, así lo demuestra. Y así a su vez se manifiesta en colecciones de tal calibre que te tocan la fibra y te calan hasta el hueso. Virginia Martínez Vera, tiene nombre propio, Yoko Pels, su establecimiento, como Yo&Ko es también la propuesta artística, nacida de sus manos, que hoy acompaña a esta entrevista. Una charla, un relato, un repaso. Revisión de su raíz profunda, la que le ata al azul del Mediterráneo, a la Marina Alta, a Ondara. A los escalones de las vides enzarzadas, y la arena ocre brillante de las líneas costeras. A desiertos impenitentes y azahar en flores y naranjas en hileras.
Beauty Market: Virginia, empecemos por el principio, ¿cómo y cuándo peluquera?
Virginia Martínez Vera: Cuando empecé a pensar a qué me quería dedicar, tenía claro que debía ser algo en lo que poder utilizar manos y mente para poder dar formas y color, algo en lo que poder desarrollar y exteriorizar la creatividad. Con 17 años decidí probar con la peluquería y, mira, aquí sigo (ríe, es la primera risa de otras muchas).
Dicen de mí que no soy nada conformista y sí bastante exigente. Yo digo que lo mejor de mí como peluquera es explotar al máximo todo lo que sé para poder arriesgar sin miedo en cada color, en cada corte, colección, cambios de 'look'…
B.M.: ¿Y cuándo decides abrir tu salón?
V.M.: Con 22 años, llena de nervios, decido abrir un espacio en el que poder trabajar libremente, disfrutar cada día de lo que empezaba a ser algo apasionante, al que bautizo como Yoko-Pels. Lo hice en Ondara, donde vivo, aunque nacida en Murcia, llegué aquí con tan sólo dos añitos, y aquí sigo.
B.M.: Hasta llegar a esta apertura, ¿cómo te formaste y qué hiciste hasta dirigir tu propio negocio?
V.M.: Empecé mis estudios en una pequeña academia de Denia que me supo a poco, así que al acabar y comenzar a trabajar en varios salones de la zona, descubro varios centros académicos muy importantes en Inglaterra. Así que, ni corta ni perezosa, cojo un avión y allí me planto. ¡Londres me abrió las puertas del cielo! Allí empiezo a ponerme a prueba realmente y a adquirir los conocimientos, la confianza y la técnica necesarias con las que poder desarrollar y dar forma a todo aquello que bullía en mi cabeza.
B.M.: Desde entonces y hasta ahora, ¿en qué se basa el secreto de tu éxito y posicionamiento?
V.M.: Formarme, sin duda, como peluquera y como empresaria. El mejor y el peor de mis errores fue abrir un salón sin conocimientos empresariales previos, en una academia nadie te enseña a ser empresario. Entender que esta carrera no se acaba nunca, por suerte, y que está en constante evolución, es lo que me afianzó en mi decisión y en mi carrera. Es entonces cuando empiezas a disfrutar, pienso que cuando uno disfruta de lo que hace y dispone de las herramientas necesarias para no estancarse y no hacer de su trabajo rutina y monotonía, el único camino posible entonces es seguir creciendo, a velocidad de vértigo. Para mí la mejor herramienta es la actitud, la que te hace perder el miedo a los cambios. Hay que arriesgar, pero eso sí, siempre con los pies en el suelo.
B.M.: Lo más difícil entonces ha sido...
V.M.: Lo más difícil para mí fue empezar, jovenzuela alocada e impulsiva hasta los topes y con pocos recursos económicos, perfeccionista y exigente, en fin, una bomba de relojería. (Nos encanta ver cómo se expresa, con los ojos, con las manos, con los gestos, la sonrisa...) Tal y como era de esperar me di el trompazo de mi vida, sólo se me ocurrió a mí abrir un salón en medio de una crisis económica y sin conocimientos empresariales. Llegados aquí, seguí fielmente los consejos de mis padres y contra viento y marea decidí coger fuerte y no soltar las riendas de aquel salón y seguir adelante. Es una de las mejores lecciones de vida que he tenido. A partir de ahí, lo único que he hecho es crecer.
Empecé a mover en redes sociales los trabajos que realizábamos en el salón y las publicaciones en revistas de mis colecciones y con esto conseguí que Schwarzkopf Professional se fijase en mí. Desde entonces colaboro con esta gran firma.
B.M.: ¿La peluquería en España y en tu opinión, está lo suficientemente reconocida como profesión?
V.M.: Ahora mismo la peluquería española está viviendo un momento muy bueno, sobre todo a nivel internacional. Cada vez son más los profesionales que hacen ruido, mucho ruido, dejándose ver y esa repercusión está empezando, al fin, a reconocerse en España.
B.M.: Y los clientes, ¿cómo son y cómo debieran ser a la hora de acudir al salón?
V.M.: El cliente de hoy en día es muy exigente y debe serlo, así nos mantiene en continuo crecimiento, retroalimentándonos, con lo cual es necesario que la implicación y la motivación siempre estén presentes. De esta manera conseguimos poner al cliente de nuestra parte, cubriendo sus necesidades, proporcionándole el resultado deseado. Aquí, quiero incidir sobre algo muy debatido, la cuestión del prestigio y el precio de un servicio. Las peluquerías low cost, en realidad no lo son. Las cosas a bajo precio, siempre son engañosas, y al final lo más rentable no siempre es lo más barato. Creo que este tipo de cadenas y establecimientos se aprovechan de las dificultades económicas de los demás, haciéndelos creer algo que no es real. Al final, el precio que se paga es caro por muy económico que pueda parecer a primera vista. Para nosotros no es una competencia profesional pero sí totalmente desleal. En la profesionalidad de un peluquero radica el tipo de cliente que escogerá como ideal para su salón y viceversa.
B.M.: Yoko-Pels es...
V.M.: Yoko-Pels es un espacio diseñado para disfrutar, todos, los profesionales y el cliente. No te vacilo ni te exagero cuando te digo que después de 10 años sigo entrando aquí cada mañana con una sonrisa.
B.M.: ¿Y qué es Yo&Ko?
V.M.: Yo&Ko representa la transformación de la mujer desde su origen, donde en cada época y en muchas culturas, ha ido sacrificando parte de ella misma, sabiendo gestionar la paciencia y conteniendo las ganas de gritar en voz alta que son mujeres: fuertes, valientes y que sus pensamientos y decisiones les han llevado a liderar una gran lucha social. Damos elegancia a la mujer indígena. Damos entrada a una nueva tribu urbana, gentil y refinada. A las mujeres Yo&Ko yo las llamaría “ las grandes guerreras desconocidas” y por eso hemos querido jugar con un estilismo tribal y masculino, al cual hemos llenado de color, mucho color, como símbolo y toque femenino con el fin de visualizar la llegada de las mejores versiones de la esperada mujer del futuro.
Una colección de peluquería puede estar enfocada a mucha variedad de público, pero sí que es necesario, cuando nos sentamos a crearla, tener en cuenta que cada imagen debe colocarse en una total relación con el resto.
B.M.: Absolutamente impactante, Yo&Ko destaca por su estética. ¿Qué es lo que, técnica y artísticamente, querías mostrar y demostrar en ella?
V.M.: Cuando empecé a crear Yo&Ko me di cuenta que toda colección se queda corta en lo referido a la imágenes Quería mostrar la cantidad de visiones y ángulos a los que puedes dar forma con solo cuatro modelos a base de técnicas muy sencillas de color y corte potenciadas con creatividad y colores atrevidos. El vestuario, por otra parte, resultó ser una parte crucial para realzar y dar personalidad a cada una de ellas.
B.M.: ¿Por qué un peluquero, por qué Virginia decide hacer colecciones?
V.M.: El gran David Arnal, fotógrafo que todos conocéis, me descubre en un Essential Look de Schwarzkopf Professional, donde por primera vez me subo a un escenario a presentar una imagen que él mismo fotografiaría en directo en la parte del Show My Collection. Y me dijo, así, como es, como habla él: "Niña, esto es una imagen de portada". David me puso en la meta de salida por picarme y por darme buenos consejos. Sabía que hacer mis propias colecciones me abriría puertas y así ha sido. También creo que alguien que tenga tantas ideas en la cabeza como ocurre conmigo, necesita exteriorizar y despejar la mente. Pero lo más divertido empieza cuando tu idea va cogiendo forma al trabajar sobre las modelos y rodeada, he de decir, de un equipazo. Esto, mezclado con maquillaje, vestuario y finalmente plasmado en una imagen es la mejor sensación que he vivido nunca, fíjate hasta qué punto, que yo lo llamo parir.
B.M.: ¿Qué es entonces y para qué sirve una colección de peluquería?
V.M.: Una colección de peluquería puede estar enfocada a mucha variedad de público, pero sí que es necesario, cuando nos sentamos a crearla, tener en cuenta que cada imagen debe colocarse en una total relación con el resto, para que a primera vista ya te exprese realmente en qué has trabajado y qué es lo que quieres decir. Una colección es la mejor manera de exteriorizar tu obra, es la mejor manera de compartir tus ideas con el resto del mundo. En mi caso, necesito saber que los demás pueden disfrutar e inspirarse con ella de la misma manera que lo hago yo con las de los demás.
B.M.: ¿Las colecciones reciben y generan toda la atención y repercusión que merecen?
V.M.: Bueno, hay que currárselo mucho para que reciban o generen mucha atención y creo que es así como debería ser, hay tantísima gente que hoy en día se lanza a crear que el listón es cada vez más alto. Con cada colección he ido cogiendo más experiencia y eso se ha notado en la repercusión de la hoy en día disfrutan.
Creo que lo mejor de ser peluquero es que te da el gustazo y el placer de cambiar la vida de las personas, tanto en el caso de un cliente como para quien disfruta de tus colecciones
B.M.: Lo mejor de Virginia Vera profesional peluquera es...
V.M.: Dicen de mí que no soy nada conformista y sí bastante exigente. Yo digo que lo mejor de mí como peluquera es explotar al máximo todo lo que sé para poder arriesgar sin miedo en cada color, en cada corte, colección, cambios de look… Creo en mí y en mi equipo, no somos perfectas, nadie lo es, pero el hecho de que quienes conforman mi equipo sigan mis pasos y que cada día disfruten de la manera que lo hacen, para mí es perfecto tanto en el trato como en sus trabajos. Y eso es lo que hace que cada jornada sea aún mejor que el anterior.
B.M.: ¿Te ha resultado difícil ser gerente y mujer al frente de un negocio?
V.M.: La verdad es que no me he tenido que enfrentar a nada duro o peculiar por ser mujer, lo que he ido consiguiendo ha sido a base de esfuerzo y trabajo, imagino, como todo el mundo que quiere alcanzar sus metas y cumplir objetivos. Es cierto que existe machismo aún en muchos casos dentro de este sector y de muchos otros, pero sigo pensando que cada uno, dentro de sus posibilidades, conseguirá cuanto quiera independientemente del sexo al que pertenezca.
B.M.: ¿Qué se necesita para llegar a dominar el corte y el color como tú haces? Lo que, por otro lado, queda sobradamente demostrado en Yo&Ko.
V.M.: Se necesita exigencia, se necesita hacer prueba tras prueba, practicar y practicar. Conocer y desglosar cada color, gramo a gramo, si hace falta, para llegar a disfrutar de un abanico enorme de tonos y tonalidades, todas las que estén en tu cabeza, creo que dentro del cerebro tengo una de esas cartas de color Pantone (se oye su risa, a raudales). Se necesita actitud y confianza, a partir de ahí consigues cosas tan brutales como Yo&Ko.
B.M.: Y ahora, ¿en qué trabajas?
V.M.: Nuestro proyecto más grande ahora mismo es Yo&Ko_education. Una propuesta innovadora que busca reformular el proceso formativo de la peluquería profesional. Una propuesta que se concibe para acompañar a los y las profesionales en el desarrollo de sus habilidades, enfrentándolas como a un todo, un proceso completo y global, hasta llegar a su capacitación para abordar en plenitud de facultades y aptitudes tanto su trabajo y procesos diarios como sus proyectos creativos.
Con 'Yo&Ko' quería mostrar la cantidad de visiones y ángulos a los que puedes dar forma con solo cuatro modelos a base de técnicas muy sencillas de color y corte potenciadas con creatividad y colores atrevidos.
B.M.: ¿Cómo se recibe ser prenominado a Peluquero Español del Año?
V.M.: Me quedé parada un momento cuando me llegó la noticia y pensé, estamos haciendo mucho ruido. Muy contenta la verdad de conseguir este reconocimiento por méritos propios.
B.M.: ¿Qué representa un premio a un peluquero?
V.M.: Para mí un premio es currículum, es abrir puertas a nuevas oportunidades, nuevas metas y nuevos proyectos; evolución, crecimiento...
B.M.: ¿Y una marca? ¿En qué ayuda a su labor?
V.M.: Empecé a mover en redes sociales los trabajos que realizábamos en el salón y las publicaciones en revistas de mis colecciones y con esto conseguí que Schwarzkopf Professional se fijase en mí. Desde entonces colaboro con esta gran firma. Me ayudó a crecer como formadora y a empezar a disfrutar de algo que siempre había vivido desde el otro lado. Comencé a estar tras el atril y a poder mostrar de manera coherente e instructiva todo lo que llevo dentro.
B.M.: Lo que volverías a repetir.
V.M.: Volvería a abrir la puerta de Yoko-Pels una y mil veces.
Cuando empecé a pensar a qué me quería dedicar, tenía claro que debía ser algo en lo que poder utilizar manos y mente para poder dar formas y color, algo en lo que poder desarrollar y exteriorizar la creatividad.
B.M.: Lo que nunca volverías a hacer.
V.M.: No hay nada que no volviese a hacer, todo ha pasado por algo y sin lo malo no hubiesen sucedido tantas cosas buenas.
B.M.: Lo que echas en falta en este país del pelo y la imagen de los españoles y las españolas.
V.M.: La libertad de expresión, el dejarse llevar por lo que a uno le gusta realmente, lucir sin miedo al que dirán o a si se podrá conseguir un empleo o no por llevar un tipo u otro de look que se desmarque de los cánones clásicos impuestos por la sociedad en general.
B.M.: Sueñas con...
V.M.: Sueños no me faltan, de hecho, tengo la sensación de vivir en un sueño constante. Cada día que tengo la oportunidad de seguir viviendo es un sueño realizado y mi mayor sueño es seguir haciéndolo por muchos años más.
B.M.: Virginia, lo mejor de ser peluquera es...
V.M.: Creo que lo mejor de ser peluquero es que te da el gustazo y el placer de cambiar la vida de las personas, tanto en el caso de un cliente como para quien disfruta de tus colecciones, porque si somos capaces de robar sonrisas estamos aportando felicidad al mundo, así que creo, no, estoy segura y es cierto que hacemos una gran labor.
Créditos Yo&Ko
Peluquería: Virginia Martiìnez Vera @ Yoko-Pels.
Fotografiìa: David Arnal.
Maquillaje: Sylvia Mengual.
Estilismo: Eunnis Mesa.