El "crecepelo" más eficaz quizá no sea un medicamento que esté por desarrollar. Un equipo de dermatólogos y genetistas de la Universidad de Columbia, en Estados Unidos, han descubierto que un fármaco bien conocido, utilizado para el tratamiento de desórdenes sanguíneos, posee una propiedad desconocida hasta la fecha: es capaz de repoblar una cabeza prácticamente calva en menos de cinco meses. Los resultados de esta investigación se publican en la revista Nature Medicine.

Los resultados iniciales del ensayo clínico muestran que el medicamento es capaz de conseguir la regeneración completa del cabello en varios pacientes con alopecia de moderada a severa. En el estudio se muestran los resultados de tres voluntarios en los que el cabello volvió a crecer y a cubrir por completo el cuero cabelludo.

El hallazgo, sin embargo, no parece que pueda tener una aplicación genérica para todos los problemas que originan la caída del pelo. Los investigadores de la Universidad de Columbia han demostrado que funciona con los casos de un tipo de alopecia poco común, la alopecia areata. Se trata de una enfermedad autoinmune en la que las defensas del organismo atacan y destruyen por error tejido sano. En este caso ataca a los folículos pilosos, haciendo que el cabello se caiga. Este tipo de alopecia afecta tanto a hombres como a mujeres y lo hace a cualquier edad. El pelo no se pierde de forma generalizada sino en forma de parches, tanto en la cabeza como en otras zonas del cuerpo.

Luchar contra el sufrimiento

No existen tratamientos eficaces para estos casos, de manera que la nueva propuesta abre una esperanza para acabar con el sufrimiento de las personas afectadas. La profesora de Dermatología y Genética, Angela Christiano, que ha participado en el estudio, conoce de primera mano sus consecuencias. "No es solo un trastorno estético, los pacientes sufren profundamente y nuestros resultados son un paso significativo para resolverlo. Nuestro equipo está totalmente comprometido con el avance de nuevas terapias", señala.

El grupo de Christiano lleva años trabajando en esta dolencia. Dio un paso decidido en el conocimiento de la enfermedad al descubrir una señal molecular de peligro en los folículos capilares de las personas con alopecia areata. Descubrió cómo las células del sistema inmune son atraídas hacia los folículos y se produce el ataque al cabello.

Más ensayos

El fármaco utilizado, llamado Ruxolitinib, es capaz de bloquear esa ruta y paralizar el ataque a los folículos pilosos. Se probó primero en ratones y el tratamiento tuvo éxito en menos de doce meses. Después se inició un ensayo clínico con pacientes reales que tenían más de un 30 por ciento de pérdida de cabello. La terapia funcionó a los cuatro y cinco meses de empezar el tratamiento, aunque de momento son muy pocos casos y se necesitarán ensayos clínimos más amplios.

El medicamento está autorizado ahora para tratar la mielofibrosis, una afección de la médula ósea que provoca una menor producción de células sanguíneas.









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