Diagnóstico y tratamiento son indisociables a la hora de cuidar el cabello. Este es el lema del laboratorio Evolution & Sciences Cosmetiques. Hace unos meses, esta firma cosmética eligió al salón Monterroso Peluqueros, de Madrid, al que ya conocían, para implantar su método de estudio del cabello. Hasta la fecha, el salón lleva más de cuatro meses implicado en este proyecto, y el balance es "muy positivo" para el equipo. "Aunque algunas personas trabajan en el sector desde hace más de 15 años, están encantadas con este proyecto. Se les enseña a analizar las problemáticas del cabello, a elegir el tratamiento más adecuado y a sanar el cabello. No se trata únicamente de aconsejar un producto de los muchos que existen en el mercado", explica Pepe Orduña, propietario y gerente del salón.
Prediagnóstico y diagnóstico del cabello
El salón lleva a cabo dos tipos de estudio: prediagnóstico y diagnóstico. En el primero se estudia el cabello de tallo a punta. Es el análisis que se efectúa cuando a la clienta se le hace algún corte, secado o servicio técnico (decoloración, tinte, mecha, etc.). En el prediagnóstico se observan los niveles de porosidad, deshidratación y estado de minerales del cabello. "Se fundamenta en el cuidado externo que incide en la porosidad y estado de minerales como azufre, cobre, etc. El problema más habitual es un exceso de ácido láctico, producido por altos niveles de estrés", asegura Orduña. Para ello se extrae una pequeña muestra de cinco a 15 cabellos y se estudia la raíz, medios y puntas.
En el segundo, el diagnóstico, se analiza la zona del bulbo y nacimiento del cabello (de reproducción celular) y la de queratinización (el cabello pierde estructura, flexibilidad y muestra tendencia a la rotura). Con este método también se detecta el porqué de algunas anomalías: "Por ejemplo, posibles problemas de caída. Se lleva a cabo un examen exhaustivo de cada folículo extraído y se determina qué porcentaje del total representa un riesgo inmediato de caída abundante. En conclusión, contamos con mayor información para evaluar el tratamiento posterior". Se detecta de dónde procede dicha caída (alimentación, herencia, estrés, falta de aminoácidos y medicación, por ejemplo). En este caso, se extrae una muestra de entre 15 a 20 cabellos para su análisis en profundidad.
Detectado el problema del cabello, ¿cuál es el siguiente paso?
Ambos estudios se llevan a cabo con el microscopio de lente polarizada. ¿Qué tiene de especial esta metodología? Orduña nos lo aclara: "No hay dos personas iguales. Y tampoco dos cabellos iguales. La visión del pelo, a través de la lente polarizada, facilita mucha información. Nos revela si el cliente ha tomado medicinas, su estado de salud, si tiene alguna carencia de hidratación y/o minerales, etc.".
Una vez se dispone de la información necesaria, se elabora un cuestionario sobre los hábitos alimentarios, estado de ánimo, ingesta o no de medicamentos, enfermedades padecidas, trabajo desempeñado, niveles de estrés y ansiedad del cliente. El propósito es hallar el origen del problema y prescribir la solución adecuada. "Ya hemos realizado el cuestionario y tenemos el porcentaje de cabellos analizados. Y conocemos los factores que inciden en la caída o afinamiento del cabello. Es el momento de corregir los factores que ocasionan el problema y seguir un tratamiento más o menos agresivo si fuera necesario", afirma Orduña.
Los precios oscilan entre los 15 y 40 euros, en función de si se precisa o no un tratamiento de salón complementario. Unos tratamientos con los que pretenden "sanar el cabello, más que generar rentabilidad". "Si lo conseguimos, tendremos a un cliente satisfecho", reconocen.