Tripsofilia: cuando un masaje capilar es más placentero que el sexo
Los tripsofílicos prefieren que les laven o les acaricien el pelo a la práctica de sexo. La visita a la peluquería se convierte en el estímulo sexual más poderoso
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La tripsofilia, denominada también tripsolagnia, es una de las parafilias sexuales más curiosas. Básicamente, consiste en lo siguiente: el individuo únicamente se excita, y alcanza el orgasmo, cuando le tocan o lavan el pelo. Es más, estas sensaciones las percibe también si se hace un corte o cambio de look en el salón. Para un tripsofílico, su fuente de placer se halla en algo tan rutinario como lavarse el cabello.
Lo que sí está claro es que el tripsofílico solo llega al orgasmo cuando le acarician o masajean el pelo. Este dato es importante para saber si se tiene o no esta fijación sexual. Más de un tripsofílico acude, con cierta frecuencia, a la peluquería en busca de ese potente estímulo sexual.
El pelo como objeto de placer
La tripsofilia no es la única conducta sexual relacionada con el cabello. Los hifefílicos experimentan placer cuando poseen algo, mechones de pelo por ejemplo, de otra persona. Los tricofílicos sienten placer por el cabello humano en todos sus aspectos. Algunos lo perciben masturbándose con un mechón de cualquier individuo. Otros notan estas sensaciones en base a características de la cabellera (color, longitud, peinado, tipo de corte, etc.). Un tricofílico experimenta placer ante una persona que se toca al ver a una persona tocándose el pelo.
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