Por Gloria Rodríguez Segura.
Laboratorios Ibós.
Desde mis más de 40 años de experiencia laboral en el sector de la peluquería profesional regentando tres salones propios en Ibiza, y con la grata satisfacción de haber estado formando a futuros peluqueros de academia en Barcelona, desarrollo mi actividad actualmente impartiendo formación en salones especializados, bajo el método de trabajo de Laboratorios Ibós. Desde aquí vamos a responder a las consultas relacionadas con la problemática capilar.
En el caso que nos ocupa, se trata de resolver un problema de descamación, es decir, un problema de caspa, e intentaremos solucionarlo. Lo primero que debemos hacer es un diagnóstico del tipo de piel (seca, normal o grasa), y también del tipo de cabello a tratar. En estos casos, el cabello más propenso a la descamación suele presentar el siguiente aspecto: grueso-poroso, semirrizado, muy rizado, con puntas abiertas o quebradizo. A partir de ahí, y con nuestros conocimientos, vamos a buscar el producto ideal que cada tipo de piel y cabello necesita, ofreciendo así un tratamiento personalizado.
Primero, aplicaremos un renovador celular para recuperar la juventud de la piel, deteriorada a causa de las agresiones sufridas por tintes, permanentes, climatología, productos excesivos o inadecuados. A continuación realizaremos un masaje ascendente empezando por la zona de la nuca, a modo de pellizco profundo, y ascendiendo hasta la coronilla, desde donde iniciaremos un masaje a modo de rotación. Con todo este proceso conseguiremos activar la circulación de la sangre y que penetre eficazmente el producto. Dejaremos reposar como mínimo 40 minutos.
Posteriormente, aplicaremos en seco el champú seleccionado para el tipo de caso. La aplicación se realizará empezando por la zona frontal en dirección hacia la nuca y desde las sienes hasta la parte posterior de la cabeza. El producto se aplicará directamente a la piel (y no al cabello), mediante rayas de separación, para finalmente repartirlo por todo el cabello. La aplicación en seco favorece el efecto del producto, mientras que su aplicación sobre mojado la reduce a la mitad. Realizar un buen aclarado.
Seguidamente aplicaremos por todo el cabello una mascarilla de queratina y proteína, dejándola en exposición entre cinco y 10 minutos. Si el cabello está muy castigado, se aconseja taparlo con papel de celofán aplicándole calor mediante el vaporizador. Así conseguiremos abrir la cutícula del cabello y que se nutra. Al final de esta operación realizaremos un buen aclarado. Todo este proceso sirve para recuperar la vitalidad del cabello que suele perderse (un 35% por trabajos técnicos), además de aportarle una protección contra la humedad, quitándole así el encrespado y proporcionándole a cambio brillo, soltura y volumen.
Por último, aplicaremos el tónico adecuado al tipo de problema, aportando a la piel hidratación, desintoxicación, estimulación o nutrición. Corregiremos así todo tipo de picores, irritaciones, etcétera.
Me gustaría incidir en que, tal y como habéis visto en este ejemplo, hay que prestar atención a los problemas de base, que a menudo pasan desapercibidos. Es tan importante ocuparse de la imagen como de tratar en profundidad la salud del cabello, al igual que haríamos con el cuidado de nuestra planta preferida.
Os animo desde aquí a profundizar un poco más en el estudio del cuero cabelludo y a buscar soluciones sobre los problemas de nuestros clientes (deshidratación, soriasis, exceso de sudor, picores, descamación o caspa, intoxicaciones o caída del cabello). De esta manera estaremos realizando un trabajo excelente, con el que cuidaremos, trataremos y embelleceremos a nuestro público.
Adelante con vuestros conocimientos, con vuestra actitud de servicio y con vuestro amor hacia la profesión.