Toni es de esas personas que te llegan al alma, de tan humano y artista.
A la conquista de la peluquería, Toni Espigares hace tan solo unos días alzaba entre sus manos las dos estatuillas con las que los Premios Picasso, los premios de la peluquería andaluza, galardonaban a 'Camouflage', como Mejor Colección Femenina y Mejor Fotografía.
Hoy, este profesional de bandera, con salón en Guadix, Granada, que empezara en la profesión con 16 años y abriera su primer salón con tan solo 18, hace una pausa para contarnos parte de su vida. La que le ha hecho progresar y crecer, y colocarle en lo más alto. No sin antes haber dedicado la gran mayoría de sus días a perfeccionarse y conseguir finalmente lo que quería.
Así es Toni Espigares Postigo, una nueva estrella en el mundo de la peluquería creativa.
Lo mío es peluquería de autor, con mi propio sello personal, el cual he creado desde mi propio yo, mis propios gustos y técnicas, pura creación.
Beauty Market: ¿Cómo te sientes Toni tras haber conseguido dos Premios Picasso ya en tus manos desde hace algunos días?
Toni Espigares: ¡Qué te voy a decir! (se le ilumina la cara). ¡Bien. Muy bien! Supercontento. Fue un día increíble que disfrutamos al máximo todo el equipo y yo, y los allí presentes. Eso sí, con muchos nervios (hace una pausa); nervios porque queríamos que todo saliera bien, que el desfile sobre la pasarela fuera perfecto. Y que el público lo disfrutara. Un momento divertido, esforzado y gratificante. Gratificante ¡al máximo! Algo irrepetible.
B.M.: Al frente de tu nuevo y propio salón, Toni Espigares Hair & Makeup Studio, que abrieras justo escasos días antes de los cierres masivos a causa de la pandemia, imagino que dos Premios Picasso han supuesto un impulso más en tu afán de superarte y también en lo referido al trabajo diario en la peluquería. ¿cómo ha sido la experiencia de estos dos años de crisis sanitaria?
T.E.: Caótica, sin duda. Para todos en general y para la peluquería en particular, para los profesionales del salón ha sido un período extremo y no exento de dificultades. No te queda otra que adaptarte a las circunstancias, así lo hicimos. Y a pesar de llevar tan pocos días abiertos antes del estado de alarma, sinceramente, no me puedo quejar. Todo va bien, muy bien. Y ahora con los dos Picasso, más aún, ¡imagínate! También es verdad que yo ya poseía una trayectoria y una clientela consolidada, que ha seguido conmigo.
B.M.: Peluquero por vocación desde adolescente, casi un niño. A los 18 años, abres ya un salón. ¿Por qué tenías claro que querías ejercer esta profesión?
T.E.: Lo estudié desde el principio. Y sí, lo tenía claro, muy claro (sonríe y afirma con la cabeza). Y decido abrir en el centro de Guadix una peluquería porque me apetecía, sabía que lo quería y que eso era lo que tenía que hacer. Quería defender y prosperar en mi profesión y ese era el modo de conseguirlo, convirtiéndome en dueño de mi propio negocio. Me apetecía mucho crecer y trabajar.
B.M.: ¿Cómo se ha formado Toni Espigares a lo largo de este tiempo para conseguir dominar al máximo y colocarse entre los mejores de la peluquería?
T.E.: Primero de todo, siempre he tenido referentes en los que me he fijado y a los que he seguido para aprenderlo todo de ellos. Aunque he de decir que lo mío es peluquería de autor, con mi propio sello personal, el cual he creado desde mi propio yo, mis propios gustos y técnicas, pura creación. Por supuesto, siempre al día, acudiendo a las propuestas formativas que más me han interesado.
Los premios son necesarios porque estimulan al profesional, nos hacen salir de la zona de confort. Son una forma de crecer, de innovar. De hacernos sentir a los profesionales de la peluquería en general más valorados.
B.M.: ¿Y cuál es el sello Toni Espigares Postigo?
T.E.: ¡Uff! (coge aire). Qué difícil, aunque a la vez, sencillo. Toni Espigares es un profesional que toca todos los palos y una persona supercreativa. Creo que ese es el sello que distingue a mi salón y mi trabajo. El compromiso y la creación, y el aprendizaje y mejora constantes. Me gusta todo y lo disfruto al máximo. Y le pongo los cinco sentidos a mi trabajo.
B.M.: ¿Dónde te encuentras más cómodo, en el corte, el color, el peinado, las novias...?
T.E.: Aunque te parezca mentira, ¡me gusta todo! (y vuelve a reír. Toni es una persona alegre, positiva, y así lo transmite, lo refleja a lo largo de esta nuestra charla. Estamos encantados con él, sinceramente). No me he querido nunca estancar, lo abarco todo y a todo le pongo el mismo ahínco y pasión. Aunque, sinceramente, he de decir que quizá lo que de verdad me gusta es que la gente salga contenta de mi peluquería, tanto si te piden solo un corte de pelo, unas mechas, un tinte o lo que quieren es un cambio de imagen que ponen en tus manos. ¡Eso, eso es lo que me hace sentirme completamente feliz y satisfecho! Que el cliente sepa que eres realmente un profesional y que le sabes sacar partido, el máximo partido a su pelo y su imagen.
B.M.: ¿Cómo nace esta colección ganadora, que lleva por título Camouflage?
T.E.: Porque tenía ganas, muchas ganas de hacer una colección enteramente propia. Ganas de crear, ganas de innovar. En segundo lugar me fijé en los colores, marrones, rubios y blancos, y así fue creciendo esta propuesta, recordándome al 'camuflaje', de donde nace la idea y el título en sí.
B.M.: Un editorial de moda para peluquería, muy moderno y actual.
T.E.: Sí. Porque también tenía claro que quería hacer tendencia. Jugando con la idea de que la colección, sus modelos, sus propuestas, a la vez que se camuflara con la gente, fuera visible y destacaran por su técnica y propuestas. Propuestas comerciales, sí, efectivamente. Lo cual conseguí tanto a través del cabello como del vestuario.
B.M.: ¿Qué va a significar este premio en tu carrera?
T.E.: Creo que me va a abrir otras y nuevas puertas. Y muchas ganas. Muchas ganas de seguir aprendiendo, creando y trabajando.
B.M.: ¿Con qué sueñas Toni?
T.E.: (Se le escapa de nuevo una sonrisa) Sueño, ¿sinceramente te lo digo?, pues con vivir al día. Con eso creo que es más que suficiente.
No me he querido nunca estancar, lo abarco todo y a todo le pongo el mismo ahínco y pasión. Aunque, sinceramente, he de decir que quizá lo que de verdad me gusta es que la gente salga contenta de mi peluquería.
B.M.: ¿La mujer andaluza, qué quiere, qué pide para su pelo?
T.E.: La mujer andaluza, como todas las mujeres, lo que quiere es verse guapa. Y nosotros también. Quizá exista la percepción de que haya estado en general más estancada en la clásica melena larga y oscura, pero cada día te pide cosas más innovadoras y modernas. La verdad es que tengo clientas que confían mucho en mí.
B.M.: Toni, ganador de dos Picasso en los premios por antonomasia de la peluquería andaluza, qué opinas de los mismos, los premios en general. ¿Qué es lo que suponen y cómo potencian al profesional? ¿Por qué son necesarios?
T.E.: Creo que son necesarios porque estimulan al profesional, nos hacen salir de la zona de confort. Son una forma de crecer, de innovar. De hacernos sentir a los profesionales de la peluquería en general más valorados. Fíjate lo que te digo, los veo tan bien y tan necesarios que creo que todos los peluqueros y peluqueras deberían pasar por la experiencia. Suponen la ambición no del premio, sino de superarte a ti mismo. Eso es lo que significa hacer una colección y presentarla a un concurso. La satisfacción de ver una colección terminada, que además te gusta y gusta a los demás, es más importante incluso que la de recibir un premio.
B.M.: ¿Cómo es una jornada habitual en tu vida? ¿Trabajas el salón la jornada completa?
T.E.: (Vuelve a reír) ¡Mi salón es muy mío! (su sonrisa lo dice todo) Yo voy todos los días a la peluquería y la trabajo a jornada completa. La trabajo junto a mi equipo, pero no la dejo nunca.
B.M.: Muy tuyo tu salón ¡y muy bonito! Decorado con un gusto exquisito.
T.E.: Sí, sí (está feliz de decirlo), también muy mío porque ¡lo hice todo yo!
B.M.: ¿Eres un artista, Toni?
T.E.: ¡Eso dicen! En realidad no sé si soy un artista o no, pero desde que tenía uso de razón lo que me gustaba por encima de todo era crear. Era un niño que estaba metido en todo, las fiestas del pueblo, las carrozas, los disfraces y vestidos. Siempre discutía con mis padres porque no dormía por las noches para poder hacerlo. ¡Yo me volvía loco! Todo el tiempo lo dedicaba a ello. He cosido, he peinado, he maquillado, he hecho vestidos de novia... (Y aquí, la que sonríe, soy yo).
B.M.: ¿Y cómo compaginas la faceta artística con la gestión del salón?
T.E.: Pues depende de cada persona, circunstancias, el tamaño del salón, la plantilla. Yo lo compagino, lo hago todo. Sin embargo otras personas y salones necesitarían plantearse ayuda en este sentido. Hemos de ser conscientes de que se puede, y se debe delegar para que las cosas salgan y marchen bien.
El consumidor de cualquier tipo, también en la peluquería, busca el producto más vegano y natural. Lo mismo ocurre con el tratamiento del cabello a todos los niveles. Por lo que debemos alinearnos con lo que el consumidor exige y cubrir todas sus demandas y necesidades.
B.M.: Hemos hablado de la parte artística, pero qué papel desempeña el producto y el consejo, diagnóstico y tratamiento en el salón de peluquería.
T.E.: Creo que el producto es fundamental, y por lo tanto, el diagnóstico y el tratamiento. Yo siempre he procurado que mi marca sea, además, un poco personal, exclusiva, que no se venda en todos los sitios. Algo que signifique lujo, y cuidado, y belleza y salud para el cabello. Lo que quieres para tu clienta y lo que ella misma te pide: que le cuides el cabello y tenga un aspecto mejor.
B.M.: ¿Es la naturalidad el futuro tanto del producto como de las tendencias?
T.E.: Sí, está claro que en estos momentos el consumidor de cualquier tipo, también en la peluquería, busca el producto más vegano y natural. Lo mismo ocurre con el tratamiento del cabello a todos los niveles. Por lo que debemos alinearnos con lo que el consumidor exige y cubrir todas sus demandas y necesidades.
B.M.: ¿En qué trabajas ahora, Toni?
T.E.: Pues acabo de presentarme a los IHA (International Hairdressing Awards). Y lo voy a hacer también al Galardón Revelación Nacional y no me quito ninguna otra oportunidad, así que ya estoy pensando en mi próxima colección a concursar en los Premios Fígaro, en concreto dos, una comercial femenina y otra de vanguardia.
B.M.: ¿Qué es la vanguardia a la peluquería?
T.E.: La máxima manifestación artística y técnica de la expresión y creatividad de un peluquero o peluquera. Y que no solo sirve para la contemplación, sino de las cual se extrae en multitud de ocasiones, colores, técnicas que puedes aplicar luego también en el salón de peluquería en el día a día.
B.M.: ¿Peluquero Andaluz del Año en 2023?
T.E.: ¡¡¡Me encantaría!!! ¡Claro que sí! ¿Por qué no...?