Eran los felices años 20. Finalizada la Gran Guerra, Matthius Andis iniciaba un proyecto emprendedor que daría pie a una de las marcas más reconocidas del sector de la barbería. Las máquinas de corte y arreglo Andis se hicieron un hueco en el sector por su gran potencia, fiabilidad y facilidad de uso. La firma sobrevivió al crack del año 1929, a la gran depresión, y se convirtió, poco a poco, en la leyenda que es hoy en día.
El nacimiento de la T-Outliner se pierde en la bruma del tiempo, pero fue durante la Segunda Guerra Mundial cuando el ejército americano necesitaba de una máquina especialmente potente que fuera capaz de cortar todo tipo de cabello, cuando la gente de color también se incorporaba a la guerra.
Así encomendaron la tarea a Andis y así vio la luz la T-Outliner, una máquina que se convertiría en un icono de la barbería, con su color gris militar, un potente motor magnético, su compacta carcasa, sus cuchillas ajustables... tan simple y carismática que se ha convertido en "eterna".
No existe barbería en Estados Unidos que no disponga de una edición de esta máquina, ya fuere del año 42, o de los años 60 o 70, por ejemplo. La máquina llegó posteriormente al continente europeo, donde también recibió una magnífica acogida entre los profesionales.
T-Outliner, una máquina potente y elegante que ya es eterna
- Máquina de retoque y acabados con potente motor magnético de 7.200 movimientos de corte por minuto.
- Carcasa compacta, en color gris militar.
- Velocidad alta que permite cortes fluidos y rápidos.
- Equipada con cuchillas en forma de T de acero al carbono, endurecida para alargar su vida útil.
- Ideal para contornos, acabados, difuminados y afeitados en seco.
- Cable profesional especialmente grueso para un uso intenso.
- Todo un icono de la barbería desde el año 1941.