SAHB, o lo que es lo mismo, Sonia Atanes Hair Beauty, levanta su bandera de salón especialista en el cuidado y el tratamiento del cabello en la mítica Castellana de Madrid, desde hace tiempo. A este espacio único, cuidado hasta el más mínimo detalle en todos los aspectos, templo de la salud y belleza capilar, se une ahora, recientemente inaugurada, una nueva localización SAHB. Se trata del salón que la firma abría este 7 de junio en la calle Quintana 3 de la capital. Su artífice, Sonia Atanes es una mujer y profesional de bandera, de la cual hemos hablado en multitud de ocasiones, por su perspicacia, empresa y oferta. Especialista y especializada, el binomio SAHB y Sonia Atanes, conoce como nadie las debilidades del cabello y los gustos y necesidades de su cliente. Por eso, triunfa como empresa y profesional peluquera.
De un tiempo a esta parte, SAHB es reconocida y demandada por sus tratamientos. "Hace 5 años descubrimos una nueva dimensión de la peluquería enfocada a los tratamientos. Hoy, SAHB, está altamente especializado en tratamientos de cuidado, recuperación y alisado del cabello y técnicas de color", nos adelanta Atanes.
Y no solo eso, Sonia forma e informa y defiende su empresa con garra y acierto, llevando a su sello a lo más alto. Por eso y por lo que representa y aporta a la industria de la peluquería y el cabello, hoy se convierte en protagonista, y explica al detalle, sus gustos, cualidades y experiencia.
Te diría que el salón SABH ofrece felicidad, porque nuestra experiencia y lo que nos dicen nuestras clientas es que les hemos cambiado la vida, y que se van más que relajadas, a pesar de estar 3 o 4 horas en nuestro centro.
BEAUTY MARKET: ¿Cómo y por qué tu decisión de convertirte en peluquera?
SONIA ATANES: Fue totalmente casual, mi padre creía que los oficios siempre tendrían futuro así que, al contrario de todos los padres, él decidió que debíamos tener uno, un oficio. Elegí la peluquería porque un amigo de mi madre era peluquero. Empecé de mala gana (confiesa), porque este oficio era lo que menos me imaginaba, pero afortunadamente (sonríe) Francisco Planelles resultó ser un gran maestro que me influyó en todos los aspectos de mi vida.
B.M.: ¿Qué ofrece el salón SABH al cliente?
S.A.: Pues mira, si lo veo ahora después del tiempo, creo que te diría que ofrece felicidad, porque nuestra experiencia y lo que nos dicen nuestras clientas es que les hemos cambiado la vida, y que se van más que relajadas, a pesar de estar 3 o 4 horas en nuestro centro. Lógicamente, nos chocaba mucho lo de "cambiar la vida", pero cuando profundizamos y valoramos lo importante que es el cabello para una mujer y su tiempo, entendemos que disfrutar de un cabello sano, cuidado, fácil de manejar y poder arreglarlo en un momento es muy muy agradable. Nuestro perfil de clienta, he de añadir, para que se entienda, suele tener dificultad para manejar su pelo. Y en cuanto al salón, tenemos muy integrada la filosofía del cuidado del cabello y el bienestar personal. Manejamos y combinamos los colores, sonidos, olores, etc. Y la experiencia que viva el cliente es tan importante como la terapia que le hacemos. Por eso también, nuestros colaboradores han de responder a un perfil muy específico para entender este concepto y saber trasladarlo. Son muy técnicos y saben darle un valor añadido a su trabajo ya que tienen muy interiorizada la salud capilar a la hora de realizar un servicio.
B.M.: ¿Desde cuándo al frente de este salón y por qué la decisión de convertirte en empresaria?
S.A.: Trabajo desde los 16 años y mi primer salón lo abrí con 25. Entonces solo pensé que no quería depender de nadie y que después de 9 años sabía lo básico para hacer que un negocio de peluquería funcionase, pero me dejé sin responder a una pregunta muy importante (reflexiona): cómo debía ser una peluquería para que me sintiera feliz en ella. Años después, cuando lo que sentía no era felicidad precisamente, sino insatisfacción, me di cuenta de que no había hecho nada por descubrir lo que me apasionaba realmente de este mundo y simplemente me había dejado llevar. Cuando conocí el mundo de los alisados, descubrí las posibilidades que ofrecían y conecté con algo que me atrajo. Tratar el cabello cambiando su textura, facilitar el día a día de una mujer o conseguir que se reconciliara con su cabello, sencillamente, me pareció mágico (ríe Sonia y enfatiza con la voz contenta). Cuando abrimos el Centro de Castellana en 2019 ya estábamos enfocados en los tratamientos y empezamos a crear una línea de terapias que tratase sus diferentes características. En 2021 ya teníamos 11 productos/servicios con los que trabajar y mantener los resultados conseguidos. No obstante, y volviendo a tu pregunta, he de decir que creo que nunca tuve ni tengo la sensación de ser empresaria (eso, haciendo un aparte, pensamos es que lo hace bien y no le cuesta).
Tras el éxito de los productos y de las diferentes terapias en nuestro centro, decidimos compartirlo con más compañeros, y hoy nuestros productos y terapias se pueden encontrar en salones que tienen la misma filosofía de trabajo que nosotros.
B.M.: Pero no solo eso, sino que te encuentras en plena expansión. Acabas de inaugurar tu segundo salón SAHB. ¿Qué te ha llevado a tomar esta decisión y qué vamos a encontrar en esta nueva apertura?
S.A.: Como todo, esto también forma parte de una evolución natural. Tras el éxito de los productos y de las diferentes terapias en nuestro centro, decidimos compartirlo con más compañeros, y hoy nuestros productos y terapias se pueden encontrar en salones que tienen la misma filosofía de trabajo que nosotros. Este crecimiento nos ha llevado a abrir otro centro y crear un espacio para compartir conocimiento con otros peluqueros, así que, por un lado los profesionales se encontrarán con un sitio de encuentro donde poder trabajar y testar las terapias en un salón con toda la esencia y el concepto SAHB. Por otro, las clientas podrán relajarse en el nuevo Salón SPA donde cada espacio está independizado para conseguir la máxima relajación. Disponemos de una zona silenciosa y otra vip para disfrutar de una mayor intimidad. Todo esto mientras tratamos su cabello.
B.M.: ¿Cómo compagina Sonia Atanes vida personal y profesional?
S.A.: Para mí, todo es mi vida, no hay esta y la otra. Sonia es la suma de todo lo que hago y todo lo que hago es lo que soy. No sé si es bueno o es malo, pero es así. Soy hiperactiva mentalmente y necesito crear constantemente. Doy gracias a mi trabajo y mi nuevo enfoque sobre él porque me permite desarrollar esa faceta que me alimenta enormemente. En casa saben como soy y todos están acostumbrados a que tenga un pie en ella y otro en mi mundo.
B.M.: ¿Y cómo diriges a tus equipos?
S.A.: De una forma muy horizontal. El equipo es el bien más preciado de un salón. Ellos dan valor e imagen a nuestra marca y gracias a su trabajo crecemos. Nunca debemos olvidar que, así sea yo, así serán ellos, así que una buena dosis de autocritica es necesaria. La coherencia y tener una visión clara del objetivo y cómo conseguirlo es vital para disponer de una hoja de ruta clara que no nos disperse. No me gusta nada el modelo de peluquero individualista o estrella, no casa con nosotros, ya que despersonaliza la marca. Me gusta quien es capaz de aportar su talento para el bien del grupo, y en esto (se le ve satisfecha), he de decir que tengo mucha suerte.
Los tratamientos están cada vez más demandados ya que ha cambiado mucho la forma de consumir peluquería. El peinado tradicional va desapareciendo y toman fuerza los servicios más técnicos y personalizados.
B.M.: Especialista en tratamientos, ¿el cliente actual demanda este tipo de servicios?
S.A.: Estos servicios están cada vez más demandados ya que ha cambiado mucho la forma de consumir peluquería. El peinado tradicional va desapareciendo y toman fuerza los servicios más técnicos y personalizados. Los salones, cada vez se especializan más y crean mucho mas valor. Hay menos visitas a la peluquería pero con servicios más completos y premium. El mundo de las texturas (que no de los alisados) es superinteresante y bastante desconocido aún, pero quien lo descubre se engancha.
B.M.: ¿Cómo actualizas tu carta de tratamientos y cómo lo haces tú misma?
S.A.: Esta es una cuestión muy interesante, y destacada. Al trabajar cada día con nuestras clientes, podemos valorar la evolución de las terapias en su cabello y cómo va cambiando con el tiempo. Poder hacer este seguimiento no solo nos da información, sino que nos genera la oportunidad para seguir mejorando, y aquí, una vez más, el equipo es fundamental porque recibe mucha información que utilizamos para crear nuevos servicios.
B.M.: Si tuvieras que definir por qué SAHB se distingue del resto, cómo lo harías. ¿Cuál es su valor añadido frente a la competencia?
S.A.: Para mí el valor fundamental es que no hablamos de productos sino de servicios y modelo de negocio. Hoy hay miles de productos buenos, pero que tengan cualidades como para crear un modelo de negocio muy concreto no es fácil. Cambiar la textura del cabello de una forma prolongada y reeducar al cliente con sus hábitos tampoco, pero SAHB-Genesis, por ejemplo, uno de nuestros servicios y tratamiento especializado, en concreto, un ritual exclusivo de alisado botánico, nos lo permite y eso es lo que nos diferencia.
Para mí el valor fundamental de SAHB es que no hablamos de productos sino de servicios y modelo de negocio. Hoy hay miles de productos buenos, pero que tengan cualidades como para crear un modelo de negocio muy concreto no es fácil.
B.M.: ¿Trabajas en el salón todos los días?
S.A.: Trabajo todos los días en el negocio porque tiene muchos aspectos que antes prácticamente no existían y llevan mucho tiempo, pero desde la trastienda. Presencialmente, con los clientes, desde hace un año he tenido que reducir mucho los tiempos de pie por una lesión en la espalda. Ahora, trabajo más con los equipos para que sigan transmitiendo el concepto de la peluquería SAHB-GENESIS tanto al cliente final como a peluqueros clientes.
B.M.: ¿Cuál es tu mejor cualidad como estilista o/y lo que más te gusta hacer?
S.A.: Aunque siempre han valorado mucho mi forma de cortar (es mi expertise) a mí nunca me pareció nada especial… Lo estoy diciendo así e igual suena fatal, (hace un paréntesis mientras lo dice pensativa pero sonriente, Sonia Atanes es una mujer con la ideas claras, muy claras). Sí he sentido que conectaba mucho con la gente cuando les cortaba el cabello. Tal vez esa es mi cualidad, pero lo que más me gusta hacer es proporcionar un valor añadido a todo, de manera que cree una diferencia. Hacer sentir a un cliente como un invitado es muy importante para mí. Cambiar su cabello y que la cliente lo vea y después de mucho tiempo te recuerde cómo cambiamos su relación con su pelo, eso, eso no tiene precio, es lo más bonito que me ha pasado con los clientes.
B.M.: ¿Qué opinas de la peluquería en general hoy?
S.A.: Me encanta como nos hemos abierto a compartir conocimientos con otros peluqueros y esto es muy enriquecedor para todos. Hace años era impensable llamar a un compañero y que te ayudara con cualquier duda. Hoy hay muchos peluqueros dispuestos a enseñarte algo que tú no sepas y además de una forma muy personal. También el público nos reconoce mucho más y sabe valorar un buen servicio y a un buen profesional. Todos conocíamos el valor de la peluquería española y ahora es el público quien lo hace. Están dispuestos a gastar mucho más, pero también seleccionan y se informan como nunca. Me llamó mucho la atención cuando se reinventó la barbería. De ser negocios casi al borde de la muerte a volver a captar la atención masculina de todas las edades. Ahora nosotros (peluquerías de mujeres) estamos viviendo una evolución, más lenta pero inevitable. Tal y como desaparecieron en su día los rulos, lo harán los peinados con secador y seremos menos genéricos. La especialización ya es el presente y vamos por ese camino, abarcar menos servicios y ser mucho más expertos en los que ofrezcamos.
Todos conocíamos el valor de la peluquería española y ahora es el público quien lo hace. Están dispuestos a gastar mucho más, pero también seleccionan y se informan como nunca.
B.M.: ¿Y cómo la ves en el futuro?
S.A.: La veo mucho más reconocida y muy especializada. También más auténtica, porque al especializarte te centras en algo que te apasiona, aumentas la calidad de tu trabajo y te vuelves, como decía, más auténtico. Hacer de todo, significa hacer algo muy bien y algo menos bien. Ser peluquero no quiere decir que te guste todo y que hagas de todo. Esto es algo sobre lo que ya muchos estamos reflexionando (apunta Sonia, con la voz y con el gesto, decidida, tal como es ella).
B.M.: Háblanos de las tendencias para el cabello de cara al verano.
S.A.: Vienen muy fuertes los cortes de cabello que requieren una textura lisa, se recuperan las medias melenas y los efectos tipo bob sin capas y con algo de movimiento en las puntas. En cuanto al color la clienta busca colores naturales y muy personalizados que no sean esclavos en el crecimiento y que tengan un aspecto brillante y saludable. Para nosotros estas tendencias tanto de color como corte son muy interesantes ya que con nuestras terapias podemos conseguir texturas que aporten mayor duración a los cortes y protección a los colores.
B.M.: ¿Qué te queda por conseguir en esta profesión, Sonia?
S.A.: ¡Absolutamente todo! (contesta rápidamente), creo que la peluquería como profesión es infinita, apasionante y repleta de grandes personas y profesionales. Yo todavía no he hecho nada.
B:M.: Si volvieras a nacer, entonces, ¿repetirías?
S.A.: Pues mira, no, pude parecer extraño, pero ya le he dedicado una vida entera y por ello he dejado de aprender otras muchas cosas. Ha estado muy bien, pero ¡hay tantas cosas por aprender! Es como cuando viajas. Ves un país precioso y que te encanta pero en el próximo viaje eliges otro que no conozcas.