Por Pasqual Iranzo - peluquero.
La experiencia de mi larga vida profesional me permite tener una amplia visión sobre la evolución del mobiliario y utillaje de peluquería y valoro positivamente el trabajo de investigación del sector industrial que nos permite acceder a nuevos elementos que satisfacen plenamente nuestras necesidades.
El sillón, como elemento central del paisaje de un salón de peluquería, lo considero determinante. En mi caso particular, debido a mi filosofía profesional y al modo de ejercerla (cada sillón está en un box individualizado) necesito un sillón que sea confortable, con respuestas ergonómicas (lumbares protegidas, apoyapiés incorporados, movilidad en todos los planos, etc.) para así mantener al cliente en una actitud de relajación activa que le invite a atender mis consejos sobre su imagen con libertad y total intimidad.