Hasta 30 provincias se sumaron a esta última movilización a nivel nacional el pasado lunes 24 de marzo, en las que el sector de la peluquería sigue exigiendo al Gobierno una bajada del impuesto que permita sobrevivir a sus negocios tras su subida radical del 8 al 21%.
Las concentraciones estuvieron presentes en muchas ciudades de todo el país, como Barcelona, Huesca, Zaragoza, A Coruña, Bilbao, Cáceres, Córdoba, Girona, Granada, Madrid, Oviedo, Santander, Teruel, Valencia o Tarragona, todas ellas con una buena convocatoria de asistencia y sin incidentes violentos.
Los colectivos convocantes aseguran que desde que se aprobó la subida del IVA en 2012, la situación para los peluqueros se ha vuelto crítica, ya que la gran mayoría ha preferido asumir los costes que aumentar los precios a sus clientes. Esto ha supuesto que sólo en 2013 más de 8.000 centros se vieran obligados a cerrar sus puertas, y hasta 20.000 profesionales perdieron sus trabajos. Las previsiones para 2014 no son mucho mejores si no se logra un cambio, y se apunta al cierre de otros 5.000 salones y 14.000 profesionales más en el paro. Incluso entre aquellos que han aguantado el vendaval, han visto como su facturación caía entre un 11 y un 15%, provocando grandes dificultades para la supervivencia del negocio y obligando a muchos a solicitar créditos para suplir la falta e ingresos.
Manuela Martínez, Secretaria General de UGT de Granada, que estuvo presente en la convocatoria de la ciudad, aseguró además que esta subida del IVA ha generado una fuerte economía sumergida dentro del sector, puesto que muchos peluqueros que han debido cerrar sus negocios atienden ahora a sus clientes en su propia casa. Afirma entonces que reducir de nuevo el impuesto ayudaría al sector, legalizaría muchos servicios y permitiría paralizar la creciente destrucción de puestos de trabajos que sufre ahora este colectivo.
Las asociaciones de peluqueros aseguran que las movilizaciones continuarán mientras el Gobierno siga sin ofrecer una solución, y en un futuro se busca organizar acciones aún más visibles a nivel regional y nacional, reivindicando a una que su labor no es un lujo, si no una necesidad.