Resolutiva, alegre y emprendedora. Rosa Aix es una murciana, a más señas, profesional de la peluquería, que dirige con acierto y pasión Aix, Salón de Peluquería y Estética, desde 1989, aunque esto del gusto por el cabello y la belleza le viene desde niña.
Con las ideas claras y el corazón que pone en todo lo que hace, Rosa hoy lleva a gala haber sacado su negocio adelante, al cual ha posicionado como un salón referente.
Sito en El Raal, su influencia se extiende a Murcia entera, cultivando el arte de peinar. Y no solo eso, sino que trata y diagnostica. Y aconseja. Todo ello rodeada de un equipo al cual motiva y con el que comparte el día a día para conseguir de sus clientes la mejor de sus imágenes.
Todo un reto, del que no se cansa. Sino que acomete ya con la experiencia decana a sus espaldas pero con la misma ilusión, sino más que el primer día.
Siento que mi pasión por mi trabajo, amar lo que hago día a día me da la fuerza necesaria para afrontar los reveses o las cosas que no van como a uno le gustaría o como las había planificado.
BEAUTY MARKET: ¿Desde cuándo peluquera y por qué?
ROSA AIX: Empecé de manera profesional en 1980 en un salón de peluquería de la capital de Murcia, donde estuve trabajando 10 años de manera ininterrumpida. Realmente mi pasión por la peluquería se origina mucho antes, cuando con apenas 11 años acudía a un pequeñito salón de peluquería que había cerca de casa; me encantaba ir a aquel lugar... Y más allá de un juego, ¡fíjate por dónde!, se convertiría finalmente en mi profesión.
B.M.: ¿Cómo te formaste para ello?
R.A.: Primeramente, obtuve mi título profesional de peluquera en una academia de formación de mi ciudad. Una vez finalizada esta etapa académica, con la práctica laboral en el salón donde luego, como te comentaba, trabajé durante una década, lo que me dio muchas tablas por supuesto, y experiencia en el trato y atención al cliente.
B.M.: ¿Cuándo y por qué te decides a abrir tu propio salón de peluquería?
R.A.: En 1989 decido emprender profesionalmente a través de mi propio salón, y lo hago con la gratitud y la experiencia que merecían mis años de aprendizaje. Y con la premisa, la determinación, de crear un salón de peluquería que reflejara todo aquello en lo que verdaderamente creía y quería defender haciéndolo prevalecer en mi negocio.
B.M.: ¿Qué ha sido lo más difícil, como empresaria, de esta trayectoria?
R.A.: Siendo franca, como empresaria, la situación que más dificultad me ha supuesto afrontar ha sido el incremento de los impuestos como consecuencia de la gran subida del Impuesto sobre el valor añadido (IVA) que sufrimos las peluquerías en el año 2012. Aquello supuso un varapalo para todo el sector y nos obligó de alguna manera a aceptarlo y buscar la forma de dominarlo, ya que no pudimos eliminarlo. Tuve que aceptar dicha adversidad de la mejor manera posible con el mejor enfoque posible.
B.M.: ¿Y cómo peluquera?
R.A.: Realmente no he sentido como peluquera algo “difícil” que me haga destacarlo como importante en mi vida profesional. Siento que mi pasión por mi trabajo, amar lo que hago día a día me da la fuerza necesaria para afrontar los reveses o las cosas que no van como a uno le gustaría o como las había planificado. Si tu profesión y tu salón te apasionan, seguramente esta emoción hará que todo funcione mejor.
Aix Peluquería-Estética es un espacio, un lugar con un entorno estimulante que trabaja constantemente por y para el bienestar del cliente y del equipo.
B.M.: ¿Qué es lo que más te gusta hacer, Rosa?
R.A.: Sin lugar a duda (sonríe), dirigir y coordinar mi equipo (se nota una conexión especial). Esta es una profesión preciosa, que nace de la individualidad, y aunque vivimos en un mundo que a nivel individual son muy pocas las cosas que puedes hacer, si quieres tener un salón necesitas equipo, no puedes hacerlo todo tú solo. Ahí está mi verdadera motivación. Descubrir el poder de muchos frente al poder de uno, lo que me ha ayudado a crecer personal y profesionalmente.
B.M.: ¿Cómo definirías a tu salón, Aix Peluquería-Estética?
R.A.: Un espacio, un lugar con un entorno estimulante que trabaja constantemente por y para el bienestar del cliente y del equipo. Nuestra máxima es satisfacer las necesidades reales del cliente de forma innovadora con mejoras constantes e interminables. Intentamos ser capaces de crear experiencias.
B.M.: ¿Por qué te decides a incorporar también la estética?
R.A.: Principalmente porque siempre he creído que van de la mano, están unidas. Es cierto, que ambos sectores pueden desarrollarse por separado, y a la vista está. Hay salones de belleza que no tienen un servicio de peluquería y viceversa. ¿Pero por qué no tenerlo todo en un único espacio y poder ofrecer al cliente un servicio más completo sin perder el enfoque? Lo cierto, es que la estética esta implementada en mi salón desde los inicios. Cuando decido abrir mi propio salón de peluquería aparece en mi vida una persona que tiene la misma motivación profesional, disciplina y enfoque que yo. Ambas proyectamos nuestro objetivo y meta en la misma dirección. Después de 33 años, que se dice pronto, seguimos unidas con el mismo fin: darle al cliente nuestro mejor servicio.
B.M.: ¿Qué es el cliente para Aix Peluquería- Estética?
R.A.: El cliente es la verdadera razón de cualquier empresa. A veces no nos paramos realmente a pensar que importante es el cliente, le damos más prioridad a otros aspectos del negocio y no ponemos al cliente en el verdadero lugar que le corresponde. Para el equipo de Aix Peluquería-Estética, el cliente es el valor más importante que tenemos y en él se centra todo lo que hacemos.
B.M.: ¿Estás atenta a las modas?
R.A.: (No lo duda.) Debemos estar atentas a la moda. No es una opción, más bien lo veo como un requisito necesario que los profesionales del sector de la belleza deben seguir e implementar en su rutina de trabajo. Para mí la moda es un elemento que me proporciona inspiración, algo fundamental para un peluquero. Hace que tu creatividad aflore y puedas ofrecer lo mejor de ti mismo.
Hoy no puedes hacer nada sin un equipo y crear un equipo no es una tarea fácil. Cuando finalmente consigues a todos los miembros del equipo, ya has logrado algo muy importante y difícil de conseguir.
B.M.: ¿El cliente exige moda? ¿Cómo das respuesta a sus necesidades?
R.A.: La moda, el estilo, es algo que forma parte de la vida del cliente. El cliente de hoy quiere llevar estilo en su ropa, pero también lo quiere en su cabello. Saben las tendencias que se llevan o directamente las ven en sus referentes/influencers a través de las redes sociales, prensa o simplemente televisión, y quieren que se lo proporciones. Para poder atraer al cliente que busca estilo, es muy importante que nosotros proyectemos estilo con nuestra imagen personal y la de nuestro equipo. El 90 por 100 de nuestro impacto en otras personas no tiene que ver con lo que decimos, sino con lo que transmitimos; la gente lo capta, lo percibe.
B.M.: ¿Qué lugar ocupa el producto en la peluquería?
R.A.: Ocupa un lugar principal, sin duda, al igual que el equipo. Son nuestras herramientas liquidas de trabajo; un peluquero, una peluquera no es nadie sin sus herramientas de trabajo, estas son imprescindibles para alcanzar el resultado que se desea conseguir.
B.M.: ¿Por qué te decides por I.C.O.N. desde tus inicios y qué te ha mantenido a su lado durante todos estos años?
R.A.: Para mí las siglas I.C.O.N. van mucho más allá que una compañía líder en productos para el cuidado del cabello; I.C.O.N. representa la filosofía y cultura de mi salón. Aprendí que lo que realmente hace diferente y única unas empresas de otras, no es el nombre, la marca, el servicio o el producto que venden sino su cultura. I.C.O.N. es cultura, una forma de hacer las cosas; lograr que todas las personas que trabajan en mi salón sientan lo que están haciendo, crean en lo que están representado y transmitan esa pasión al cliente.
B.M.: ¿Quién es para ti Jorge Rubín, fundador de I.C.O.N.?
R.A.: Es un modelo de referencia para mí, saca lo mejor de cada persona. Una de las virtudes más apetecibles hoy en día en el mundo de la empresa es la capacidad de tener visión de futuro y Jorge Rubín sin lugar a duda la tiene. Con él he aprendido, entre otras muchas cosas, que el éxito duradero solo está al alcance de aquellos que son capaces de ir un paso por delante. Si quieres que te vaya bien, aprende de los mejores. Y los mejores son los que consiguen resultados. Y los consiguen porque hacen las cosas que otros no saben que hay que hacer o simplemente no están dispuestos a hacerlo. Sin una filosofía de crecimiento, es muy difícil sobrevivir.
Como empresaria, la situación que más dificultad me ha supuesto afrontar ha sido la gran subida del Impuesto sobre el valor añadido (IVA) que sufrimos las peluquerías en el año 2012.
B.M.: ¿El producto que más te gusta de la oferta I.C.O.N., cuál es?
R.A.: No podría escoger uno, los quiero todos (exclama y ríe a la vez, se la nota satisfecha). Es cierto que siempre hay “favoritos” pero todos los productos, cada uno de ellos es único y está diseñado para responder a las necesidades de cada cliente.
B.M.: ¿El cliente demanda cosmética capilar natural de un tiempo a esta parte, sobre todo a raíz de la pandemia?
R.A.: Por supuesto, el cuidado del cabello es hoy más fuerte que nunca, y eso es una motivación importante. El cliente quiere cuidarse el cabello, quiere calidad, pero sin renunciar al color, a un cambio de textura, etc. Ten en cuenta que el cliente es hoy una persona con mucha información y quiere estar en manos de profesionales que lo eduquen y le demuestren profesionalidad.
B.M.: ¿Vendes producto en tu salón?
R.A.: Si, siempre hemos tenido un espacio delimitado, con identidad propia y diseño enfocado a la venta del producto en el salón. Somos profesionales con formación, educados y entrenados que conocemos a la perfección todas las características de nuestros productos, haciendo que la marca y el producto que presentamos y ofrecemos, sea el adecuado para el cliente.
B.M.: ¿Con cuántas personas cuenta el equipo de Aix Peluquería-Estética?
R.A.: Actualmente el equipo de Aix peluquería está compuesto por un total de 16 personas y el equipo de Aix estética lo integran seis. Hoy no puedes hacer nada sin un equipo y crear un equipo no es una tarea fácil. Cuando finalmente consigues a todos los miembros del equipo, ya has logrado algo muy importante y difícil de conseguir.
B.M.: ¿Qué le exiges a tus equipos?
R.A.: Que trabajen juntos, que su rendimiento mejore progresivamente, y algo fundamental, que estén motivados. Lo más difícil de una empresa es crear un sentimiento de unidad, porque no es una cuestión de “qué bien trabaja esta persona”, sino de “qué bien trabajan juntos”. En mi opinión, el verdadero éxito de una empresa son las personas que la forman.
Somos profesionales con formación que conocemos a la perfección todas las características de nuestros productos, haciendo que la marca y el producto que presentamos y ofrecemos sea el adecuado para el cliente.
B.M.: ¿Y cómo los motivas y educas?
R.A.: Principalmente tienes que conocer a cada miembro de tu equipo. El reconocimiento es una necesidad humana, así que el equipo necesita reconocimiento y premios específicos para sentirse motivado. A esto se suma un plan de formación continuo, que nos permite trazar el camino para mejorar y que puede hacer que cada persona evolucione, teniendo siempre en cuenta su capacidad y esfuerzo. Sin un programa de formación, no puedes pretender que el equipo adquiera y mantenga altos niveles de profesionalidad. En mi opinión, la formación es el carburante de tu negocio y la autoestima es la fuente de energía del ser humano, es lo que va a hacer que tu equipo supere sus propios límites.
B.M.: ¿Qué opinas de la peluquería española actual?
R.A.: La peluquería está evolucionando de una manera tan rápida que tal vez no nos damos cuenta porque no salimos de ella, y esto no nos deja ver la realidad de la sociedad y de los nuevos consumidores, pero en este mundo de cambio que vivimos puede llevar al cliente en muchas direcciones por lo que nosotros como profesionales que queremos tener negocios de éxito y salones únicos, hemos de conocer nuestro terreno de juego y las reglas que lo rigen (Rosa demuestra un gran conocimiento y expertise de su profesión. Nos asombra su seguridad, sus respuestas y aplomo que le acompañan en sus gestos y en su voz en cada una de sus respuestas).
B.M.: ¿Cuál es tu relación con las nuevas tecnologías, Internet, reserva de citas, redes sociales...?
R.A.: Al ser humano nos cuesta una barbaridad cambiar, dejar la comodidad de la rutina y hacer cosas de otra manera, aunque suponga una mejora. La transformación digital de las empresas (nuevas tecnologías, redes sociales, internet, etc.), es fundamental para cualquier tipo de negocio, y en este sentido, ha sido esencial adaptarnos a este nuevo entorno; la vida es cambio y el cambio es vida, así que todo es crecer y evolucionar e ir superando miedos, uno tras otro.
B.M.: ¿Qué consejo le darías a quien empiece ahora en esta profesión?
R.A.: Que le guste lo que hace y solo así podrá desarrollar el amor y la pasión por lo que está haciendo. Esto hará que no vea la profesión solo como un trabajo, sino como una oportunidad de crecer profesionalmente. Obviamente no solo es cuestión de eso, sino de tenacidad, constancia y perseverancia. Esto es lo que verdaderamente tiene que prevalecer en tu profesión. Ser un entusiasta. El entusiasmo invita a seguir creciendo cuando todo anima a abandonar.
Nuestra máxima es satisfacer las necesidades reales del cliente de forma innovadora con mejoras constantes e interminables. Intentamos ser capaces de crear experiencias.
B.M.: ¿Qué ha supuesto la pandemia a la peluquería?
R.A.: Sin lugar a duda, un antes y un después. El camino siempre está plagado de piedras y las cosas rara vez marchan como uno había previsto. Por eso hay que ser flexible y buscar alternativas. Es fácil decirlo, lo sé, lo he vivido, pero no hay que perder de vista el objetivo, la meta, cuando las cosas se ponen feas y el horizonte se vuelve gris. En todo este proceso hemos tenido desde primera hora el apoyo de I.C.O.N. y eso ha sido un pilar fundamental para, por decirlo de alguna manera, reinventarnos, coger una ruta diferente y llegar al destino. Esto no quiere decir que obviamente a veces, por múltiples razones, uno se sienta desanimado o negativo. Sin embargo, tienes la responsabilidad de frenar cuanto antes la tendencia al pesimismo. El miedo, si no se gestiona adecuadamente nos arrincona, nos tortura y nos aleja de nuestro verdadero potencial. Por eso (y enfatiza con un gestos de sus manos) no hay otra alternativa que plantarle cara y derrocarlo.
B.M.: ¿Qué te ha dado esta profesión que no te hubiera dado cualquier otra?
R.A.: Diría que todo lo que soy, nunca me planteé otra opción fuera de esta profesión. Hay muchas cosas en la vida que pueden atraer tu atención, pero solo unas pocas atraen tu corazón, y en mi caso, esta profesión, la peluquería, atrapó mi corazón (sonríe).
B.M.: ¿Satisfecha con tu carrera?
R.A.: Si, (exclama), ¡claro que sí!. Me siento muy orgullosa de mi equipo, del camino recorrido, de todos los momentos, de las personas que he conocido, de las que me acompañan, de mi pareja y su apoyo incondicional, de todo el aprendizaje y el que queda, en definitiva, de todo lo vivido.
B.M.: Y, por último, Rosa, ¿qué le pides al futuro?
R.A.: Así, sin explayarme y con la sensibilidad que nos envuelve con la situación actual, te digo que 'SALUD', en mayúsculas. Pero es cierto que he concebido siempre mi vida en el aquí y en el ahora. Al final, las respuestas al futuro se van encontrando a medida que uno va haciendo el camino, exponiéndote a la realidad, viviéndola y sufriéndola o disfrutándola, que de todo hay y siempre recuerdas más lo bueno, que también es cierto.