Revlon, al borde de la quiebra, así rezan los últimos titulares de los medos de economía y especializados. El grupo ha iniciado los preparativos para acogerse al Chapter 11, lo equivalente en Estados Unidos al concurso de acreedores, de cara a la próxima semana, según Bloomberg.

La declaración para entrar en concurso no es definitiva y podría cambiar en los próximos días. El viernes, a cierre de la bolsa de valores de Nueva York, las acciones de la compañía cayeron en picado en un 53%, hasta 2,05 dólares por acción.

"Los motivos que han desencadenado esta operación son las disrupciones originadas por los cuellos de botella en la cadena de suministro y la imposibilidad de hacer frente a su deuda".

"Los motivos que han desencadenado esta operación son las disrupciones originadas por los cuellos de botella en la cadena de suministro y la imposibilidad de hacer frente a su deuda", según ha comunicado la compañía. Además, la empresa también ha iniciado las negociaciones para buscar un nuevo propietario. Por ahora, Revlon está en manos del hólding MacAndrews&Forbes.

Debra Perelman, presidenta consejera delegada de Revlon, en la presentación de sus últimos resultados anuales, explicó que, "a pesar de la gran demanda que está experimentando la empresa, los problemas relacionados con la cadena de suministro están ejerciendo presión para poder asumirla".

Una deuda de 3.000 millones

Actualmente, la deuda a largo plazo de la compañía se eleva hasta 3.000 millones de dólares. En el último ejercicio antes del estallido de la pandemia, Revlon disminuyó sus ventas en un 14%.

Entre enero y marzo, la empresa disminuyó sus pérdidas hasta 67 millones de dólares. En el primer trimestre de 2021, los números rojos de la empresa fueron de 96 millones de dólares.

En el primer trimestre de 2022, las ventas de la empresa fueron de 479,6 millones de dólares, un 7,8% más que lo registrado en el mismo periodo del ejercicio anterior. Entre enero y marzo, la empresa disminuyó sus pérdidas hasta 67 millones de dólares. En el primer trimestre de 2021, los números rojos de la empresa fueron de 96 millones de dólares.

A día de hoy, el grupo opera en 150 países. Su estructura de negocio está organizada en cuatro divisiones: Revlon, la mayor línea de la empresa por facturación; la marca Elizabeth Arden; Portfolio, que incluye firmas como American Crew y CND o la licencia de la línea de color de Llongueras; y Fragances, que incluye marcas como Juicy Couture, Britney Spears o Halston, entre otras.









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