Hace un par de semanas hablamos de los peinados y recogidos en peluquería femenina que se van a llevar esta Navidad. Sin embargo, la barbería también se prepara para lucir sus mejores galas estas fiestas, aunque no se hable tanto de ella. ¿A qué se debe? Jordi Pérez, al frente de la Barberia de Gràcia, Álvaro The Barber, de Álvaro The Barber, y Mikel Estupiñà, de Morella Hair Center, nos lo aclaran. "El hombre, cuida tanto o más su imagen que la mujer, aunque el resultado final acostumbra a ser mucho más discreto. En el mundo femenino existe más fantasía y los trabajos acostumbran a ser más espectaculares. En el masculino, salvo contadas excepciones, todo es más sobrio y menos llamativo", explica Jordi Pérez. Una opinión que comparten el resto de barberos consultados. "Creo que es una osadía intentar alcanzar el protagonismo de la peluquería femenina, tanto en estas fiestas como en el resto del año. Cualquier look femenino cuenta con un gran número de opciones (cortes, colores, peinados, recogidos, etc.), dotándole de un abanico creativo que la peluquería masculina no tiene. Aun así, intentamos dar a conocer la importancia de una buena elección para completar el estilismo masculino durante estas fechas", añade Álvaro The Barber. "Todavía recordamos aquellas épocas donde las mujeres se arreglaban el cabello, a base de recogidos y peinados de fiesta. Pero los tiempos cambian y el porcentaje de visitas, tanto de clientela femenina como masculina a nuestro salón durante estas fiestas, es muy parecido al del resto del año", redondea Estupiñá.
¿Old School también para estas fiestas?
"Old School siempre". Así de rotundo se muestra Álvaro The Barber, quien tiene claro que los clásicos "nunca mueren". "En eventos especiales, por ejemplo bodas y/o fiestas navideñas, el estilo Old School aporta un plus de elegancia. Ese aire gentleman es infalible en Navidad", resalta. Recordemos que la barbería Old School se basa en un concepto de corte de cabello clásico, aunque también se puede considerar tradicional y atemporal. Los orígenes se remontan a los años 20 cuando la falta de salubridad e higiene masculina obligó a optar por una serie de cortes que duraran más tiempo en el cabello, tal y como nos explicó Vicenç Moretó, de la Barbería Vicenç Moretó, en un reportaje anterior. En consecuencia, la mayoría se decidieron por rasurados en los laterales y nuca, dejándose el cabello más largo y con pomada, a base de petrolatum, arriba. Posteriormente, durante los años 40 y 50 se suavizó el largo en la zona superior de la cabeza y también los cortos en laterales y nuca.
Por lo tanto, el Old School deja algo más de volumen en la parte superior que en los lados, proporcionándoles la máxima verticalidad posible. O sea, que se busca un perímetro cuadrado, achatado en los lados. A partir de ahí, se le pueden aplicar todas las variaciones posibles, cortes conectados o desconectados, volúmenes exagerados en la zona frontal, medidas muy cortas, o incluso afeitadas en los parietales, según Moretó. "Cabellos dirigidos a los lados o hacia atrás, pero a ser posible que, en la transición de los lados con la parte superior de la cabeza, haya un degradado, un fade. El fade se ha convertido en el gran protagonista de la barbería de estos últimos años", añadía Pérez.
A pesar del colorido y la alegría que impera estas fechas, no se detecta un incremento en la adopción de colores de fantasía. Estos se reducen a un tipo de público minoritario que demanda este servicio en Navidad y Nochevieja.Pensando en las próximas fiestas, los trabajos Old School deben ser "impecables, muy precisos y recién cortados", en opinión de Pérez. "Estos estilos, a base de medidas extremadamente cortas, pierden fuerza e impacto visual a medida que pasan los días. En Navidad, recomendamos cortes Old School perfectamente peinados y realzados con algún producto de acabado", aconseja.
Varias corrientes se dan dentro del estilo Old School: una más rockabilly con cortes como el Pompadour o tupé, el Mohawk o cresta, el Ivy League (raya lateral), el Bowl Cut (a tazón) y otra de influencias militares, con cortes muy cortos como el cepillo afeitado (horshoe flattop), el cepillo militar (military flattop), el cepillo redondo o recon, el afeitado Norelco u Oster de cinco ceros (clipper shave) o el afeitado total con navaja (razor shave), por ejemplo. A los cortes mencionados, cabe añadir el Executive Contour, que trabaja los contornos (laterales y cuello) más cortos que el resto. En suma, estilos clásicos "de la vieja escuela" que siempre están de moda o son tendencia, tal y como comparte Estupiñá.
Aire british que recuerda a los años 90
Lo más recomendable es lucir el mismo estilo del resto del año, aunque "muy arreglado y cuidado", en opinión de los tres barberos entrevistados. Aun así, Álvaro The Barber resalta: "Por suerte, la diversidad es mayor que nunca: el hombre tiene a su alcance fuentes de inspiración de todo el mundo, a la hora de elegir su look. Es cierto que la mayoría de la gente no arriesga en eventos como Fin de Año, donde predominan las tendencias actuales mayoritarias. De todas maneras, algunos chicos deciden arriesgar, cambiando su imagen y adoptando estilos no habituales en ellos, cuando se da una ocasión especial. A nosotros nos piden algo diferente a lo que suelen llevar en momentos puntuales. Por ejemplo, podemos radicalizar su corte habitual, exagerando el peinado. O cambiar ese corte derivándolo hacia tendencias menos conocidas que están por llegar".
Las fiestas navideñas serán la antesala de las tendencias emergentes que arraigarán en la barbería dentro de unos meses. En este sentido, Álvaro The Barber asegura que pegan fuerte los cortes crop, con aires british y flequillos rectos y cortos que enmarcan el rostro: "El resultado es genial como opción de cambio a los hombres que hayan llevado la frente despejada en los últimos tiempos. Estos cortes los hicimos mucho en los años 90, en los que nos inspiramos bastante hoy en día. Eso sí, sin dejar de lado el Old School que tanto nos gusta". "Si el cliente me deja ganar largo en su cabello -puntualiza- opto por contrastes exagerados: muy corto en zonas bajas y mucho volumen en zonas superiores, potenciando rizos y ondas. En cabellos largos me gusta el contraste al revés, con flequillos cortos. Intentaremos que nuestros chicos se animen a los cambios que les propongamos y sea una divertida campaña de Navidad".
Y es que se ha pasado de tupés geométricamente "imposibles" a flequillos, aunque Estupiñá desconoce si es una evolución del fade al british fade: "No obstante, el flequillo no le favorece a todo el mundo. Lo importante es personalizar los looks según la imagen del cliente. Nosotros proponemos elegancia y estilo, además de ese toque de moda que nos caracteriza".
En última instancia, si el estilo elegido es Old School, Pérez prefiere darle protagonismo al tupé. "Ahora bien, si se trata de una medida más corta y peinado hacia delante, le daremos mucho protagonismo al flequillo. Siempre que encaje con el estilo del cliente".
Entre las tendencias a la baja, los mun y las trenzas masculinas (man braids) combinadas con laterales rapados. "Son estilos que van a menos, aunque se hicieron muy populares unos meses atrás. El perfil del cliente que viene La Barberia de Gràcia, prácticamente no demanda las man braids y pese a que en su momento hicimos muchos muns, ahora ya no hacemos prácticamente ninguno", reconoce Pérez. Para Álvaro, si el cliente tiene melena larga es mejor lucirla suelta y bien peinada.
El bigote, un "bombazo" en fiestas
El número de arreglos de barba y bigote aumenta durante las fiestas, siendo el segundo un "bombazo" como opción de cambio radical, según Álvaro The Barber. "Algunos hombres, con o sin barba, deciden potenciarlo estos días en los que acuden más a la barbería". En estos momentos, se acortan barbas lo que indica que los clientes tienden a recuperar su forma natural del mentón, según Estupiñá. "Esto les obliga a visitarnos más a menudo, entre una vez a la semana y quince días. De lo contrario, es imposible conservar la forma natural del rostro con menos frecuencia de cuidado". Las agendas de las barberías se llenan, especialmente los días 24 y 31 de diciembre. "La barba sigue siendo un complemento fijo en la imagen de muchísimos hombres", recalca Álvaro.
A pesar del colorido y la alegría que impera estas fechas, no se detecta un incremento en la adopción de colores de fantasía. Estos se reducen a un tipo de público minoritario que demanda este servicio en Navidad y Nochevieja, luciendo un estilo más informal. En barbería, los colores se trabajan más en verano que en invierno, siendo esta temporada más austera y familiar. En verano, la clientela se "desmadra" más, especialmente durante el periodo vacacional, opina Estupiñá.