Acumulan miles de seguidores, sus publicaciones en Instagram se llenan de likes y comentarios y no hay cabecera de moda que no les mencione. Las cuentas de algunos salones de peluquería y estética se han convertido en auténticos referentes que recogen las tendencias para convertirlas en realidad. Analizamos qué hay detrás de su éxito.
Referencers vs. Influencers
El boom de las redes sociales ha abierto una ventana a través de la que mostrar al mundo los trabajos que se realizan en el día a día, con resultados reales, en lo referido a la peluquería y la belleza, del antes y el después. Con esfuerzo, paciencia y mimo los salones que han ido compartiendo su saber hacer con sus followers han conseguido identificarse con un nuevo término, son los referencers.
¿Qué les diferencia de los influencers? Que dejan a un lado su vida privada para centrarse en poner el foco únicamente en su profesión y, desde sus perfiles de especialistas, dar a conocer qué hay detrás de su trabajo y convertir sus resultados en una necesidad para su comunidad de seguidores.
En OMAT, la única entidad de certificación especializada en peluquería y estética, afirman que las claves de su éxito se basan en tres aspectos fundamentales: formación, trato excelente e innovación.
El 'boom' de las redes sociales ha abierto una ventana a través de la que mostrar al mundo los trabajos que se realizan en el día a día, con resultados reales, en lo referido a la peluquería y la belleza, del antes y el después."Por supuesto -dice OMAT-, estas cuestiones hay que conjugarlas con otros aspectos más emocionales, como la pasión por el trabajo que se realiza o el compromiso con su propio proyecto profesional, pero sin esos tres componentes falta la base que sustenta todo lo demás”.
¿Por qué? Vayamos paso a paso.
Formación: “Tener una sólida formación es sinónimo de conocimientos. Cuando uno sabe lo que hace consigue resultados que puede compartir, pero también tiene la capacidad de responder a las preguntas que le puedan plantear sobre su trabajo. Un profesional que conoce por qué hace las cosas de una determinada forma y resuelve las dudas de su comunidad de seguidores afianza su imagen ante ellos”, nos explican desde OMAT.
Trato excelente: “Las redes son un espacio de interlocución directa entre el profesional y sus potenciales clientes. Están ahí porque les gusta tu trabajo, pero la comunicación con ellos y la atención debe ser exquisita por varios motivos. Primero, porque son posibles compradores de tus servicios y, segundo, porque las respuestas que estás dando son públicas y, si no contestas de una forma amable, empática y resolutiva, se puede generar un aluvión de críticas negativas que se convertiría en un problema de reputación para tu negocio. Al igual que ocurre en el espacio presencial del salón, hay que saber gestionar la atención al cliente y, en el caso de las redes, siendo conscientes de que estamos hablando a través de un altavoz con lo que hay que ser especialmente cuidadoso”.
Tan relevante es el trato al cliente que OMAT, como entidad oficialmente acreditada para certificar en el ámbito de la peluquería y la estética, ha desarrollado un certificado específico que evalúa y distingue a aquellos profesionales que son especialistas en atención de calidad al cliente.
Innovación: “Todos nos hemos acostumbrado a la inmediatez, a la renovación, a recibir estímulos diferentes constantemente. Por eso, el consumidor busca novedades, creatividad, que no le muestren ni le hablen siempre de lo mismo. Esto obliga al profesional a estar en constante mejora y evolución y, con ello, volvemos a la formación. Imprescindible no dejar nunca de aprender y, cuando se hace, buscar fuentes fiables, como las editoriales especializadas o centros de formación de calidad. En Internet hay mucha información, pero si no se sabe filtrar, puede convertirse en desinformación”, concluyen desde OMAT.
La gran ventaja de las redes es que están al alcance de todos pero, aunque no lo parezca, suponen y tiene mucho esfuerzo detrás. Convertirse en referencer implica dominar todos los aspectos anteriores y hacerlo con destreza. Además, es importante conocer cómo funciona cada plataforma y que las imágenes y textos publicados sean atractivos y cuiden el lenguaje. OMAT reflexiona y advierte: "Para bien o para mal, las redes dicen mucho y pueden elevarte al altar de los salones más deseados o, si nos las gestionas correctamente, llevarte a una importante crisis para la imagen de tu negocio".