"En el pasado eras lo que tenías,
ahora eres lo que compartes".
Godfried Boogaard, consultor de estrategia
y operaciones, Online Marketing Fabriek &
internetwolk. Nacido en Utrech (Holanda).
Hay vida más allá y tras la ventana de las RRSS. Cada vez oigo a más personas de mi entorno comentar: "Era más feliz antes de la llegada de las redes".
La tiranía de la nueva forma de socialización que ha supuesto la entrada en nuestras vidas de las RRSS se refiere sobre todo al tiempo que nos secuestra a la hora de manejarlas. Algunos se preguntan, cada vez más personas, si realmente y en lo referido a las empresas, las redes sirven o no.
La capacidad de autopromoción en las redes es innegable. Ésta se produce gracias a dos figuras básicas, el debatido influencer, que haberlos, los hay, pero no son cualquiera, y la publicidad pagada como en el caso de Instagram Empresas que está demostrando, en determinados perfiles, su eficacia para la compra a través de Internet.
Eso sí, hay que decidir. Si la elección es apostar por este canal, las RRSS como herramienta de marketing, habrá que hacerlo con todo el empeño y personal dedicado en exclusiva a su manejo, conocedor de las estrategias que funcionan y de las redes adecuadas a tal fin. El resto es una excusa para estar, dejarnos ver y que nos vean, pura vanidad, que se limita a presumir de likes, y cifras de seguidores, a la postre, 'comprados' en una gran mayoría de casos. Y por supuesto, sin olvidar, como decían las abuelas, "los huevos, nunca en la misma cesta". Las redes han de ser concebidas como complemento, y no como suplantación a otras vías o canales de comunicación de probada eficacia.
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