Rafael Méndez: 'Usar nuestros productos es implementar nuestros conceptos en el salón'

La trayectoria profesional de Rafael Méndez es imparable y sigue 'in crescendo'. Audaz, atrevido y amante de los retos, es desde hace cuatro años Presidente de I.C.O.N. Italia, un país que le ha abierto las puertas y en el que se siente cómodo y muy respetado.

Forjado desde sus comienzos en la empresa, desde el trabajo humilde y perseverante, su compromiso y fidelidad a I.C.O.N., fueron cruciales en su despegue. Reconoce que su trabajo es apasionante y nunca deja de sorprenderle. Se reconoce un profesional hecho a sí mismo, siempre consecuente con lo aprendido y vivido, pero abierto a todas las posibilidades de nuevas experiencias y aprendizajes que pueden presentarse. Su misión en la firma sigue evolucionando y tiene muy claro que aún le queda mucho que ofrecer.

BEAUTY MARKET: Sigues ligado a la misma empresa desde tus inicios, ¿por qué estás tan unido a ella?
RAFAEL MÉNDEZ: Mi primer trabajo fue en la barbería del señor Alfredo (el padre de Jorge Rubin). Él me enseñó el amor por la profesión, la atención al cliente y sobre todo a conocer a las personas. En la barbería también trabajaba Otero, fue quien me enseñó el arte de la barbería y puedo decir que es, a día de hoy, mucho más que un compañero de trabajo. Después de un par de años, Jorge incorporó la marca Sebastian a sus salones. Un día me llamó para reunirse conmigo y me propuso salir a la calle a vender los productos, pero con una condición: que si no me gustaba volviese al salón. Siempre digo que soy un vendedor accidental, ya que nunca me hubiera imaginado hacer de este trabajo mi pasión. No diré que los comienzos fueran fáciles... el trabajo a puerta fría, sin experiencia en ventas, la incertidumbre de los salones que desconocían la marca... ¡Fue muy complicado! Pero como buen gallego, soy muy tenaz y constante y me tomé aquella oportunidad como una misión. Al final siempre pienso que no tener experiencia hizo que me construyera a mí mismo y así creé una forma de trabajar en este sector que fue fundamental para nuestro éxito. No saber de técnicas de venta me hizo desarrollar mis propios conocimientos, los adquiridos cuando trabajaba en el salón de Jorge Rubin. En cada reunión nos hablaba de la cultura empresarial de ventas, de atención al cliente… y todos esos conocimientos los fui implementando en la relación con los clientes que confiaron en mí. Con esa base logré que los salones se convirtieran en salones referentes. Cuando nació I.C.O.N. supe que en el proyecto estaban todos los valores que siempre nos habían inculcado en el salón, a nuestros clientes y a nuestro equipo. Tener a Jorge Rubin al frente y seguir después de tantos años con una visión del negocio tan atractiva como el primer día, responde al porqué de esa unión inquebrantable.

B.M.: Ahora en Italia, ¿cómo ves la trayectoria de la compañía en un país tan competitivo?
R.M.: Toda la gente que conozco del sector me dice que Italia es una país muy difícil, un mercado con muchas marcas propias debido a la gran cantidad de fábricas de productos que existen. Además, Italia es también un país con mucha cultura, cuna de la moda, con grandes diseñadores. Un país educado en la calidad y el buen gusto. Y es por eso que I.C.O.N. es la marca de los profesionales italianos que buscan diferenciarse. Mi propósito aquí es hacer de I.C.O.N. una marca de culto, con salones exclusivos, replicando lo que hemos conseguido en España. La aceptación es muy buena, los profesionales tienen muy buena sintonía y conexión con nosotros.

B.M.: Siempre has contado en tu equipo con mujeres, ¿cual es la razón?
R.M.: I.C.O.N. comienza su andadura en el año 2002 y cuando empezamos, mi decisión fue crear un equipo formado íntegramente por mujeres. Aunque pocos creían en ello y dudaban de mi decisión, con el tiempo puedo confirmar que fue una gran elección. La razón es muy simple: para hacer un pedido no necesitamos a una persona que venga a tu negocio 'a tomar nota'. Yo quería tener un equipo muy entrenado que llegara al corazón de nuestro sector (formado por estilistas, manicuristas...) y que fueran esas personas las que presentaran, demostraran y formaran a nuestros clientes, sin experiencia en ventas. Un equipo con la capacidad de realizar funciones de coach y de gestión en los salones. Ellas pusieron todo su empeño en formarse constantemente y fueron capaces de llevar a I.C.O.N. al nivel que hemos alcanzado hoy. Crear un equipo de mujeres hizo que I.C.O.N. se constituyera como un modelo para nuestros distribuidores. Cada vez que vienen a nuestra academia nuestros distribuidores internacionales comentan: "Claro, ¡con un equipo así, en mi país seríamos los mejores!".

B.M.: ¿Qué destacarías del resto de compañeros de la empresa?
R.M.: I.C.O.N. es una empresa familiar implantada en más de 25 países, con el mismo propósito inculcado por sus fundadores Chiara y Jorge Rubin: ofrecer servicio y atención personalizada a cada uno de sus clientes. Desde el responsable de logística, el equipo de oficinas y el de coaching, marketing y formadores, nuestra misión es superar las expectativas que hay sobre nosotros. En las reuniones siempre están representados todos los departamentos y lo que se comenta con el fin de mejorar, se implanta desde al día siguiente. No solo ofrecemos satisfacción, queremos ofrecer respuestas rápidas y eficaces.

Después de más de 23 años en el sector, con todos los cambios que han surgido en los negocios y las marcas, I.C.O.N. se mantiene siempre fiel a los principios de sus creadores. Fuimos pioneros en la inclusión de ingredientes de origen natural, repletos de vitaminas, que realmente funcionan desde la primera aplicación.

B.M.: ¿Qué tiene I.C.O.N. que no tienen las demás firmas de peluquería?
R.M.: Tener a dos fundadores líderes en sus sectores, con una visión muy clara en la creación de productos únicos con la máxima calidad, que aportaran al sector resultados inmediatos. Por otra parte, la capacidad de crear conceptos que implementados en los salones, logran posicionarse en los más alto en cuanto a la experiencia que los clientes reciben. Todo nuestro know how, lo implementamos en los salones I.C.O.N., buscando siempre que nuestros clientes mantengan su identidad y puedan lograr tener negocios de éxito. Si viajas por el territorio nacional, veras que los salones I.C.O.N. son salones referentes en el sector. Cada vez que un consumidor viaja a otra ciudad y necesita hacerse algo en el cabello, busca un salón I.C.O.N. porque sabe el nivel de calidad y atención que va a recibir. Esto forma parte de nuestra cultura. Ahora en Italia, cuando presento todo el plan de desarrollo que ofrecemos a un salón, me preguntan si somos una franquicia y cuánto tienen que pagar por esos servicios... y mi respuesta es siempre la misma: usar nuestros productos es implementar nuestros conceptos.

B.M.: I.C.O.N. siempre se ha mantenido fiel a sus principios y valores, ¿qué es lo que más destacarías de la empresa?
R.M.: Después de más de 23 años en el sector, con todos los cambios que han surgido en los negocios y las marcas, I.C.O.N. se mantiene siempre fiel a los principios de sus creadores. Fuimos pioneros en la inclusión de ingredientes de origen natural, repletos de vitaminas, que realmente funcionan desde la primera aplicación. Siempre vamos a ayudar a los peluqueros a que sean emprendedores, a que sepan proyectar mejor su negocio, adaptarse a las situaciones cambiantes y ser un modelo de negocio en el sector. En la pandemia, en menos de una semana, creamos una página de venta online y dimos todas las instrucciones a nuestros clientes para que pudieran contactar con sus clientes y ofrecerles los productos a través de nuestro servicio de transporte. Para muchos fue una fuente de ingresos en esa época en la que todo estaba cerrado. La educación se va actualizando y se van creando programas de éxito. Nuestra 'The House of I.C.O.N.' en Vigo, donde formamos a expertos en color, está creado por y para peluqueros y eso esta siempre presente.

B.M.: ¿De qué te sientes más orgulloso de tu trabajo?
R.M.: Mi mayor orgullo son todos esos salones que apostaron por nosotros, que nunca han dejado de aplicar todos nuestros conocimientos, que siguen siempre nuestros consejos y son referentes en sus zonas. Después de años en el sector, demostramos cada día que el equipo I.C.O.N. está siempre a su servicio para hacer de su salón un lugar único y referente.

B.M.: ¿Hay más mercados internacionales que te resultaría interesante explorar?
R.M.: Hace doce años empezamos la distribución de I.C.O.N. en México. Los inicios y la formación de los equipos y los salones fue mi responsabilidad. Nuestro sector, al igual que otros sectores, es igual en todo el mundo. Nuestra metodología de trabajo y visión del negocio es la misma. Desde hace más de dos años estoy de nuevo viajando a México y ayudando en la expansión de la marca. Entre nuestros proyectos está iniciar la expansión por toda Latinoamérica. Son mercados con tantas similitudes con el nuestro, que resultan muy interesantes.

B.M.: ¿Tienes pensado regresar algún día a España o prefieres dejarte llevar?
R.M.: Mientras mi aportación a I.C.O.N. sea necesaria, no me importa dejarme llevar. No me cuestiono regresar, ya que como mis comienzos, voy a estar allí donde un salón, un distribuidor o un equipo, nos necesite. Acabamos de abrir un flapship I.C.O.N. en la ciudad de Monterrey (México), en el cual me he implicado en todos los procesos: desde el diseño, el concepto, la formación técnica y de negocio. Y sé que será un modelo en ese mercado que llevará a la firma a seguir marcando la diferencia. Son muchas y muy especiales las frases que Jorge Rubin nos dice, verdaderos mantras que te ayudan a superarte. Me quedo con una frase: "Hay personas del montón y siempre serán del montón, porque nunca terminan lo que empiezan". Sé que mi misión en I.C.O.N. aún no ha terminado.