Dicen que para un escritor un papel en blanco es en ocasiones una visión angustiosa que les produce terror. El autor tiene que enfrentarse a una nueva obra creativa, y ha de superar el miedo a llevar a cabo esa tarea con éxito. Todos hemos pasado miedo cuando vamos a empezar una nueva tarea, una nueva aventura.

Esto es parecido a la situación en la que el estilista se enfrenta a un "Hazme lo que quieras" o "¿Qué crees que me iría mejor?". El peluquero tiene que armarse de valor, cargarse de creatividad y adentrarse en el terreno desconocido de la creación.

Uno de los recursos básicos de todo peluquero es afrontar este reto paso a paso de manera técnica, resolviendo las cuestiones generales, para después introducir matices, leves cambios, saltarse las reglas, en definitiva para aportar el toque artístico, el toque original o su visión personal del trabajo.

El primer paso es analizar el tipo de rostro y partir del tipo de peinado que mejor resalta o compensa las facciones. Los peluqueros sabemos que como norma general, el cabello es el ochenta por ciento del aspecto o imagen física de una mujer. El peinado tiene el poder de realzar el rostro, la mirada, estilizar las facciones, corregir en cierto modo los rasgos desproporcionados. El cabello puede ser un marco en el que se encuadra un rostro: un marco que puede potenciar el objeto de la mirada, o desviar la atención al punto que el estilista decida.

Tipos de rostro y el peinado más aconsejable

Básicamente podemos establecer 5 tipos de rostro:

  • Tipo Rostro Ovalado: Este tipo de cara en teoría es la más equilibrada y cualquier peinado puede ser favorecedor. Es la modelo más fácil de contentar ya que sea la que sea la tendencia imperante, se puede satisfacer a la clienta con un peinado por arriesgado que sea.
  • Tipo Rostro Alargado: Hay que evitar el pelo largo y liso. Una melena lacia y excesivamente larga aumentará más aún el aspecto de cara alargada. Un corte favorecedor podría ser una melena cuadrada con capas laterales que produzcan un efecto de ensanchamiento de la cara.
  • Tipo Rostro Cuadrado: En cierto modo es el caso contrario al tipo anterior. Para compensar este tipo de rostro ancho y anguloso hay que intentar quitar volumen de la zona superior, y para ello es aconsejable llevar el pelo largo a capas y preferiblemente liso. Se puede dejar flequillo siempre y cuando sea de lado.
  • Tipo Rostro Triangular: También llamado cara tipo diamante. El rostro tiene una forma de triángulo invertido, es decir, con la punta inferior marcando la barbilla. A este tipo de rostro le favorece el pelo corto de atrás, o bien recogido, o capas descendiendo de atrás adelante.
  • Tipo Rostro Redondo: En la cara redonda el objetivo es evitar el volumen. Sería muy recomendable huir de los rizos y cualquier tipo de peinado que potencia el volumen para evitar la cabeza en forma de bola. Sería más favorecedor una melena con más volumen hacia la zona inferior a base de capas.








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