La porosidad del cabello es la capacidad que éste tiene para absorber y retener la humedad y otras sustancias en su interior, una condición que se encuentra determinada por el estado de la cutícula, la capa exterior de cada fibra capilar, así como de su nivel de apertura, ya que, debido a la flexibilidad que presenta, puede llegar a abrirse para permitir que los aceites y el agua entren y salgan del pelo. Por ello, desde Hospital Capilar, corporación del sector capilar, explican cuáles son las principales causas de la porosidad capilar, cuál es el aspecto de cada cabello según su nivel de porosidad o cuáles son los hábitos más recomendados a seguir con el fin de evitar este problema.

“El aspecto del cabello dependerá de la disposición de las escamas de la cutícula, pero también de otros agentes externos, como determinados productos para el pelo, procesos como los tintes y permanentes o el uso de planchas y secadores. Esta capa, al tratarse de la parte externa del pelo, se encuentra más expuesta el daño del sol, a la utilización de herramientas de calor o a los factores climatológicos que otras partes del cabello como el córtex, la capa del medio que aporta forma, elasticidad y se compone de melanina que da color al pelo, o la médula, que es el núcleo de la fibra capilar”, explican los expertos de la clínica Hospital Capilar.

Así, la fibra capilar, que se encuentra formada en un 90% por queratina, consta de tres capas como el córtex, la médula y la cutícula, siendo ésta la capa exterior del cabello que determinará su grado de porosidad. No obstante, también lo determinarán factores como la herencia genética, la acción de tratamientos químicos agresivos como mechas, tintes, alisados, permanentes o sulfatos muy fuertes, los daños medioambientales derivados del cloro, el sol, el viento o climas muy secos, el uso excesivo de determinadas herramientas de calor, los productos capilares que utilicemos o las rutinas diarias que llevemos a cabo, como lavar el cabello con demasiada frecuencia.

"En los cabellos de porosidad baja, las hebras repelen el agua al tener las capas de la cutícula más unidas, siendo pelos, en consecuencia, que pueden tardar en mojarse por completo y más propensos a la acumulación de grasa o suciedad", explica desde Hospital Capilar.

No obstante, cada cabello conllevará unas necesidades específicas dependiendo del nivel de porosidad que presente, por lo que una melena de porosidad baja, caracterizada por tener una cutícula más cerrada y entrelazada, hará más difícil la penetración del agua y la absorción de los productos capilares, aunque retendrá la humedad durante más tiempo una vez que se hidrate. Por su parte, los cabellos de porosidad alta, al no lograr una correcta hidratación, se identifican por absorber la humedad a la vez que la pierden con la misma rapidez, provocándose, por ende, una mayor sequedad y encrespamiento en este tipo de melenas. Sin embargo, el pelo más fácil de cuidar será aquel que contenga un nivel de porosidad medio, por tener una disposición de las cutículas más flexible que permitirá la entrada de la hidratación con facilidad y su permanencia dentro de la fibra capilar.

A este respecto, desde Hospital Capilar subrayan que “en los cabellos de porosidad baja, las hebras repelen el agua al tener las capas de la cutícula más unidas, siendo pelos, en consecuencia, que pueden tardar en mojarse por completo y más propensos a la acumulación de grasa o suciedad, mientras que las melenas con porosidad alta tendrán las cutículas significativamente abiertas, permitiendo la entrada de agua con la misma facilidad que ésta es expulsada, lo que hará que el pelo sea más propenso al encrespamiento y a enredarse con más facilidad. No obstante, las melenas que presentan un grado de porosidad medio se adaptarán a un mayor número de productos para el pelo y requerirán un menor mantenimiento, debido a que, en estos casos, las cutículas tienen una apertura justa que permitirá mantener la hidratación”.

Cómo luchar contra la porosidad capilar

La porosidad es un problema que afecta más del 50% de la población en algún momento de su vida y, por ello, es fundamental saber cómo tratarla, qué rutinas seguir y qué productos utilizar en cada caso concreto, desterrando malos hábitos que puedan dañar al pelo.

Así, a la hora de tratar los cabellos con baja porosidad, se deberá optar por aquellos elementos que produzcan un alto nivel de hidratación, usando productos ligeros, como el aceite de coco, de semilla de uvas o de almendras, así como mascarillas específicas, sin proteínas, aclarando la melena con agua caliente para ayudar a que la cutícula se abra y entre, así, toda la nutrición que estas melenas necesitan.

En cabellos que tienen un alto nivel de porosidad, se deberán utilizar tratamientos con proteínas para reparar las grietas que se producen por la pérdida de agua, como es el caso de productos con soja, queratina o arginina.

Sin embargo, en cabellos que tienen un alto nivel de porosidad, se deberán utilizar tratamientos con proteínas para reparar las grietas que se producen por la pérdida de agua, como es el caso de productos con soja, queratina o arginina, haciendo especial hincapié en productos que hidraten y ayuden a fortalecer el pelo, así como elementos 'antifrizz' para mejorar su textura, debido a la tendencia al encrespamiento que poseen este tipo de cabellos. Además, se recomienda enjuagar el pelo con agua fría, ya que este hábito contribuirá a cerrar la cutícula.

“Por su parte, será fácil hidratar los cabellos de porosidad media y, por ello, en estos casos será suficiente seguir una rutina básica que incluya, de manera quincenal o mensual, un tratamiento de hidratación profunda para cubrir las necesidades de este tipo de pelo y mantenerlo saludable; debiendo optar también por champús sin sulfatos que limpien el cabello sin resecarlo ni dañar las cutículas”, concluyen los expertos de Hospital Capilar.









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