Pierre Bancon: El poder de lo natural

Convencido. Seguro y muy capaz. Con una trayectoria intachable, de las que ya quedan pocas, Pierre Bancon, director general de Aveda en España, sólo tiene guiños para la cámara. El resto es fidelidad y claridad meridiana acerca de lo que es Aveda y lo que va a significar con absoluta certeza en nuestro país.

Aveda aterriza entre nosotros con la apertura del que la firma denomina su buque insignia, el Aveda Lifestyle Salon & Spa en Madrid, concretamente en la genuina calle Ortega y Gasset, una de las vías más vertebrales de esta cosmopolita ciudad. El primero de otros salones Aveda que, a partir de finales de este año, continuará sumando inauguraciones.

Aveda, fabricante norteamericano, ha experimentado desde sus inicios un fuerte y sostenido crecimiento que abarca a todo el planeta. De hecho, el 20% de sus ventas se generan más allá de EE.UU. Su filosofía es su bandera y nos habla de uno de los deseos universales más perseguidos hoy en día por quienes se hallan comprometidos con las generaciones futuras: el desarrollo sostenible. Aveda es la alternativa natural, sin duda.

Desde sus inicios en 1978, la compañía ha desarrollado su negocio basándose en la conexión entre bienestar y belleza, así como en el compromiso medioambiental y social. Aveda es la firma de los productos cosméticos de peluquería y belleza hechos a base de plantas, del reciclaje, de lo holístico, del poder de lo sencillo y de lo humano, de la Naturaleza Elemental.

Por ser tan importante y distintintivo su concepto de trabajo, el cual ya nos adelanta Pierre Bancon en el previo a esta entrevista, decido, al contrario que en otras ocasiones, comenzar por el principio.

BEAUTY MARKET: Aveda es filosofía, un “estilo de vida” no sólo válido, sino también, exitoso. ¿Cómo explicarlo breve y fácilmente al lector?
PIERRE BANCON: Aveda es una marca que propone cuidar el mundo en que vivimos. Esta misión, verdadera piedra angular de nuestra empresa, fue ya escrita por nuestro fundador, el peluquero austriaco, Horst Rechelbacher en 1978. Desde su inicio, en lo más profundo de sus genes, Aveda lucha por este compromiso, intentando siempre mejorar las cosas que necesiten serlo. Esta sinceridad en lo referido a lo que hacemos nos permite ser realistas sobre el camino realizado y lo que nos queda por hacer. Sin embargo, estamos bastante orgullosos de algunos aspectos que demuestran nuestro compromiso.

B.M.: Hablamos entonces del poder de lo natural...
P.B.: Sí, y también de la sinceridad en lo que hacemos, que nos permite ser realistas sobre el camino realizado y el que nos queda por hacer. Sin embargo, estamos bastante orgullosos de algunos aspectos que demuestran nuestro compromiso. Así, en Aveda, todo desarrollo de nuevo producto toma en cuenta una visión sostenible del mundo. Buscamos nuevas materias primas vegetales, verdadera riqueza que la naturaleza nos ofrece, cultivadas de modo orgánico o bio-dinámico para respetar la tierra y su ciclo. Igualmente, y esto es muy importante, tenemos acuerdos con agricultores y tribus que viven con pasión la tierra. Les proponemos una relación de comercio justo para que disfruten lo más posible de su trabajo y, a la vez, nosotros tengamos una materia prima de máxima calidad. E intentamos sustituir ingredientes petro-químicos por ingredientes de plantas y flores, siempre y cuando sea posible. Más del 90% de nuestros productos son naturales y hasta el 99% en el caso de champús, gel de baño y algunas coloraciones. Sin olvidarnos del packaging, por ejemplo, donde buscamos los materiales reciclados.

B.M.: Sin duda, el compromiso con el medio ambiente significa la posibilidad de un desarrollo sostenido y sostenible. ¿Por qué Aveda lo ha comprendido mientras otras grandes compañías, trust, etc., a escala mundial, continúan indiferentes?
P.B.: Nuestro presidente, Dominique Conseil, lo resume con las 3 P: “Principles, Products and Profit” (principios, productos y beneficio). Explica que trabajando con los primeros sobre los segundos, se consigue el tercero. Apoyo plenamente esta visión. Quizás esto se nota mucho en Aveda porque vivimos lo que somos y porque somos lo que vivimos. Cuando uno es sincero en sus actos, siempre acaba notándose.

BM.: Inspirar, crear, cambiar... Ésta es otra de las bases en la que Aveda sustenta su desarrollo. ¿Cómo se consigue poner en marcha esta dinámica?
P.B.: Con mucha pasión y ganas. Respetando nuestra misión y nuestros valores. Podemos tener flexibilidad a la hora de hacer negocios, pero siempre dentro de la marca, de nuestros valores y de nuestra misión.

BM.: Por otro lado, Aveda apuesta por un concepto global de la belleza asentado sobre las bases de la búsqueda del bienestar para el cliente. ¿Es ésta la exigencia del cliente del siglo XXI?
P.B.: ¡Ah!, (Pierre no se resiste a la exclamación, a la pasión en lo que dice y hace. Una constante, línea a línea, en esta entrevista). ¡El cruce de nuestra cultura occidental racional con la cultura oriental más emocional! ¡Todo un programa y una riqueza! Vivimos todos en un mundo muy competitivo y difícil pero también apasionante. La gente busca el equilibrio y ha entendido que la belleza exterior proviene del bienestar y el equilibrio interior. De ahí esta fantástica dinámica hacia los productos naturales, orgánicos o bio-dinámicos, hacia la tierra y el deporte, hacia una vida más sana. La filosofía de Aveda engloba todo esto desde el inicio. Es lo que ha hecho que Aveda se haya convertido en una marca de culto en EE.UU. y en los países donde está presente. No funcionamos por moda, lo nuestro es más profundo y parte íntegra de nuestra misión.

BM: Entonces, ¿cree que el futuro pasa por ofrecer ofertas globales de salud, belleza y bienestar? ¿El modelo ideal de salón es el que pone al alcance del usuario todas estas posibilidades?
P.B.: Desde luego, Aveda defiende esta visión. Nos parece natural y normal ofrecer no solamente a clientes servicios de peluquería sino también servicios para el cuerpo, faciales y masajes, todo lo que ayude a restablecer el bienestar y el equilibrio.

B.M.: Pierre, centrémonos ahora en la peluquería. Tras su periplo por varios países, al frente de primeras marcas, y tras su llegada a España, ¿cuál es su opinión acerca del sector?
P. B.: Me fui en 2001 y he regresado en 2006, y me llaman poderosamente la atención 3 cosas. Primero, el mercado profesional de la peluquería sigue siendo en este país uno de los más dinámicos de Europa con muchas oportunidades de negocio. Segundo, la mujer española continúa cuidándose mucho. Acude más que otras mujeres en Europa al salón, (12 visitas al año, la media más alta en Europa) y busca cada día más servicios y más calidad. Tercero, curiosamente, el desarrollo de la profesión se debe principalmente a las aperturas de salones en franquicias “low cost” (bajo coste). Sin embargo, hay una fuerte demanda para su contrario, es decir, una peluquería alta gama, con servicios muy cuidados, fruto de la pasión que tienen los peluqueros españoles por su profesión. Aveda se posiciona desde luego en este mundo y conozco muchos peluqueros españoles independientes que cada día buscan más algo diferente.

B.M.: Hablamos por lo tanto de la exigencia del mercado de un método, de la necesidad de una filosofía a aplicar tanto en productos como en infraestructura...
P.B.: Hace años tuve un director general que siempre me decía: “Ya que pasamos más de la mitad de nuestra vida trabajando, mejor que sea para algo que nos guste y nos apasione”. Siempre he considerado que vender productos de peluquería no bastaba. La gente busca algo más que simplemente productos. El acto profesional de un peluquero, el cortar, colorear, peinar, y el acto de compra del consumidor, comprar servicios y productos, se han llenado de sentido. No solamente se trata de hacer su trabajo o sus compras, sino de hacerlas de un modo que dé sentido a lo que somos. Así, creo firmemente que conciliar filosofía de vida con productos e infraestructuras es algo factible y que aporta mucho a quien lo aplica. Aveda lo demuestra cada día y su éxito en el mundo vale más que muchos discursos.

BM.: Entonces, ¿cómo prevé Pierre Bancon que será el modelo empresarial de peluquería del mañana a escala mundial?
P.B.: Ésta es una pregunta difícil, pero parece que hay tres categorías que destacan hoy en día en todos los países. Una, los peluqueros independientes que tienen o buscan salones de alta gama con servicios completos de cabello, cuerpo, masaje, etc. Los famosos Salones y Spas tan de moda que apuestan por un servicio de alto nivel para una clientela muy exigente. Dos, las franquicias, que se han segmentando en todos los niveles, pero la mayor parte de ellas apuestan por ofrecer una buena relación calidad-precio con una imagen moderna. Y, por último, las peluquerías “low cost”, franquicias o independientes cuyo principal argumento es el precio. Todo eso, en definitiva, demuestra sobre todo el dinamismo de esta profesión y las ganas que tienen los peluqueros de crecer.

BM.: Estamos manejando desde el principio de esta conversación términos muy competitivos, incluidos en el ámbito más puramente empresarial. Aveda es también excelencia y liderazgo, por ejemplo. El peluquero, bajo su punto de vista, ¿se encuentra lo suficientemente familiarizado con este tipo de conceptos?
P.B.: La excelencia y el liderazgo son términos que todos conocen. El problema no es conocerlos sino saber aplicarlos a una filosofía de trabajo y de vida que permite diferenciarse y aportar al consumidor un servicio excelente y de alta gama. Estos conceptos solamente se pueden desarrollar si hay formación continua y aplicada a lo que necesita el salón, sus empleados y el dueño. La profesión todavía no invierte lo suficiente en formación. En Aveda, nuestro 7º principio es: “formarse nunca acaba”. ¡Esta frase lo resume todo!

BM.: ¿Existen realmente peluqueros empresarios, o son los menos?
P.B.: No son la mayoría, pero empiezan a entender que la peluquería es un arte que necesita una base de negocio para poder crecer de modo sostenible y rentable. En Aveda, ayudamos a los peluqueros a entender mejor su negocio y a completar sus conocimientos técnicos para manejar y entender bien su negocio.

B.M.: Pierre, sinceramente, ¿es usted optimista de cara al futuro?
P.B.: (Sonríe. Echa mano de su bagaje y descubro que gusta de las frases célebres, para disfrute de quienes, a su vez, disfrutamos con ellas). Candide de Voltaire solía decir: “Todo va bien en el mejor de los mundos”. Quizás soy un poco inocente, pero el optimismo es el oxígeno de la vida. La amargura y el cinismo serían más bien su CO2. Yo necesito oxígeno, como todo ser humano. La peluquería ofrece fantásticas oportunidades de divertirse trabajando. Intentaré aprovecharlo al máximo, porque solamente se vive una vez. Y, no me resisto a otra cita, esta vez de Espinosa, el filósofo, “el remordimiento es el segundo error”.

B.M.: ¿Qué es lo que todavía queda por cambiar?
P.B.: Muchas cosas, por eso el reto es bonito. Más que “cambiar”, que tiene una aire un tanto revolucionario, prefiero utilizar el término “evolucionar”. Es decir, capitalizar y apoyarse sobre lo existente en cada uno de los peluqueros para ir más allá, en busca de la excelencia y del éxito.

B.M.: ¿Y qué es de lo que irremediablemente tendremos que prescindir y olvidar?
P.B.: Del miedo y el encerrarse. Abrirse es la condición “sine qua non” del éxito. Estoy convencido.

B.M.: El sueño de Pierre Bancon es...
P.B.: Encontrar mis pirámides, como el pastor Santiago en la novela de Paolo Coello, “El Alquimista”. Necesitaré toda una vida para encontrarlas, pero sé que existen.

B.M.: Y su principal preocupación...
P.B.: Perder la ilusión y el equilibrio en la vida. Es una lucha de cada momento…, pero vale la pena.

Y cerramos este capítulo. No sin ganas de seguir. Quizá es que Pierre Bancon nos contagia y como él, o con él, disfrutamos de no perder la ilusión por lo que hacemos. Y nos gusta convertir en nuestra también la máxima que asegura, le inspira. Sencillamente, “Carpe Diem”. Y, ¡disfruta al máximo de lo que la vida te ofrece!