Hace algún tiempo, nos hicimos eco de algunas técnicas de microinjerto capilar, como la FUE. Básicamente, estos procedimientos de cirugía menor ambulatoria requieren anestesia local. Aunque no es preciso ingresar al paciente, sí se recomiendan una serie de cuidados de la zona tras la intervención. Recordemos brevemente en qué consiste.

Qué es la Extracción Individual de Folículos (FUE)

Esta técnica de cirugía capilar se caracteriza por no dejar secuelas permanentes en la zona donante del cuero cabelludo. Consiste en retirar de manera individual las unidades foliculares (UF) mediante microbisturíes de diferentes tamaños.

La operación quirúrgica es sencilla, aunque pueda resultar algo agotadora. El proceso se inicia con la selección de las mejores zonas donantes. Tras la limpieza del cuero cabelludo y el afeitado de la zona donante se inicia la operación quirúrgica con anestesia local.

El cirujano comienza con la extracción de folículos con gran habilidad y precisión respetando el ángulo natural del folículo. Se retiran los UFs (Unidades Foliculares) del cuero cabelludo y se colocan en recipientes preparados a baja temperatura, en suero frío, en condiciones adecuadas de hidratación. De esta forma, se evita su deterioro hasta la fase final de implantación, contabilizándose las unidades foliculares extraídas. Tras extraer las unidades, empieza la fase de repoblación. Antes de dar este paso, el cirujano ha dibujado, mediante pequeñas incisiones, la distribución del pelo a injertar. Posteriormente, se procede a introducir el pelo en el cuero cabelludo garantizando la profundidad exacta y el ángulo preciso que se le quiera dar al pelo. Es decir, se extrae pelo de zona sana y se implanta donde se aprecien signos de alopecia.

La hidratación hará posible que los folículos se implanten y agarren a la zona receptora. Es aconsejable pulverizar, como mínimo 10 veces cada hora, con suero fisiológico.

Finalizada la operación, no se necesita ningún tipo de vendaje. Los puntos de extracción cicatrizan en pocos días y son indetectables sin usar ningún tipo de sutura. Se aconseja no lavar la cabeza, y especialmente la zona donde se ha realizado el trasplante, hasta tres o cuatro días después del mismo.

Según algunas fuentes, las costras desaparecen entre 48 y 72 horas. No obstante, si se prolongaran durante días, se pueden aplicar esprays específicos, disponibles en los centros donde se realizan las intervenciones, con el fin de humedecer las costras y asegurar la supervivencia de los injertos. En algunas consultas también disponen de champús suaves que ayudan a cicatrizar y sanear la piel.

Hidratar la zona, algo básico

Durante los tres primeros días, se recomienda hidratar el cuero cabelludo. La hidratación hará posible que los folículos se implanten y agarren a la zona receptora, según expertos del Instituto Médico Dermatológico. Ese posible riesgo finaliza ocho días después de la intervención. Por ejemplo, aconsejan pulverizar, como mínimo 10 veces cada hora, con suero fisiológico. El suero fisiológico tiene varias aplicaciones: limpia las pieles delicadas y especialmente aquellas con heridas o quemaduras. También calma irritaciones, hidrata y regenera pieles resecas.

Quince días después, el paciente podrá ir a la playa y tomar el sol, eso sí con gorras o sombreros para evitar los efectos de la sobreexposición solar. Sin embargo, los especialistas aconsejan esperar hasta la cuarta semana para bañarse en la piscina.

A la hora de cortar el cabello, se deberán emplear tijeras en lugar de otras herramientas. Sería aconsejable esperar un mes antes de aplicar lacas o tintes.

Existen tratamientos complementarios muy útiles tras el trasplante capilar. La aplicación de minoxidil y plasma rico en plaquetas favorecerán la circulación sanguínea. Los folículos implantados reciben un plus de oxígeno y nutrientes que facilitará el éxito de la intervención y evitará posibles caídas.

Cuidados en el salón

  • A la hora de cortar el cabello, se deberán emplear tijeras en lugar de otras herramientas. La primera visita al salón no se efectuaría hasta un mes después de la operación.
  • No afeitar la cabeza hasta casi medio año después de la intervención. Nada de máquinas de corte ya que perjudicarían la zona receptora.
  • Sería aconsejable esperar un mes antes de aplicar lacas o tintes y realizar cualquier servicio químico.








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