La asesoría de imagen, esa "gran desconocida en nuestro país", ofrece nuevas oportunidades de negocio, también en el salón. Pero antes de profundizar en este perfil de peluquero y personal shopper, es preciso tener claros una serie de conceptos. Por ejemplo, ¿en qué se diferencia un estilista de un asesor de imagen? Héctor Carvajal, peluquero, asesor de imagen y fundador de su propio negocio Héctor Carvajal Hair Artist, nos lo explica: "Un estilista basa su trabajo en la tendencia. Es decir, todo aquello que se lleva y está de moda. Su prioridad es realzar esa tendencia en el usuario. Por el contrario, un asesor de imagen le da importancia al individuo, sus formas y proporciones. Y en este sentido, utiliza la tendencia aunque no se focaliza en ella".
Un asesor de imagen realiza un estudio antropométrico del cuerpo del cliente con el propósito de averiguar aquellos elementos característicos de su anatomía.Para hacerse una idea, un asesor de imagen realiza un estudio antropométrico del cuerpo del cliente con el propósito de averiguar las proporciones, simetrías y asimetrías en cuanto a medidas corporales y detectar aquellos elementos característicos de su anatomía. "Básicamente, debemos potenciar ocho veces el tamaño de nuestra cabeza en todo el cuerpo. En función de donde llegue esa proporción, descubriremos posibles inestetismos. La idea es disimularlos y potenciar los rasgos más bellos de la persona", explica Carvajal. Por inestetismos se entienden aquellas características corporales que no encajan en los cánones estéticos establecidos como correctos.
Personal shopper, ideal para clientela a la que se conozca bien
Lo ideal es ofrecer el servicio de personal shopper a clientes con los que haya un "cierto grado de confianza en el salón". "Antes de iniciar cualquier proceso de asesoría de imagen, entrevistamos al cliente para conocerlo mejor. Necesitamos saber su estilo, estatus social y entorno en el que se relaciona. Finalizada la entrevista, le hacemos varias fotografías en ropa interior, como parte de este estudio previo de asesoría de imagen. Solo así, podremos potenciar formas y rostro y no disfrazar a la persona", explica. Posteriormente, se efectúa un test de color para saber qué tonos le favorecen más y qué imagen expresa con cada uno de ellos. Por ejemplo, a un cliente con rojeces en la piel del rostro, se le recomendarán prendas con un verde oscuro para así camuflar estos síntomas.
Lo ideal es ofrecer el servicio de 'personal shopper' a clientes con los que haya un cierto grado de confianza en el salón.La asesoría de imagen incluye un total look personalizado, que encaje con el estilo de la persona y las sensaciones que desee transmitir. Carvajal nos da algún ejemplo: "Nunca veremos a la presidenta de Greenpeace luciendo una coleta lisa, extremadamente pulida, y vestida con un traje chaqueta blanco y negro. Deberíamos hacerle unas ondas que le dieran un aire más informal y acompañar su estilismo con complementos naturales, étnicos y que inspiren cercanía". Lo importante es educar al cliente: con cuatro prendas básicas y unos complementos buenos puede relanzar su estilo al máximo.
Corte y color potencian la imagen que se quiere plasmar
Los estudios demuestran que la imagen visual o no verbal supone un 93%, mientras que la verbal se queda en un 7%. El rostro es el marco del cuerpo, por lo tanto el cabello y el maquillaje son básicos para un asesor de imagen. El estudio de la cara se efectúa en función de las proporciones. Por ejemplo, la distancia entre ceja y ceja debe medir lo mismo que nuestro ojo. Según estas proporciones, el peluquero y asesor de imagen escogerá el corte y peinado que más favorezca al cliente. "Un rostro alargado necesita volumen en la zona superior; mientras que uno redondeado requiere laterales planos y cabello desfilado hacia la cara para marcar el mentón. El famoso rostro ovalado, considerado el más perfecto, es el más difícil de trabajar en cuanto a corte y peinado", asegura.
La asesoría de imagen incluye un 'total look' personalizado, que encaje con el estilo de la persona y las sensaciones que desee transmitir.El cargo profesional también tiene mucho que ver a la hora de elegir un tono capilar u otro. En el caso de la directiva de Greenpeace, por ejemplo, se optaría por colores tierra, muy cálidos. "Sin embargo, a una ejecutiva le haremos un corte geométrico, muy recto, con colores fríos, que configuren un look agresivo. Nada de mechas que suavicen y armonicen su imagen. La asesoría de imagen es muy subliminal". En definitiva, el entorno social, la altura y las proporciones condicionan la elección de un corte, peinado o tono.
Un servicio muy rentable para el salón
El servicio de personal shopper consiste en organizar un itinerario con el cliente por varias tiendas de moda, a las que el asesor/peluquero ha acudido con anterioridad para seleccionar las prendas, tejidos y colores adecuados. En función del presupuesto, se preparan y muestran diversos looks adaptados a la persona. El servicio incluye un estudio de fondo de armario previo. El asesor se desplaza al domicilio del cliente para ordenar y organizar su armario, descartar las prendas que ya no usa, reservar las que sí pueda necesitar y enseñarle a jugar con los básicos que sí le sean útiles. Con anterioridad a una ruta personal shopper, ya se ha definido el corte, color y peinado que llevará el cliente.
En función del presupuesto, se preparan y muestran diversos 'looks' adaptados a la persona. El servicio incluye un estudio de fondo de armario previo.En cuanto a las cualidades innatas que debe tener un peluquero, sin entrar en el tema formativo, que se quiera estrenar como asesor de imagen y personal shopper, Carvajal nos da algunas pautas: "En primer lugar, debe saber relacionarse con los clientes y aconsejarles en función de lo que les va a sentar mejor. Y por supuesto, tener el carisma suficiente para ganarse su confianza". Vale la pena intentarlo. La asesoría de imagen está pensada para clientela con un nivel adquisitivo alto, que sin duda puede dejar una gran rentabilidad en el salón. Las cifras lo dejan claro: el estudio antropométrico y la entrevista pueden alcanzar los 200 euros. Después, la asesoría de imagen completa y los tests de colores se aproximan a los 600 euros. Y por último, las rutas de personal shopper se cotizan a 85 euros la hora. "En nuestro país se utiliza mucho la asesoría de imagen, aunque no nos lo vendan así. Si bien es un servicio caro, es preciso adaptarse a todo el mundo a nivel adquisitivo", puntualiza.