El árbitro de un encuentro de la Liga de Fútbol Australiana expulsó a un jugador por llevar un corte de pelo “peligroso”. Lo curioso del caso es que se estaba disputando ya el tercer cuarto del partido cuando fue expulsado (en Australia el fútbol es un deporte a medio camino entre el rubgy y el fútbol que conocemos, y se juega por cuartos).
Nathan Van Someren es el nombre del jugador que protagonizó el incidente. Según sus declaraciones posteriores, al inicio del tercer cuarto se le acercó el árbitro y le dijo que ya le había avisado de que con ese pelo no podía jugar, que era peligroso, y le expulsó.
Lo curioso es que Nathan lleva varios años jugando con este look y nunca ha lesionado a nadie con su cabello. Por eso ya ha declarado que no tiene la más mínima intención de cambiar su peinado.
Los representantes de la Liga de Fútbol Australiana reconocen que el jugador no debió ser expulsado, porque no está en la reglamentación ninguna prohibición sobre jugar con unos determinados peinados.
El peinado en cuestión no es más que una cresta endurecida con gel fijador. Si el árbitro lo consideró peligroso fue porque creyó que su forma podía herir a los demás jugadores, especialmente en los ojos.