A los años, porque novias existen de todas las edades, 30, 40, 50..., se suma el hecho de que multitud de ellas no se identifican con un enlace clásico y muestran preferencias por otros estilos que diversifican cada vez más la manera de celebrar y 'peinar' en una boda a una novia.
Por eso, vamos a revisar cuáles son los estilos ideales y a la última para novias de cualquier edad.
Instagram @gonzalo_zarauza.
Más allá del boho
No todas las bodas son estrictamente románticas (entre sus coordenadas se encuentran otros horizontes), ni siguen por tanto, las mismas tendencias. Hay bodas muy cercanas, con círculos reducidos de amigos y familia que apuestan por otros modos y maneras. Por eso, se fijan en las tendencias que marcan la diferencia y se alejan de lo clásico y boho. Buscan una identidad propia, y en esto tiene mucho que decir no solo el vestido, sino por supuesto el peinado, que irá en consonancia con el paisaje y el encuentro organizado.
"Las novias cada vez siguen las nuevas tendencias de la moda a la hora de vestirse, peinarse y maquillarse. Eso abre un abanico de posibilidades amplísimo en todos los aspectos. Los patrones de los vestidos se simplifican, pero se sofistican y se actualizan. Las mujeres pueden casarse más de una vez en su vida y toda esa experiencia hace que se vuelvan más atrevidas", dice el experto en Asesoría de Imagen, Gonzalo Zarauza.
Es el mismo quien apunta: "Vestidos y peinados cortos son solo algunas de las consecuencias".
Un nuevo patronaje
Rompemos con los moldes. Los patrones establecidos dejan de serlo si hablamos de novias que evolucionan, más allá de los 30. "Hay parejas que se dan el sí quiero después de años de convivencia e incluso hijos. Es una forma de ratificar el proyecto en común de la pareja/familia, de celebrar el amor que lo ha hecho posible", cuenta Raquel Saíz.
"Otras -continúa y según su propia experiencia como estilista- repiten como novias. Con personalidades formadas, solventes, quieren expresar quiénes son, cómo son, y si eso supone hacer las cosas diferentes, ¿por qué no? Casarse con un mono, un pantalón o un vestido de color es igual de válido que llevarlo con un pixie o un bob. No podemos, ni debemos, cambiar lo que somos", asegura Raquel.
Melenas sueltas vs. recogidos
Los recogidos son un clásico de las bodas, no solo de las novias, también de las invitadas. Sin embargo, también son tendencia aquellas novias desenvueltas que lleven su melena al viento. "El cabello es muy importante a la hora de determinar la imagen de una novia. Debe encajar perfectamente con el vestido, ya que ambos elementos deben respetarse para que ninguno de ellos sobresalga o desluzca al otro. Una novia quiere verse siempre favorecida, pero también ser fiel a sí misma, a cómo entiende la vida, a cómo se siente dando ese paso y a veces, la mejor manera de expresarlo en luciendo una preciosa melena suelta", afirma Rafael Bueno de Rafael Bueno Peluqueros desde Málaga.
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La magia de los detalles
Lo sencillo es en ocasiones tan impactante como cualquier elemento altamente sofisticado. Esto es así porque los detalles quedan al descubierto, son apreciables sin distracciones. Una novia que se peina y viste de forma diferente, también utiliza detalles originales que se desmarcan de lo habitual. "Nuestra boda es una ocasión perfecta para llevar un detalle, una pieza especial y, además, lo hacemos con significado, con algo que nos conecta a un momento, a una persona. El accesorio o la joya toma una dimensión muy emotiva y ese valor que le añadimos, nos anima a ser más creativas y originales. El detalle puede ser protagonista y entrar a formar parte de nuestro día a día", señala Silvia Peinado, directora de Sia &Co.
Así lo proponen y detallan los expertos estilistas que durante décadas han peinado y continuarán haciéndolo a las novias de todo tipo y condición que deciden casarse haciendo de su personalidad propio estandarte, siempre atentas, eso sí, a las tendencias.