Con casi 40 años en el mercado, esta empresa de carácter familiar que Pere Solerdelcoll y Jordi Solerdelcoll pusieron a rodar en 1975 pasó, poco a poco, de fabricar las clásicas sillas y tocadores de metal destinados a su uso en peluquerías a convertirse en una auténtica referencia internacional en el diseño y la fabricación de mobiliario para salones.
Escuchar, pensar y crear
Hoy, cuando nos acercamos al primer cuarto del siglo XXI, aquella firma que empezó su andadura a nivel local ya ha traspasado fronteras. Los diseños de Pahi están hoy presentes en salones y peluquerías de Francia, Bélgica, Noruega, Finlandia, Suiza, Alemania, Grecia, Chile, Portugal, Inglaterra, Suecia y Dinamarca.
Tal expansión se ha basado, además, en los principios que acompañan a Pahi desde sus inicios: uso de materiales de primera calidad tratados por las expertas manos de un equipo de trabajo que aborda cada encargo de forma artesanal.
La búsqueda de la excelencia y la atención puesta en cada uno de los detalles ha generado proyectos que destacan por su flexibilidad, su adaptabilidad, su resistencia y por su capacidad camaleónica gracias a algunos de los servicios que ofrece la marca, como la personalización de tapizados, la adaptación de las medidas del mobiliario al espacio disponible o la realización de acabados individuales bajo demanda.
De lo grande y de lo pequeño
Desde el pequeño complemento más sencillo de fabricar hasta la realización de grandes proyectos realizados totalmente a medida del salón y de las necesidades del cliente, la filosofía de trabajo de Pahi resulta siempre igual de consistente. Tan consistente como la trayectoria de una marca que, con un catálogo de cerca de un centenar de productos, está aportando a salones de media Europa soluciones de diseño orientadas a crear espacios de trabajo cargados de significado.