Hablar de Olga, Olga García, y con ella, una de las profesionales de la peluquería más comprometidas y reconocidas del momento, se convierte en un ejercicio de sabiduría en torno al mundo del cabello. Y no sólo eso, charlar con ella, es borrar el tiempo. Se nos pasan los minutos y alguna hora, porque no queremos dejar escapar detalle, ni opinión ni forma alguna con la que concibe Olga su quehacer diario, su profesión. Vallisoletana que se proyecta e incursiona en todas y cada una de las facetas posibles e imposibles de la peluquería, acaba de protagonizar uno de los momentos del año, actuando como maestra de ceremonias en la entrega de las codiciadas estatuillas Fígaro, en una edición fastuosa en la que ella misma ha conseguido estar prenominada como Peluquero Español del Año. Y es que Olga, premia y es premiada, y no descansa en su empeño de hacer de su pasión, el arte del cabello, el estandarte que le reconozca allá donde va y pisa. Sus colecciones, sus propuestas, sus creaciones dicen mucho de ella y de un tiempo a esta parte, cosechan el aplauso de crítica y público, en un consenso que le ha convertido ya en parte inseparable, indeleble y referente de la industria de la peluquería.
Empecé creando colecciones de vanguardia, que me encantan, aunque llevo dos años sin presentar nuevos trabajos, enfocándome más en colección comercial masculina y femenina. Me siento cómoda en todas las facetas: este año, como ejemplo, tenemos colección de novias. Me gustan todas las ramas de la peluquería, corte, color, vanguardia...
Beauty Market: Olga, ¡nos asombras! Premios Barberos 3.0 el pasado año, prenominada a Mejor Peluquero Español Club Fígaro, premio Tocado a la Mejor Colección Masculina, dos salones que dirigir y además, una destacada faceta solidaria. ¿Cómo das para tanto y además lo haces tan bien?
Olga García: Primero, antes de contestar directamente a tu pregunta, aprovecho para decir, ¡me muero de ganas de hacerlo!, que he de dar las gracias, ante todo, a mi familia, que me apoya al 100% en esta carrera por y para la peluquería. Sin ellos, además que nada tendría sentido, tampoco dispondría de la libertad para gestionar mi tiempo y hacer todo lo que hago. Este año y el pasado han sido los mejores, ocho años haciendo colecciones y por fin llegó la recompensa.
Además, nuestra colección Belladonna ha sido elegida imagen de una de las marcas más importantes de nuestro país, en concreto, Periche, y hemos sumado distintas apariciones en prensa y una portada, no puedo estar más contenta.
Las ganas, la ilusión y la pasión por mi profesión me mueven a seguir haciendo, organizando o colaborando. Colaboramos con todos los eventos que nos lo solicitan y de distinta naturaleza, contra el cáncer, por ejemplo, participando en "Admírate como yo te admiro" y organizando un desfile para recaudar fondos o cualquier otra causa de similar naturaleza. Este año, en total, cuatro causas y un desfile solidario.
B.M.: Y en este incesante ir y venir de actuaciones, compromisos y creación, no abandonas en ningún momento, otra de tus pasiones, la pasión por la formación, por formarte, reciclándote en cuanto tienes oportunidad. ¿Qué es o debería ser la formación al peluquero?
O.G.: Creo que es muy importante formarse, aunque lleves 30, 50 años en la profesión. Éste es un mundo que evoluciona constantemente y es imprescindible adaptarse ante la aparición de nuevas y variadas técnicas, herramientas o productos. Seguir aprendiendo es la clave.
Ganar un premio siempre es publicidad para el salón y esto nos trae clientes que, al final, son los que mantienen nuestra economía. El premio Barberos 3.0 cosechó una gran difusión en prensa, entrevistas de radio, redes sociales, etc. El reconocimiento a tu trabajo y dedicación es, sin duda, una gran recompensa.
B.M.: ¿Imaginaste llegar hasta aquí?
O.G.: No, hasta aquí no. Soñaba con llegar, por supuesto, pero no hasta este momento tan grande, tan infinito. Finalmente, compruebo cómo los sueños se cumplen cuando dedicas tiempo, pasión y esfuerzo constante a ello. Pero (y sonríe), aún me quedan muchos sueños por cumplir.
B.M.: Y a partir de aquí, ¿qué quieres conseguir?
O.G.: Me gustaría un Fígaro, un AIPP, desfilar en el Royal Albert Hall... Ilusiones que parecen lejanas, pero en mi punto de mira. No dejaré de intentarlo.
B.M.: ¿Qué ha supuesto en tu carrera el premio Barberos 3.0 de 2016?
O.G.: Ganar un premio siempre es publicidad para el salón y esto nos trae clientes que, al final, son los que mantienen nuestra economía. Este premio cosechó una gran difusión en prensa, entrevistas de radio, redes sociales, etc. El reconocimiento a tu trabajo y dedicación es, sin duda, una gran recompensa.
La participación en Tijeras Solidarias es una experiencia inolvidable, enriquecedora, sin duda. Hablé con Saúl Sancho, responsable de este movimiento, para ir Atenas a los campos de refugiados y, en una semana, lo organizamos, ajustamos agendas y nos fuimos los dos solos.
B.M.: ¿Y tú reconocimiento por parte de los Premios de la Peluquería Española, los Fígaro?
O.G.: La prenominación a Peluquero Español del Año no me la esperaba. Ha sido un anuncio de gran valor para mí, ya que te nominan tus propios compañeros de profesión a los que doy las gracias. Un orgullo que tus compañeros valoren tu trabajo.
B.M.: Cuéntanos un poco de tu participación en Tijeras Solidarias. ¿Por qué te decides a colaborar y qué es lo que te ha aportado esta experiencia?
O.G.: Experiencia inolvidable, enriquecedora, sin duda. Hablé con Saúl Sancho, responsable de este movimiento, para ir Atenas a los campos de refugiados y, en una semana, lo organizamos, ajustamos agendas y nos fuimos los dos solos. Cuatro días trabajando mañana, tarde y noche, incluso el día que volvíamos a nuestros hogares trabajamos toda la mañana. Mucha intensidad y cansancio, pero con la grata sensación de haber realizado una buena acción. Los refugiados son agradecidos y te dan lo poco que tienen, los niños parecen felices a pesar de la situación que viven día a día. Te cambia el punto de vista de tu vida, lo tenemos todo y no valoramos nada.
B.M.: Dada tu dilatada trayectoria, y desde tus inicios hasta aquí, ¿cuál ha sido en tu opinión la evolución de esta profesión en nuestro país?
O.G.: La peluquería española se encuentra en su mejor momento. Disfrutamos de grandes profesionales y muy buenos trabajos.
Para mantener actualmente dos salones en activo contra viento y marea la clave está en contar con un increíble equipo, entre ellos mi hermana -al frente de nuestro segundo salón-, de quienes recibo un apoyo incondicional. Me siento profundamente agradecida.
B.M.: Olga es una peluquera, unisex, ¿dónde te encuentras más a gusto? ¿Con el hombre, la mujer, la vanguardia?
O.G.: Empecé creando colecciones de vanguardia, que me encantan, aunque llevo dos años sin presentar nuevos trabajos, enfocándome más en colección comercial masculina y femenina. Me siento cómoda en todas las facetas: este año, como ejemplo, tenemos colección de novias. Me gustan todas las ramas de la peluquería, corte, color, vanguardia... Para mí lo importante es crear y jugar con nuevas texturas o colores. Investigar sobre todo ello te ayuda a crecer como profesional.
B.M.: ¿En qué trabajas actualmente?
O.G.: Quiero hacer una exposición con todas las colecciones y publicaciones en prensa nacional e internacional. Queremos que nuestro trabajo llegue a más gente y que lo vean como un arte.
Trabajamos en las colecciones del año que viene y en enero empiezo a organizar el desfile benéfico que montamos cada año para recaudar fondos en la lucha contra el cáncer.
B.M.: ¿Imaginaste alguna vez colocarte en la lista de los peluqueros más destacados de nuestro país?
O.G.: No, la verdad es que vino todo junto, para nosotros era un sueño, abrir una revista y encontrar tu colección, ver su repercusión en las páginas on-line, en RRSS, ¡todavía me sorprende! Cuando la gente te dice "me encanta lo que haces, te admiro", pienso que no hablan de mí.
Al crear una colección pones todo tu saber, investigación y medios para hacerla. Sobre todo, es algo que quieres contar, que nace del alma. Cuando la colección sale a la luz y percibes que la historia que querías contar está plasmada en la foto, te das cuenta de que has consumado un buen trabajo.
B.M.: Lo más difícil ha sido...
O.G.: Al estar al frente de un salón pequeño ubicado en un pueblo, encuentras ciertas barreras. Sin embargo, para nosotros, las barreras existen para saltárselas, lo cual nos permite estar en constante movimiento y evolución.
Difíciles son los presupuestos que se barajan para poder crear una colección con un buen fotógrafo, maquillador, estilista, etc. Tanto una buena formación como crear una colección implica renunciar o privarse de muchas otras cosas para alcanzar el nivel deseado en ambas. Ahorrar todo el año y romper la hucha no me impide disfrutar sin embargo con mi profesión. No me hace falta grandes lujos para vivir, pero si dejo de hacer lo que me apasiona, mi vida perdería sentido.
B.M.: La clave para haberlo conseguido...
O.G.: Para mantener actualmente dos salones en activo contra viento y marea la clave está en contar con un increíble equipo, entre ellos mi hermana -al frente de nuestro segundo salón-, de quienes recibo un apoyo incondicional. Me siento profundamente agradecida., no me canso de repetirlo.
Llevar 30 años en el mismo sitio y seguir trabajando cada día mejor, esto es lo que todo profesional quiere. Le sumo a todo ello que mis clientes son geniales.
B.M.: Y lo que te ha resultado más fácil...
O.G.: Difícil no hay nada si estás dispuesto a caerte y confundirte. Tienes que levantarte y volver a empezar; ahí es donde empiezas a crecer como persona y profesional.
Creo que es muy importante formarse, aunque lleves 30, 50 años en la profesión. Éste es un mundo que evoluciona constantemente y es imprescindible adaptarse ante la aparición de nuevas y variadas técnicas, herramientas o productos. Seguir aprendiendo es la clave.
B.M.: El secreto de una buena colección es...
O.G.: Al crear una colección pones todo tu saber, investigación y medios para hacerla. Sobre todo, es algo que quieres contar, que nace del alma. Cuando la colección sale a la luz y percibes que la historia que querías contar está plasmada en la foto, te das cuenta de que has consumado un buen trabajo.
B.M.: Un momento irrepetible...
O.G.: Cuando gané el premio de Barberos 3.0, no me lo esperaba y fue una gran sorpresa y alegría.
Y, por supuesto, la portada soñada que obtuvimos el año pasado.
B.M.: Un personaje admirado...
O.G.: Vidal Sassoon, sin duda.
B.M.: Olga García ve el futuro...
O.G.: No me gusta visualizar el futuro, prefiero vivir el día a día, y éste lo veo muy bien, así que espero que sea mucho mejor aún que lo vivido hasta ahora.