Hemos consultado con un experto para no dejar duda sin resolver acerca del uso de mascarilla o acondicionador. Carlos Fernández, education manager de Franck Provost diferencia entre la hidratación “normal” que podemos conseguir gracias al uso del acondicionador y la nutrición, un cuidado que se obtiene tras la aplicación de la mascarilla. Este producto, que se deja actuar durante más tiempo, penetra en el cabello con mayor profundidad, logrando resultados más visibles y duraderos.
El acondicionador: nuestro aliado S.O.S. exprés
El acondicionador se aplica con las manos, una vez hemos lavado el cabello con el champú. El producto lo distribuimos sosteniendo el cabello como si fuera una cuerda. A diferencia de la nutrición, la hidratación suaviza el cabello y facilita el desenredado. En este caso, no se necesita dejar el producto actuando durante un rato y sí que se puede peinar el cabello una vez aplicado. Simplemente con el tiempo que invertimos en aplicarlo y peinarlo, ya hemos hecho la pausa suficiente para que actúe. El education manager de la firma de salones francesa, recomienda siempre aclarar el acondicionador con abundante agua.
La mascarilla: un hair must para el momento spa de la semana
Siempre empleando más tiempo, vamos a nutrir en lugar de hidratar el pelo. Esto lo conseguiremos con la ayuda de la mascarilla, que se aplica de distinta forma al acondicionador. Fernández aconseja que, con la toalla, retiremos la humedad simplemente sosteniendo el cabello, en lugar de friccionarlo. De lo contrario, podemos romper la cutícula.
La mascarilla la aplicamos en porciones individuales por mechones, repartiéndola por todo el cabello. Se deja actuar entre 3 y 5 minutos, con la ayuda de un gorro de ducha o dejando el pelo al aire. Si quieres conseguir mejores resultados, el coach de Franck Provost, recomienda enrollar el cabello con una toalla caliente.
A la hora de aclarar el cabello, no es necesario cepillarlo previamente ya que únicamente haremos que el producto se vaya por el desagüe. Se proyecta un chorro de agua y con los dedos en forma de pinzas se arrastra el máximo de mascarilla. Posteriormente, podréis comprobar que al peinar el cabello, el cepillo se desliza con facilidad. Como último paso, aclara el pelo con abundante agua, teniendo en cuenta que el último enjuague se efectúe con agua fría para sellar la cutícula.