Hace algún tiempo, ya hablamos del poder del fuego para sanear el cabello, cuando hicimos referencia a la velaterapia. La técnica proveniente de São Paulo (Brasil) que sanea las puntas abiertas con la llama de una vela. El estilista trenza cada mechón y acerca la vela, a una distancia prudente, a la punta del mismo. Con el calor, se reestructura la fibra del pelo. El calor de la llama cauteriza las puntas rotas, partidas, secas o dañadas sin necesidad de cortar la melena. No obstante, las puntas partidas que hayan quedado, se diferenciarán con mayor facilidad.
Algunos salones de nuestro país ya ofrecen este tratamiento, aunque su embajadora principal ha sido la top Alessandra Ambrosio, quien lo ha popularizado a través de las redes sociales por todo el mundo.
No obstante, la velaterapia es un procedimiento "arriesgado, engorroso y caro", en opinión del peluquero valenciano Chema de la Fuente, quien ha desarrollado, junto con expertos de la Universidad Politécnica de Valencia, las primeras tijeras profesionales que cortan a fuego. "Durante la velaterapia -continúa- se enrollan mechones de cabello uno tras otro, y se les aplica fuego en las puntas de los cabellos que sobresalen de los mismos, y que se hallan en fase anágena o de crecimiento. Algo que soluciona muy poco el problema, ya que este tipo de cabello al estar protegido por el más largo, se erosiona en menor medida. La tricoptilosis o puntas abiertas es más visible y pronunciada en cabellos largos que cortos".
En qué consiste el tratamiento térmico extremo
Por el contrario, el T.T.E. (tratamiento térmico extremo) con las tijeras Noom Burner actúa principalmente en las puntas de los cabellos más largos, aquellos que sufren la erosión de los agentes externos y resultan más afectados por la tricoptilosis. "Al aplicarle el fuego conseguimos una cauterización o soldado de las puntas, que generalmente en su tramo final está compuesto básicamente de queratina. Cuando recibe el fuego, esta fibra se cauteriza y queda pegada. Es algo parecido a lo que sucede cuando el cordón de una zapatilla se desgarra y le aplicamos fuego para que no se deshilache más y poderlo usar. El fuego lo suelda y mantiene pegado durante algún tiempo más. Con el pelo sucede lo mismo", explica el estilista, director de la peluquería Chema de la Fuente Exclusive.
El aporte novedoso de este tratamiento, además de las tijeras Noom Burner, reside en realizar el tratamiento de termo sellado, mas rápido, seguro y económico, a la vez que se ejecuta el corte, exactamente igual que se haría con unas tijeras convencionales. La única diferencia es que se efectúa sobre cabello seco, se lava para eliminar los restos de cabello quemado y los olores y se seca a continuación.
Una década de investigación
La idea de crear el tratamiento térmico extremo surgió por la necesidad de realizar esta técnica con una herramienta que redujese el riesgo del profesional a la hora de ejecutarlo, a la vez que otorgase una mayor seguridad y confianza al cliente. Originalmente este tratamiento se realizaba con fuego libre y sobre las manos del profesional a través de velas , o con antorchas de algodón impregnadas en alcohol y sujetas a la punta de las tijeras. "Estos métodos, además de ser poco estéticos, resultaban peligrosos, ya que el fuego sin controlar generaba cierto miedo, tanto en los profesionales como en los clientes", advierte de la Fuente, quien no dudó en contactar con Manuel Martínez Torán, de la Universidad Politécnica de Valencia. Se firmó un convenio de colaboración mutuo, donde la universidad se comprometía, según las directrices del peluquero, a diseñar el quemador, así como a ponerles en contacto con ingenieros industriales, que pudiesen realizar el prototipo diseñado por el equipo de Chema de la Fuente.
El proyecto se prolongó durante 10 años, ya que resultaba difícil lograr un tipo de llama constante y un diseño ergonómico para el día a día de los peluqueros. Se trataba pues de conseguir una línea de fuego homogénea y horizontal. "Al principio, a la tijera se le dotó de cinco quemadores en uno de los filos, que se activaban a través de una chispa por medio de un dispositivo piezoeléctrico, a modo de encendedor convencional. Tras años de pruebas, se desistió ese sistema ya que la chispa se desestabilizaba y fallaba continuamente". Sin embargo, las cosas cambiaron cuando contactaron con el ingeniero industrial Rafael Corell, quien tras algunas pruebas con filamentos y resistencias que no cumplían el objetivo necesario sugirió el uso de flambeadores. Estos sopletes cumplían a la perfección con lo que el peluquero buscaba: una línea homogénea y horizontal de fuego cuya longitud se podía regular y no fallaba nunca. "A partir de ahí, todo fueron pruebas de ergonometría para acoplar el flambeador a las tijeras. Quiero agradecer a Rafa Corell su implicación, ya que sin su experiencia y empeño, el Noom Burner aún sería un proyecto", añade.
Un corte recto, similar al de las tijeras de vaciar o entresacar
Noom Burner se ha creado, principalmente, para realizar el tratamiento termoestimulante del bulbo piloso, además de un termosellado o cauterización de las puntas del cabello. La tijera funciona a modo de unas pinzas que sujetan el cabello de forma horizontal, exactamente igual que se haría con los dedos cuando se hace cualquier corte. Por lo tanto, las palas de la pinza sustituyen a los dedos. "Una vez hemos sujeto y decidido la longitud del cabello a cortar, activamos el fuego a través de un pulsador situado en la empuñadura. Otra ventaja que tiene el corte con fuego, es que realiza un corte recto, pero difuminado, semejante al efecto que se consigue con las tijeras de vaciar o entresacar. Por lo tanto no es un corte tan marcado y agresivo como el de las tijeras convencionales", explica de la Fuente.
La idea de crear el tratamiento térmico extremo surgió por la necesidad de realizar esta técnica con una herramienta que redujese el riesgo del profesional a la hora de ejecutarlo, a la vez que otorgase una mayor seguridad y confianza al cliente.No existe limitación en cuanto a la longitud de cabello idónea para este tratamiento, aunque no debe ser extremadamente corto. De lo contrario, no se puede sujetar con los dedos y, en consecuencia, el quemador no se podría emplear. En este caso, se debería acudir a los sistemas tradicionales, aunque también cuentan con un método para llevar a cabo el tratamiento termo estimulante en el salón.
El tratamiento se puede aplicar en cabellos tratados químicamente (teñidos, permanentados, decolorados, con mechas o reflejos). Es más, en estos casos se aprecian aún más los resultados. Debido a la erosión química de los productos, la temida tricoptilosis o puntas abiertas suele aparecer con mayor rapidez en los pelos tratados. "Normalmente, cuando cortamos con tijeras convencionales eliminamos las puntas abiertas, aunque se vuelven a abrir entre 15 o 20 días después. Cuando se cauterizan con el fuego, no se abren hasta la séptima semana. Es decir, prácticamente un mes más tarde que con las tijeras tradicionales".
Evitar la caída del cabello
Además del sellado de puntas, el tratamiento se ha utilizado para revitalizar el cabello y frenar su caída desde tiempos ancestrales. En el libro Barberos y peluqueros, escrito por Ricardo Simó Bach en el año 1953, se pone de manifiesto que esta técnica era muy habitual en muchos países, aunque en España no tanto. Después de varios estudios, con termografías, microscopia óptica y electrónica de barrido, se ha podido demostrar biológicamente su resultado, aunque no científicamente, ya que por su elevado coste, no ha sido posible realizar estudios científicos, según de la Fuente. La mayoría de los tratamientos que se utilizan actualmente, sobre todo los de choque, se caracterizan por ser termoestimulantes, (además de aportar aceites esenciales y vitaminas como la A (B-5 B-6 y B-8). Su eficacia radica, sobre todo, en la termoestimulación: se aplica un compuesto químico en la epidermis, se masajea y cuando este contacta con las glándulas seborreicas que envuelven el bulbo piloso, provocan una reacción térmica, que hace que el bulbo se dilate y se fije dentro del folículo. "Es precisamente lo mismo que provoca el fuego: una termoestimulación del bulbo piloso a través del propio cabello y su composición rica en minerales, hierro, cobre, azufre, zinc, fibras, queratina, cutícula y colágeno. En ambos casos, tanto las fibras, como los minerales son eficaces conductores térmicos. Cuando el cabello arde, esa descarga térmica se transmite hacia el bulbo piloso, dilatándolo y fijándolo al folículo piloso, gracias a un compuesto químico patentado, rico en alcoholes naturales, aceites esenciales y potenciales transmisores térmicos. El folículo se hace más resistente a la regeneración y se retrasa su caída", argumenta. La tijera Noom Burner se halla en fase de explotación, a la espera de dar con la propuesta de comercialización que permita su desarrollo y viabilidad en el mercado.