Montse Morella: 'Desde mi punto de vista la perfección no existe, pero sí la constancia, el trabajo y la investigación'

Nacida en Sant Celoni (Barcelona), Montse Morella es descendiente de toda una saga de peluqueros y barberos. Abrió su propio salón de peluquería, Morella Estilistas, en 1988, y desde entonces ha ido combinando su trabajo diario en el salón con formaciones y cursos para profesionales y espectáculos en escenarios por todo el mundo. En 2006 visita la ciudad japonesa de Nagoya durante un mes, aprendiendo nuevas técnicas y sistemas de trabajo y gestión que ha trasladado a su centro de Sant Celoni.

En 2013, celebrando los 25 años de vida de su negocio, Morella Estilistas se convierte en Morella Hair Center, y Montse Morella sigue viajando por países como Rusia, Irán o Grecia mostrando a los profesionales sus técnicas tanto de corte y color como de motivación y marketing. Además, es una de las nominadas para este año 2014 a "Peluquero Español del Año" por el Club Fígaro.

Beauty Market: Vienes de familia de peluqueros y barberos. ¿Alguna vez te planteaste otro oficio distinto?
Montse Morella: Sí, me hubiera encantado estudiar medicina y estar en la especialidad de cirugía estética.

B.M.: ¿Cómo fueron los inicios con tu propio centro en 1988?
M.M.: Empezamos fuerte y con una marca que había nacido en 1932, Morella, la barbería de mi abuelo. El listón estaba muy alto, y cuando abrimos la peluquería nos pusimos a la altura de los más grandes de Sant Celoni.

B.M.: ¿Cuál crees que fue el momento en el que tu carrera despegó?
M.M.: Japón marcó un antes y un después en mi carrera profesional y empresarial. En 2006 empezamos a cambiar el sistema empresarial de la peluquería y a nivel profesional la disciplina no nos ha abandonado nunca más. Es la base de nuestro negocio.

B.M.: ¿Cuál es tu máxima profesional?
M.M.: Desde mi punto de vista la perfección no existe, pero sí la constancia, el trabajo y la investigación que me acompañan cada día y espero que por muchos años más.

B.M.: ¿Qué es lo que más te gusta de tu profesión?
M.M.: Sentir que las personas que me rodean están contentas, que mis clientes se van satisfechos y que otros peluqueros puedan aprender alguna cosa de mis 25 años de peluquera.

B.M.: ¿Y la peor parte de ser estilista?
M.M.: Le he dado mil vueltas a esta pregunta y lo siento, no puedo responderla, mi trabajo es mi vida y soy una persona muy feliz.

B.M.: ¿Dónde encuentras la mejor inspiración para tus trabajos?
M.M.: Doce horas diarias de trabajo son la mejor manera de investigar, inspirarse y evolucionar cada día.

B.M.: ¿Qué tendencias actuales son tus favoritas?
M.M.: Todo el pantone de color de esta primavera verano 2014 es fantástico, colores cálidos y muy brillantes, cortes de cabello al aire sin peso y con formas muy femeninas. Sin descuidar los cortes old school, que hacen que los hombres se vean muy masculinos.

B.M.: Has viajado y aprendido técnicas por todo el mundo. ¿Es muy distinta la peluquería del resto de países de la de España?
M.M.: El arte siempre es diferente, depende del clima en el que viva el artista, pero siempre admirable en todo el mundo. En cada lugar hay secretos escondidos que me encanta investigar.

B.M.: ¿Cuál ha sido tu anécdota más sorprendente durante estos viajes?
M.M.: Irán fue un antes y un después de mis experiencias compartiendo conocimientos. El poder de las mujeres es tan grande y son tan guapas que las expondría en una galería de arte. Cuando las vi descubiertas flipé con lo que escondían, y que solo entre mujeres y delante de sus maridos puedan mostrar su gran belleza... El respeto hacia todas las culturas está creciendo, cada vez que conozco una diferente, el mundo es mágico y todos somos más iguales de lo que nos pensamos.

B.M.: ¿Cómo te has sentido al recibir la nominación a Mejor Peluquero del Año?
M.M.: Me siento muy agradecida por este magnífico regalo que me han hecho todos los peluqueros de España, lo recordaré toda mi vida y siempre les estaré en deuda. ¡Ya sabéis donde me tenéis! ¡Aún estoy flipando!

B.M.: ¿A qué estilistas nacionales admiras más?
M.M.: X-Presion son mis niños, los mejores tanto a nivel personal como profesional. Por Xavi García siento una gran admiración. Y al barbero que cada día tengo a mi lado... Todos ellos se merecen una ola, verlos cómo empezaron y poder disfrutar de sus éxitos cada día es lo más excitante.

B.M.: Y a nivel internacional, ¿cuáles son tus estilistas de referencia?
M.M.: Robert Lobetta es el máximo cerebro al cual puede aspirar a tener un peluquero, es mi gran referente desde hace más de 20 años. Jean Paul de Joria es un luchador desde el minuto cero que empezó a crear su marca.

B.M.: ¿Consideras que hay crisis en el sector de la peluquería española?
M.M.: Creo que estamos viviendo una época de cambio muy grande, estamos viviendo un momento histórico de nuestra profesión donde el pensar y el trabajar con calidad hace que los clientes entren a descubrir nuestros salones y repitan. Las épocas de crisis son épocas de oportunidades, tenemos que inventar y luchar cada día sin perder la pista de nada.

B.M.: ¿Qué crees que debe mejorar en el sector para subir de nivel?
M.M.: Creo que no sirve de nada sentarse en una silla y esperar que alguien te dé la solución a tus problemas. Hay muchos profesionales dispuestos a ayudar a las personas para que sean más profesionales en todos los aspectos. Mirar las cosas en la distancia y buscar soluciones hace que el nivel de nuestros negocios y de nuestra profesión suba y se convierta en un negocio de élite y en una profesión universitaria.

B.M.: ¿Cuál crees que es el futuro del sector nacional?
M.M.: Bueno, muy bueno, buenísimo. Estamos viviendo un efecto colador, donde los buenos subirán a lo más alto y los que no se preocupan por sus negocios tendrán que buscar soluciones, y esto hará que en unos 10 años las peluquerías de nuestro país sean tan o más respetadas que en los países vecinos.

B.M.: ¿Qué consejos le darías a un estilista que acaba de comenzar?
M.M.: Amor hacia la profesión, trabajo de alto rendimiento, constancia y alegría, que los peluqueros hemos nacido para regalar sonrisas y poner guapas a las personas.

B.M.: ¿Es muy diferente el trabajo en el salón y el trabajo en shows de escenario?
M.M.: En mi caso, y pensando que cada día en mi peluquería es un espectáculo... Sí, por supuesto. Un show es el estado máximo de la moda a todos los niveles; en la peluquería, la graduación baja al 50% dependiendo del estilo. Pero la actitud es la misma, y los estilos comerciales también.

B.M.: ¿Cómo preparas los cursos que das a otros profesionales?
M.M.: Documentándome como si fuera un coolhunter. Pensando que a los profesionales que tendré delante les gustaría recibir la misma información que a mí cuando estoy en un curso, el máximo de profesionalidad y con muy buen humor.

B.M.: ¿Cómo es tu relación con los clientes del salón?
M.M.: Siempre estoy en el límite de lo profesional con lo personal, pero intento sorprenderles cada vez que vienen a visitarme.

B.M.: ¿Qué debe tener un estilista para formar parte de tu equipo?
M.M.: Buena, buenísima actitud, y muchas ganas de aprender. A mi lado quiero y necesito personas exigentes que sepan hacer equipo y tengan ganas de enseñar a sus compañeros todo lo que saben. En un equipo para mí no hay secretos y todos tenemos que ir hacia la misma dirección.

B.M.: ¿Qué opinas de las ferias profesionales para el sector que se celebran en España?
M.M.: Últimamente los shows que se presentan en las ferias son de un nivel muy alto, igual que la distribución y presentación de los stands, el cambio es notable desde hace unos diez años, aunque creo que en un futuro muy próximo las ferias volverán a estar llenas de profesionales buscando las últimas novedades, estamos en una época de cambio.

B.M.: ¿Qué diferencias importantes has podido ver con ferias de otros países?
M.M.: Cada país tiene su organización, pero igual que aquí, te puedes encontrar de todo. Ir a una feria representa la búsqueda de novedades, a veces son privadas y en otras ferias son públicas, supongo que todo depende de los presupuestos.

B.M.: ¿Cuál suele ser tu rutina de trabajo día a día?
M.M.: Me levanto temprano y después de una buena ducha y un buen desayuno lo primero que hago es mirar el teléfono y el ordenador. A las nueve ya estoy en la peluquería y hasta las ocho de la tarde no me voy a casa otra vez. Mi trabajo consiste en tenerlo todo a punto antes de que llegue mi equipo y sorprenderles cada día con alguna actividad. Yo no vivo anclada en la rutina del día a día. Cada día es una sorpresa, un regalo.

B.M.: ¿Qué haces cuando no estás trabajando?
M.M.: Me encanta leer, pasar horas en el sofá con un buen libro es la mayor desconexión que tengo y de vez en cuando la necesito. La familia también ocupa una gran parte de mi vida.

B.M.: ¿Algún hobby fuera de la peluquería?
M.M.: El deporte y yo no somos muy amigos, pero el pádel es mi último vicio, ya que cuando acabamos de jugar tenemos buenas conversaciones con los amigos, y por supuesto viajar, no me cuesta nada hacer la maleta.

B.M.: ¿Qué proyectos de futuro nos puedes adelantar?
M.M.: No suelo hacer planes a largo plazo, miro de alcanzar las metas que me propongo y una de ellas es poder contar al mundo mi experiencia en estos 25 años de profesión, tanto a nivel artístico como a nivel empresarial. Quiero y necesito ayudar a todas aquellas peluquerías que no saben cómo tirar hacia adelante en estos tiempos que vivimos. Y entre todos lo conseguiremos, seguro.