A veces, hemos recomendado a nuestro cliente o clienta un producto o cosmético capilar y regresa al salón diciendo: "No me gusta. ¡Me queda fatal el pelo!

¿Has hecho un buen diagnóstico capilar? Cabe suponer que sí. Entonces, ¿qué ocurre? ¿Qué está pasando? ¿Por qué el cabello queda deslucido y opaco? ¿Por qué y sin quererlo, sino todo lo contrario nos encontramos con un cliente insatisfecho?
La experta en recuperación capilar de Aquarela Peluqueros, Valeria Costa, tiene muy claro que en ocasiones, hombres y mujeres cometen pequeños errores a la hora de realizar su rutina de lavado y cuidado diario del pelo en casa. No, no es que el producto no sea el idóneo para él, lo que ocurre es que nuestro cliente no lo está utilizando correctamente. Valeria nos explica cuál es el orden ideal para aplicar mascarilla, champú, aceite y otros productos y por qué se debe hacer así. El ideario de cabecera de la prescripción y consejo para nuestros clientes.

Ideario de uso

BAJO LA DUCHA.

» Champú. Su principal función es limpiar el cuero cabelludo, por lo que a la hora de recomendar un producto u otro debemos basar nuestra elección en este dato.
Basta con aplicar poca cantidad y no se debe frotar la melena porque la espuma que se genera durante el lavado es suficiente para eliminar los residuos.
Otro aspecto importante es que los champús con un pH por encima de siete son los más agresivos por su formulación con jabón y detergentes. Los de pH 7 son neutros y respetan el cuero cabelludo. Y los menores de siete son ácidos y por lo tanto son los más suaves para el pelo porque no abren la cutícula. Un pH entre cuatro y siete es una buena elección para el cuidado y la salud del cabello.

» Acondicionador. El champú abre la cutícula para limpiar y el acondicionador la sella tras el lavado.
Éste es el orden correcto, tras el champú, porque los productos acondicionadores protegen la hebra para que no se vuelva porosa y evitar usarlos implica dañar el pelo a largo plazo.
Es importante destacar que las mascarillas no tienen esta función.

AL SALIR DE LA DUCHA.

» Crema de peinar. Tras retirar la humedad con una toalla, se ha de aplicar una nuez de crema de peinar o spray acondicionador bifásico porque el pelo mojado es muy frágil y este producto ayuda evitar su rotura.
Lo ideal es que la crema de peinar contenga protector térmico pero si no es así, y se quiere utilizar aparatos de calor, usa previamente un spray de protección.

» Sérum. Para finalizar, y cuando el cabello esté completamente seco, es aconsejable aplicar una gota de sérum en las puntas para protegerlas porque su fórmula súperconcentrada nutre y aporta brillo.

CUIDADOS COMPLEMENTARIOS.

» Mascarilla. Al contrario de lo que mucha gente piensa este producto no debe aplicarse bajo la ducha porque el cabello mojado sencillamente no absorbe los ingredientes de una mascarilla.
Lo correcto es realizar una vez a la semana una hidratación casera de al menos 30 minutos para que el pelo pueda tener tiempo de absorber bien todos los ingredientes.
Es fundamental identificar si el cabello necesita una mascarilla hidratante, nutritiva o reparadora para proporcionarle el 'alimento' adecuado, de lo contrario podemos provocar un exceso de grasa, opacidad, saturación en la hebra, entre otros 'desastres'.

» Aceites esenciales. Al igual que las mascarillas, los aceites esenciales son una buena opción para dar a nuestro cabello una dosis extra de cuidados de manera natural.
Se aplican en seco y algunos pueden usarse por todo el cabello, incluyendo el cuero cabelludo, como el aceite de coco, jojoba o argán.
Existen muchos tipos y cada uno sirve para tratar un problema específico como la grasa, la caspa, la caída, la sequedad, el crecimiento, etc.
Lo mejor, usarlo cada quince días y dejarlo reposar un par de horas antes de aclarar. Al cabo de un tiempo se aprecian grandes resultados y beneficios.









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