"Que no te cuenten que todo
es más difícil. Acepta que ahora
es diferente".
Bernardo Crespo, considerado uno de los
50 influencers en transformación digital.
La obsesión por el cuidado personal aumenta en todo el mundo. Sin embargo, y tal y como se desprende del último estudio de la EAE Business School, llamado precisamente Beauty Obsession, el consumo de productos de belleza apunta a la deceleración. Durante 2019, recoge el informe, su compra disminuyó un 0,4% en valor y un 0,5% en volumen.
Frente a este hecho, dos canales parecen ser los preferidos de los consumidores, mientras el lujo baja, la prescripción de los profesionales gana enteros, así como el e-commerce.
La peluquería no es ajena a estas conclusiones y parece reaccionar bien. Según Stanpa, un 47% de las peluquerías españolas emplean ya el canal on-line para su negocio en todos los ámbitos, desde la compra hasta la fidelización del cliente. El siguiente paso, empoderar la figura del profesional y convertir al peluquero en el prescriptor del consumidor.
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