A Marta Cid le sobra experiencia. Y no solo ha resaltado a lo largo de los años por su vena artística, en su trabajos, el día a día y en sus románticas y más que inspiradoras colecciones, sino que su labor como dueña de salón, le ha conferido el prestigio que se merece, sin duda, y los clientes que le admiran y requieren de sus peines y tijeras. Marta es un as. Siempre lo ha sido. Y ahora si cabe, todavía más, porque se ha embarcado en su más ambicioso proyecto hasta el momento. Se trata de Wapa'm Cosalon by Marta Cid.
¿Pero, qué es Wapa'm Cosalon?
Wapa'm Cosalon es mucho más que un coworking al uso. Y por eso, y sabiendo que se trata de una iniciativa de futuro, potenciadora y potencialmente de éxito, hoy, hablamos con Marta, de lo terrenal... ¡Y lo divino! Porque si de algo puede presumir Cid es de su apego a las cosas bien hechas, que trascienden más allá para alcanzar el éxito.
El confinamiento nos sacudió duramente a todos, hizo que parásemos de golpe. El Covid-19 me regaló tiempo para pensar en mis propias necesidades y en las de mi negocio. Eso me hizo considerar la posibilidad de aportar al sector algo distinto.
BEAUTY MARKET: ¿Marta, concrétanos, qué nos encontramos y qué es lo primero que hay que decir al hablar de Wapa’m Cosalon ?
MARTA CID: Wapa’m Cosalon es una comunidad de profesionales de la belleza que se fusionan y que comparten un espacio y una misma filosofía basada en la cooperación, la excelencia en los servicios ofrecidos, el respeto al medio ambiente y el crecimiento mutuo.
B.M.: ¿Cuándo y por qué nace la idea?
M.C.: Esta idea nace, he de ser sincera, y tras la pandemia, de mi propio cansancio en la gestión de los equipos y de la reflexión de las necesidades del sector. El confinamiento nos sacudió duramente a todos, hizo que parásemos de golpe. El Covid-19 me regaló tiempo para pensar en mis propias necesidades y en las de mi negocio. Eso me hizo considerar la posibilidad de aportar al sector algo distinto.
B.M.: ¿Hablamos entonces de coworking al uso en la peluquería o hay alguna diferencia o matiz que distingue a Wapa’m Cosalon del resto de espacios que atienden a esta denominación?
M.C.: Como bien afirmas es un coworking, pero de belleza, en vez de alquilar una silla y una mesa donde poner un ordenador, utilizamos un sillón y un tocador donde atender a nuestros clientes. Pero quizás lo que nos diferencia del resto son los valores que rigen el espacio. Todos queremos pertenecer a una comunidad, sentirnos aceptados seguros y donde compartamos nuestras pasiones, gustos e inquietudes.
B.M.: ¿Cómo ha sido aceptada la idea? Nuestro país no es muy dado al alquiler de espacios al contrario que otros, caso de Estados Unidos, donde es un modo de trabajo muy recurrido.
M.C.: Estoy empezando, así que la idea aún está madurando y todavía se tiene que conocer más. Pero he de decir que en cuanto los profesionales entienden que todo su esfuerzo se ve recompensado por el dinero que ganar, sin comisiones, compartiendo un espacio y sin gasto innecesarios, eso les gusta. Pertenecer a un espacio donde desarrollarse como profesional, bonito, limpio y cuidado, con una filosofía bien argumentada y consolidada, sin tener que invertir, eso, eso es un gran atractivo tanto para un director de salón cansado de luchar en su negocio con bajos resultados como para un profesional freelance, que quiere ir por libre sin ataduras, olvidándose de la en ocasiones tediosa e ingrata gestión de un salón.
B.M.: ¿Qué ventajas y garantías ofrece al peluquero freelance tu modelo, en concreto a quien quiera ser un 'Cosalon' con Marta Cid?
M.C.: Que evolucionará profesionalmente por estar dentro de una comunidad, además de sentirse respaldado para ejecutar los trabajos. También aprenderá a gestionarse mejor como empresario, así que ganará más dinero invertido solo el tiempo y esfuerzo que él quiera, (Marta hace un gesto y sonríe), ¿no es eso lo que todo querríamos?
[...] Mi salón es grande, unos 150 metros cuadrados, tengo 10 tocadores, una cabina de estética, zona de lavacabezas y un espacio polivalente aún por definir si será una sala de formación o más espacio de tocadores.
B.M.: ¿Por qué crees que cada vez más profesionales abandonan su salón y optan por alquilar un espacio?
M.C.: En mi opinión, quizás por cansancio, llevar una peluquería no es fácil. Por no hablar de todos los gastos que conlleva gestionar un salón. Muchas veces parecemos conejitos detrás de la zanahoria. Trabajamos demasiado y no siempre los resultados económicos son los esperados.
B.M.: ¿Qué características reúne tu peluquería para poder alojar cómodamente y con todas las garantías este proyecto hecho ya realidad?
M.C.: Sin duda, el espacio, mi salón es grande unos 150 metros cuadrados, tengo 10 tocadores, una cabina de estética, zona de lavacabezas y un espacio polivalente aún por definir si será una sala de formación o más espacio de tocadores.
B.M.: Podemos decir entonces que este ha sido una decisión motivada en un gran porcentaje por la pandemia, tal como nos has adelantado. ¿En qué ha transformado o cambiado la crisis sanitaria a la peluquería y a sus profesionales?
M.C.: En mi caso fue motivada por la pandemia, sí, al poder frenar y revisar mis necesidades personales y profesionales. Yo no puedo hablar por los demás, pero en mi caso he visto la necesidad de evolución y la oportunidad que en todas las crisis se nos presentan. Aportar más valor añadido, profesionalidad y pasión. Esto siempre he creído que es el complejo secreto (hace una pausa y enfatiza) ¡de todo lo que hacemos en la vida"
B.M.: ¿Cómo ves el futuro en general de la peluquería en nuestro país?
M.C.: Pues que, en demasiados casos, algunos profesionales tienen que ponerse las pilas. Este país cuenta con grandes profesionales, que elevan la profesión a lo más alto, pero otros no lo son tanto y eso nos hace daño a todos. El trabajo bien hecho siempre se reconocerá, seas un profesional mediático o más modesto. La peluquería española tiene que reinventarse al igual que lo ha hizo el mundo de la barbería, ¡“chapeau” por ellos!
B.M.: ¿Cómo se ha modificado el día a día de Marta Cid tras la puesta en marcha de Wapa’m Cosalon?
M.C.: He tenido que cambiar mis horarios para poder atender a mis clientes y gestionar de otra manera mi negocio. También necesito más tiempo para la gestión, así que es inviable trabajar el 100% del tiempo con clientes. Ahora, todo lo relacionado con el trabajo lo hago yo, no tengo a nadie que me lave una cabeza, que me barra, etc… He subido precios y el trato ahora es aún más personalizado y exclusivo.
[...] Me encantaría formar un equipo creativo con los profesionales que trabajen en el espacio, ya está hablado y todo se andará. Sueño con un equipo de grandes profesionales que exhalen creatividad y pasión por todos los poros de su piel.
B.M.: ¿Quién es Marta Cid?
M.C.: Una mujer inquieta (ríe simpática, divertida y cariñosa, Marta es así también como persona), con ganas de evolucionar constantemente, tanto personal como profesionalmente, que no tiene miedo a los retos, más bien le motivan. Que piensa que siempre se puede sacar algo bueno hasta en las peores situaciones. Que no hay que pararse, hay que luchar por los sueños que uno tiene. Que todos podemos ser lo que queramos. Y que cree que cuando te caes, te levantas, te sacudes el polvo y vuelves a intentarlo.
B.M.: ¿Cómo te has preparado, empresarialmente, para afrontar este nuevo reto de gestión y dirección?
M.C.: Con el paso de los años de evolución profesional me he ido interesando más por la gestión. He acudido a diferentes cursos de gestión de negocio. Pero para este cambio de salón convencional a espacio coworking he contado con un equipo legal y profesional que se dedica a la creación de este tipo de espacios. Y al igual que acudo a congresos de peluquería, igual hago con congresos para espacios coworking (sentencia, Marta sabe de lo que habla y se ha preparado y recicla para ello).
B.M.: ¿Dónde queda tu anterior etapa, la parte más creativa, como la elaboración de colecciones, por ejemplo?
M.C.: Por ahora está descansando, me encantaría formar un equipo creativo con los profesionales que trabajen en el espacio, ya está hablado y todo se andará. Sueño (y entrecierra los ojos) con un equipo de grandes profesionales que exhalen creatividad y pasión por todos los poros de su piel.
B.M.: ¿Por qué elegiste esta profesión y no otra?
M.C.:Pues me he planteado muchas veces esta pregunta, te cuento, yo crecí en una peluquería, ese lugar y ese olor era mi hogar, entonces solo por eso ya amo la profesión. Pero creo que al final puedo ser por una frase que dijo mi madre, que también era peluquera y ella decía: “Hija, tú que eres un alma libre, esta profesión te dará alas y de comer allá donde vayas”, y eso me cautivo.
B.M.: ¿Repetirías?
M.C.: Si me preguntas hace un par de año te hubiese dicho no, sinceramente, me sentía cansada y desmotivada; sin ilusión. Me sentía automatizada. Pero ahora, con este nuevo proyecto (se le escapa un ¡ay! ilusionado), ¡estoy inspirada!, me siento más motivada, ilusionada y apasionada. Me siento libre, sin ataduras con empleados... ¡No sé!, a mí me ha devuelto la vida.
La peluquería me está dando una familia por todos los amigos que tengo dentro de la profesión, también economía para hacer y vivir como quiero. [...] Nuestras manos y nuestros conocimientos son nuestro valor y eso es lo mejor que nos da nuestra profesión, que es, tal como decía mi madre, y reitero, el poder ser libres.
B.M.: Lo mejor que te ha dado la peluquería.
M.C.: Me está dando una familia por todos los amigos que tengo dentro de la profesión, también economía para hacer y vivir como quiero. Muchas experiencias fantásticas, como viajes, comidas de grupos y cómo no, mencionar la última de mis vivencias: he acogido a dos mujeres, una peluquera y la terapeuta holística, las dos son ucranianas que huían de la guerra y ahora, gracias a esta profesión maravillosa, pueden volver a empezar y recomponer su vida poco a poco. Nuestras manos y nuestros conocimientos son nuestro valor y eso es lo mejor que nos da nuestra profesión, que es, tal como decía mi madre, y reitero, el poder ser libres.
B.M.: Lo que esperas de ella a partir de ahora.
M.C.: Especializarme y aprender más todavía de cosas que me apasionan. Seguir evolucionando y mejorando como empresaria, ganar más dinero (Marta ríe divertida) y tener más tiempo libre. Rodearme de profesionales top apasionados por lo que hacen.
B.M.: ¿Por qué unirse a Wapa’m Cosalon?
M.C.:Porque Wapa’m Cosalon es una comunidad para el desarrollo profesional, donde todos ganamos, trabajando en un espacio bonito y con productos premium alineados con las tendencias y necesidades actuales del mercado. Y todo eso sin tener pensar en la gestión de un salón y su equipo. Además de la capacidad de ganar todo el dinero merecido por la inversión de tiempo y esfuerzo que estés dispuesto a invertir.
B.M.: ¿Y cómo convive Marta con sus ‘Cosalones’?
M.C.: Pues muy bien, estoy muy contenta, me siento tranquila, son mis iguales, compartimos experiencias profesionales y personales, entre todos mejoramos cada día.
B.M.: ¿A partir de ahora el peluquero va a saber y conocer más, oír hablar del coworking como una salida profesional?
M.C.: Espero que sí, es un modelo de negocio nuevo donde la rentabilidad llega de otro modo, pero que puede conseguir mejorar la imagen de la profesión, además de conseguir libertad e independencia.
B.M.: ¿Para quién es el coworking?
M.C.: Para aquel profesional que tenga cartera de clientes o no, que quiera ganar más dinero y sentirse libre pero no quiera cargar con la obligación de gestionar y mantener un negocio en un salón tradicional.
B.M.: ¿Y para quién Wapa’m Cosalon?
M.C.: Para aquellos profesionales que entiendan el concepto win to win, que comparten los valores de Wapa’m como la sinergia, el camino de la excelencia, la filosofía eco y el respeto al medio ambiente y buscan la creación de la propia la marca personal, pero ahora dentro de la comunidad (sentencia. Mucho éxito Marta, nos parece una idea genial).