Se llama marketing directo y se halla metido de lleno en lo que dentro del lenguaje empresarial se denomina “impulsión”. Seguramente, esta primera definición pueda sugerirte cierta desconfianza, ante términos que desconoces o que nunca has intentado comprender. Que tu negocio, por ejemplo, sea pequeño y se ciña a un pequeño grupo de clientes con los que te encuentras satisfecho, no significa que tengas que desechar la idea del crecimiento, y por tanto, la meta del desarrollo.

¿Quieres más? Necesitas entonces de la impulsión. Un pilar del marketing operativo cuya función es definir lo que la empresa desea comunicar a sus diferentes públicos: consumidores, clientes, intermediarios, accionistas y empleados.

Y se utiliza este término porque impulsar la demanda significa dirigir favorablemente la respuesta del consumidor potencial ante el negocio que dirigimos. Y es aquí donde entra de lleno una herramienta ya clásica, pero jamás olvidada: el mailing, que hoy por hoy, además, se deja llevar por las nuevas tecnologías como el correo electrónico.


CORREO TRADICIONAL
El mailing por excelencia ha sido el que se realiza por carta, aunque en la actualidad se ve seriamente amenazado por el mailing electrónico, es decir, mediante correo electrónico.

¿Cuáles son los pasos a realizar en cualquier caso?
1. Construir, manejar y/o disponer de una base de datos lo más amplia posible. En ella no sólo figurarán nuestros clientes, sino también otros muchos posibles. Se trata de un listado, conjunto y organizado, de datos comprensibles acerca de los clientes actuales y los potenciales, permanentemente puestos al día, que permita procesar siempre que se necesite una variada y rica información para distintos fines. Es decir, para saber en todo momento a quién debemos dirigir y en qué término una oferta, servicio o información destinada a la fidelización y, sobre todo, a la captación.

2. No se trata entonces de adquirir o elaborar un simple listado, sino de acompañarlo de, por ejemplo, catálogos, cupones de descuento a entregar en la primera visita a nuestro centro, en el primer tratamiento o por la adquisición de determinados productos o número de citas.


VÍA ELECTRÓNICA
Internet es un paso obligado en la trayectoria de numerosas empresas de éxito. Y, por supuesto, un aliado indiscutible para que todas triunfen. Y en lo que se refiere al mailing, esta nueva vía de comunicación nos propone cambiar el sello y el papel por una pantalla de ordenador y un listado de correos electrónicos.


Fundamental en este sentido es:
1. Que el correo electrónico sea abierto y leído por el usuario al que hemos dirigido nuestro mensaje. Por eso hemos de diseñarlo de la manera más atractiva posible tanto en lo referido a su continente como a su contenido. Una sugerencia para que esto sea así es crear nuestra propia página web, como centro o salón.

2. Si lo que pretendemos es atraer nuevos clientes, el correo electrónico nunca deberá ser masivo, sino puntual y preciso, centrándose en campañas muy específicas, desarrolladas, por ejemplo, a partir de las contestaciones y comentarios registrados en nuestra web, quejas, sugerencias, ideas, propuestas, etc.

3. Una web propia nos permitirá igualmente ampliar nuestro listado de datos, a través de inscripciones de posibles clientes en el registro de entrada a la misma.


MUCHAS VENTAJAS
El correo electrónico posee muchas ventajas. Así, a través de mail, una persona puede decidirse a ser nuestro cliente, gracias a que se ha visto exonerada de la presión ejercida por un vendedor.
El ciberespacio, además, no tiene horarios. Por lo tanto, podemos hacer publicidad, comunicarnos con nuestros clientes, realizar ventas o suministrar información de nuestros productos y servicios las 24 horas del día durante los 365 días del año. De ahí a utilizar la Red como un nuevo canal de distribución, hay un paso, y el compromiso firme de hacer del mailing nuestro mejor aliado.









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