Puntas abiertas, textura seca, color apagado y aspecto descuidado. No es ninguna novedad que el cabello se deteriora durante las vacaciones. El mes de octubre se presenta como el periodo idóneo para recuperar la salud del pelo de las clientas. José Boix, director de la cadena Toni & Guy en España y reconocido como Peluquero Español del Año por los Premios Fígaro, revela su "plan de ataque" con un doble fin: devolver la salud y vitalidad al pelo y prepararlo para el otoño.
El corte justo
Las puntas secas y abiertas ofrecen un aspecto desaliñado, sea cuál fuere la textura del cabello. El cloro, el salitre y la exposición solar deterioran la fibra capilar provocando que se vuelva quebradiza. Si durante años se recomendó un corte radical con el fin de sanear la melena, en la actualidad se apuesta por una tendencia más conservadora: cortar una medida de dos dedos será suficiente en la mayoría de los casos. Las puntas recuperarán su vitalidad y el aspecto del cabello será más saludable.
Hidratación profunda
La vida al aire libre y los rayos solares disminuyen los niveles de hidratación del cabello. ¿La clave? El uso de productos en casa conforman sin duda el día a día de los cuidados pero, en momentos puntuales del año, es necesario ir un paso más allá y optar por un tratamiento de choque en el salón. "Existen protocolos de nutrición profunda capaces de penetrar hasta el interior de la fibra. Lo ideal es asesorarse en el salón y que el estilista recomiende la opción más adecuada según el tipo de cabello", explica Boix.
Resucitar el color
Si los cabellos sometidos a coloraciones permanentes o temporales requieren de cuidados especiales, durante el verano hay que triplicar los esfuerzos. Pese a ello, los pigmentos de color soportan elementos que los deterioran a diario. El resultado, es un color más opaco que pierde intensidad y que, en ocasiones, desvirtúa su tono original hasta hacerlo casi irreconocible. "La solución sería trabajar en el color una vez se haya recuperado la hidratación y utilizar un matiz que contraste la decoloración natural provocada por el sol", añade Boix.
Ritual en casa
Una vez realizado el trabajo en el salón, es preciso establecer una pauta doméstica para que los resultados se mantengan y prolonguen en el tiempo. Una buena alternativa consiste en combinar un champú reparador que aporte hidratación con una mascarilla de brillo que embellezca el acabado. Durante los dos meses posteriores al verano sería interesante reforzar los cuidados con un tratamiento nocturno en forma de mascarilla o aceite nutritivo de medios a puntas. "El mantenimiento es casa es fundamental así como la constancia. La dieta y las horas de descanso también son importantes, el estilo de vida y hábitos se pueden descubrir fácilmente en nuestro cabello", afirma el estilista.
Desenredado bajo control
En esta época del año, el pelo se halla especialmente frágil y sensibilizado. Por ello, es muy importante poner cuidado especial a la hora de desenredarlo. El cabello mojado se rompe con más facilidad. Boix recomienda usar un producto desenredante que impida que se formen nudos, utilizar un cepillo suave o un peine de puas anchas y hacerlo con delicadeza, trabajando por partes. "Existen productos que nutren y suavizan antes del lavado, facilitando la tarea de peinado y preparando el cabello para el secado", recomienda.