Barcelona albergará hasta el próximo 1 de diciembre una de las citas culturales más interesantes de la temporada, con una exposición fotográfica en la que el sector de la belleza dialoga con el arte. Bajo el título “Barcelona de Dalí”, que tendrá lugar en el Museo Diocesano de Barcelona, esta tratará la visión del artista de la ciudad catalana. Además, en ella se incluyen varias obras fotográficas de Lluís Llongueras, conocido por su trabajo como peluquero, que demuestran la profunda amistad entre ambos.

Entre las obras que participan en la muestra pueden encontrarse piezas tan especiales como la estrella de la buena suerte que Dalí le dedicó a Lluís, la caracola que le obsequió Dalí el día de la inauguración de su Salón Clas o las tijeras, con cabellos de Dalí que Lluís le cortó mientras estaba hospitalizado, así como los libros que Llongueras escribió sobre Dalí.

Tijeras con cabellos de Dalí que Lluís le cortó mientras estaba hospitalizado / Caracola que le obsequió Dalí el día de la inauguración de su Salón Clas.

Dalí y Lluís Llongueras: una amistad eterna

Esta exposición viajará por España y diversos países europeos, y trata parte de la amistad con artistas y creadores en el marco de la Ciudad Condal, tratando la amistad del estilista con Salvador Dalí, que le marcó profundamente. No solo en términos personales, sino también profesionales: Dalí ayudó a consolidar la idea de Llongueras como artista, alguien que no solo era peluquero, sino que utilizaba el cabello como una forma de escultura y expresión artística.

Esta influencia se ha visto reflejada en muchas de las creaciones capilares de Llongueras, quien llevó la peluquería a otro nivel, considerándola una forma de arte. Tal y como relata María Linares, CMO de Provalliance, "la amistad entre Lluís Llongueras y Salvador Dalí fue clave para la evolución artística de Llongueras. Su relación marcó una profunda conexión entre el arte y la peluquería, llevando el trabajo de Llongueras a un nivel innovador y creativo”.

Estrella de la buena suerte que Dalí le dedicó a Lluís.

En resumen, lo que unía a Luis Llongueras y Salvador Dalí era su amor por el arte y la creatividad, además de una visión transgresora que rompía barreras estéticas. A lo largo de su relación, compartieron momentos significativos y colaboraron en la creación de obras artísticas y estilísticas que fusionaban el surrealismo de Dalí con la estética vanguardista de Llongueras.

Sumado a lo anterior, les unía profundamente una visión compartida sobre la transgresión y la innovación artística. Llongueras siempre ha sido conocido por su enfoque vanguardista y revolucionario en la peluquería, lo que coincidía perfectamente con la visión excéntrica y adelantada de Dalí en el mundo del arte.

Ambos compartían el deseo de romper con las convenciones tradicionales, cada uno en su respectiva área, y explorar la creatividad sin límites. Luis Llongueras ha contado en varias entrevistas cómo fue trabajar con Dalí y destacó su peculiar sentido del humor y su genio excéntrico. La relación entre ambos se prolongó durante años, hasta la muerte de Dalí en 1989, y siempre estuvo marcada por el respeto mutuo y la admiración.









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