Terracycle, compañía internacional especialista en soluciones de sostenibilidad innovadoras, pone en marcha, por primera vez en España, Zero Waste Box. Esta iniciativa permitirá a las peluquerías o empresas del sector en España reciclar productos que no se pueden reciclar de forma convencional y así evitar que acaben en los vertederos.
La iniciativa facilita la recogida de productos como los botes de champú, acondicionador, espray y tubos de gel para el pelo, entre otros y permite darles una segunda vida. Según datos de Stanpa (Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética), tan solo en España, cada persona utiliza entre 7 y 9 cosméticos a diario. Estos artículos, debido a su composición y mezcla de materiales, han sido considerados "difíciles de reciclar", lo que los excluye de los sistemas de reciclaje convencionales.
"Con la colaboración de los centros de maquillaje o empresas del sector, podemos realmente marcar una diferencia significativa y avanzar hacia un futuro mucho más sostenible", asegura Ana Almeida.Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE, 2021), el 48% de los residuos generados en España terminan en vertederos o incinerados. Acciones como ZWB contribuyen a reducir estos residuos y permiten a las peluquerías o empresas del sector dar una segunda vida a los productos.
Ana Almeida, portavoz de Terracycle en España, asegura: "Con la colaboración de los centros de maquillaje o empresas del sector, podemos realmente marcar una diferencia significativa y avanzar hacia un futuro mucho más sostenible. Esta iniciativa ha sido bien muy bien recibida y ha obtenido una respuesta positiva en numerosos países, como Francia y UK".
Zero Waste Box: reciclar lo "no reciclable"
Las peluquerías con la voluntad de reciclar estos productos difíciles de reciclar de forma convencional pueden instalar en sus establecimientos las cajas de Zero Waste Box para reciclar estos residuos.
Para obtener las cajas, los centros deben escoger en la web de Terracycle el residuo que quieren reciclar. Con la caja instalada en el establecimiento los usuarios ya pueden depositar sus productos y una vez llena la caja debe enviarse de vuelta.
Los productos y envases se clasifican y separan en función de la composición del material. A continuación, se limpian, se trituran y se convierten en nuevos productos reciclados, como muebles y tarimas de exterior, parques infantiles, bancos o regaderas. Para sumarse a esta iniciativas los centros deben hacer un gasto mínimo de 1.000 euros que permite comprar aproximadamente unas 10 cajas e incluye el transporte, la recogida y el proceso de reciclaje.