L'Oréal cerró el primer semestre de este ejercicio con un beneficio de 1.479,5 millones de euros, un 11,4% menos comparado con el mismo periodo del año pasado. Así lo hizo público el pasado 28 de julio vía comunicado. Parece ser que la causa de este retroceso sería la depreciación de algunos activos que no han estado a la altura de lo que la multinacional francesa esperaba. Básicamente, han hecho referencia a las marcas Clarisonic, especializada en dispositivos de limpieza sónica facial, y Magic.

A tenor de la marcha poco satisfactoria de ambas marcas, L'Oréal puso en marcha una depreciación de 234 millones de euros en la valoración de Clarisonic y de 213 millones en la de Magic. Aun así, el grupo ha recalcado que esta operación no ha afectado a su caja, conservándose el interés estratégico por ambas marcas.

L'Oréal insistió en que la depreciación de 234 millones de euros en la valoración de Clarisonic y de 213 millones en la de Magic, no tiene impacto en su tesorería.

Al margen de la operación, el grupo aumentó en un 3,5% su resultado neto, hasta alcanzar los 2.025 millones de euros. Igualmente, el resultado de explotación creció un 1,7%, situándose en los 2.636,6 millones. La cifra representa el 18,3% del volumen de negocio de la multinacional, dos décimas por encima de lo obtenido durante el año pasado.

Crecen las ventas del área profesional

La división de productos para clientes particulares generó 1.306,8 millones de euros de resultado de explotación junto con un rendimiento del 21,2% en términos de volumen. Es decir, una décima menos de lo contabilizado en los primeros seis meses del pasado ejercicio. Por el contrario, la división profesional registró 338,2 millones además de una rentabilidad del 19,6%. Básicamente cinco décimas por encima del beneficio recaudado durante la primera mitad del año pasado. En síntesis, se confirma la tendencia alcista en esta división.









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