Puedes seguir empeñado(a) en alisar y alisar y alisar... Porque para gustos los colores. No es que queramos cargarnos a las melenas ultralisas, también hay espacio para ellas, sobre todos si son superglossy, que también son tendencia. Pero es que la textura es The Queen y hay que saber aprovecharla para tu máximo beneficio y la mayor belleza de tu clienta.
Así que ni cortos ni perezosos hemos decidido recopilar cinco trucos por cinco sendos peluqueros(as) que nos ayudarán a saber por dónde andan las tendencias en cuestión de textura/onda/rizo y cómo conseguir que se vea.
No es solo rizo, sino cuerpo y textura natural potenciada.
"Las texturas rizadas viven un momento dorado en el que no solo las melenas curlies están de moda, también es tendencia que cada cual resalte la textura natural de su cabello, sea cual sea. Una apuesta por la naturalidad y la diversidad que deja caer estereotipos sobre lo que es bello y lo que no. Por eso, entender la belleza expresiva del rizo no solo es importante para el peluquero, también para mostrarle a nuestra clientela su potencial, muchas melenas rizadas reciben el rechazo de quien las lleva porque no saben tratarlas", explica Pilar Aguilar, formadora en Peluquería Femenina y experta en formas y texturas en Antonio Eloy Escuela Profesional (Málaga).
Enseña a tu cliente cómo tratar el rizo.
Cómo cae el rizo, en qué zona es importante crear o disimular el volumen, cómo lavarlo, secarlo y peinarlo es más que importante tanto para saber crear un buen corte (profesional) como para cuidarlo en casa (cliente).
Conocer el cabello es fundamental para sacarle el máximo partido e incluso pasar de solo aceptarlo a abrazarlo. "Es necesario hacer pedagogía con nuestros clientes cuando están sentados en el tocador, explicarles por qué tomamos una decisión y cómo conseguirán resultados parecidos en casa. El cabello rizado necesita productos de acabado adecuados, hidratantes, temperaturas no muy altas durante el secado y un difusor. En casa debemos seguir los mismos pasos y darles consejos para su día a día. Por ejemplo, explicarles que no hace falta que se apliquen agua para reducir el encrespado entre lavados. Simplemente, sacudiendo la melena con los dedos se recuperará el volumen perdido durante la noche y aplicando un poco de crema o producto para rizos allá donde lo necesite, la melena se volverá a ver perfecta", palabra de Rafael Bueno, fundador del salón malagueño Rafael Bueno Peluqueros.
Ojo al tipo de coloración que eliges.
Lo mismo sucede con la coloración, ni un cabello fino reacciona igual que uno grueso, ni tampoco podemos tratar el liso como el rizado. Lo dicen Eva González y José Salvador de la firma Makeover, con salón en Logroño: "A la hora de escoger unas mechas, debemos saber que, en una melena rizada, recurriremos a técnicas que no marquen unos reflejos muy finos, sino todo lo contrario, ya que el volumen las difumina y apenas se ven. Por eso, mejor balayage que babylights. Y a la hora de cortarlo, unas capas inteligentes harán que tenga un volumen espectacular y que cuando lo recojamos, podamos crear diferentes looks sin perder la frescura".
Corrección óptica para melenas con menos pelo.
La coloración puede ser también un modo de corregir ópticamente una melena poco densa o sin cuerpo. Como si se tratase de maquillaje, podemos engañar al ojo y conseguir que parezca más abundante. "La combinación de reflejos finos oscuros y claros es perfecta para darle más dimensión a las melenas que parecen más pobres. Esto es así porque los tonos más oscuros crean la sensación de profundidad al contrastarse con los rubios, pareciendo que los mechones son más gruesos y por tanto hay más cantidad", detalla Charo García de Salón Ilitia (Balmaseda).
Un corte en seco, y otras consideraciones vitales cuando topamos con un cabello ultrafino.
En cabello excesivamente fino es necesario saber peinarlo para evitar los enredos, por eso la parte del cepillado es crucial en todo tipo de cabello, pero sobre todo en el ultrafino. Una característica que puede darse en una melena lisa, rizada, normal o muy abundante o no. La forma de tratarla debe adaptarse a todos esos aspectos, ya que las soluciones serán diferentes.
También hay que tener en cuenta que el cabello fino suele pegarse al cráneo, de ahí la falta de volumen. Por ese mismo motivo, se ensucia antes. "El cabello fino y rizado se corta en seco, ya que nos permite ver cómo va a quedar el largo y la forma. Para el cabello liso y fino un peine de cerdas de jabalí evita los enredos a la vez que le devuelve el brillo y una textura suave y bonita. También es recomendable en estos casos cepillarse por la mañana y por la noche para evitar que se creen nudos y los aceites naturales del cabello se distribuyan homogéneamente", puntualiza el estilista Ulises Mesa, de Ulises Peluqueros, en Santa Cruz de Tenerife.
En el salón, deberemos explicar a la cliente que el cabello fino que lleva mechas, precisa de reconstrucción de la proteína perdida durante el proceso de coloración para no afinarlo más y debilitarlo. Y por supuesto, hay que acertar con el mejor de los cortes.
Los cortes ideales para este tipo de cabello, el fino y si es rizado o no, son aquellos que no excedan de la media melena. Un lob, un bob o un pixie se adaptan a las tendencias y disimulan la falta de volumen. "Las capas ofrecen movimiento y volumen, pero deben realizarse de forma que no empobrezcamos la melena. Por eso es recomendable en melenas medias, ya que eliminan el peso de puntas y medios. En cambio, en las melenas largas consiguen el efecto contrario porque las melenas finas pierden fuerza a partir del pecho. Y en el caso de querer llevar flequillos, mejor que no sean tupidos, sino desfilados o abiertos para no restar densidad a la melena", afirma Ulises Mesa.