La primera impresión es lo que cuenta. ¡Ni te lo imaginas!

¿Cuántos de tus clientes habrán sentido cierta zozobra al entrar por vez primera a tu salón de peluquería y encontrarse con un ambiente poco agradable?
Bueno, decimos clientes, aunque en realidad no lo sean, porque desde su primera visita al salón, dejaron de serlo.

Cuán importante es un establecimiento acogedor y un aire que nos inspire. A todos los niveles, equipo, personal, mobiliario, luz, decoración, el propio aspecto incluso del peluquero o la peluquera que se sitúa tras cada sillón o lavacabezas.

Está claro, o infundes paz, bienestar..., ¡felicidad! Y seguridad. O la primera visita al salón se convertirá también en la última.

Pero, cómo hacerlo...

El lugar del que nunca nos marcharíamos

Convierte tu peluquería en un lugar del cual nunca tú mismo quisieras salir.
El espacio en el cual nos desenvolvemos, nuestra casa, nuestro trabajo, nuestro negocio... ¡Nuestro salón de peluquería!, condiciona, no lo dudes, nuestra propia vida y por lo tanto, nuestras decisiones.

Una regla fundamental. Y con un paso previo igualmente clave, el de elegir el público al cual deseas dirigirte. Si te diriges al público incorrecto, éste nunca será tu cliente.

Una vez que has decidido si lo tuyo es un templo de belleza, una barbería Old School o sencillamente una bonita peluquería al uso, debes adecuar el espacio para que tus potenciales clientes se sientan atraídos y quieran entrar.

Una peluquería con aspecto de barbería antigua conquistará a los hombres que cuidan su barba y su pelo, habitualmente hipsters, mientras que una peluquería en la que predomine, por ejemplo, el color negro, ejercerá su influencia sobre otro tipo de clientes que reclaman y esperan los servicios de una peluquería moderna.

Reglas al respecto, hay muchas, y debes asesorarte bien con los distintos especialistas en la materia, decoradores, empresas de mobiliario, creadores de espacios... Y consultar por supuesto, algún que otro manual de marketing, y si te es posible, formarte, con cursos o clases sobre la materia.

Permanecer es triunfar

Y he aquí que llegamos a cómo conculcar la idea de absoluto bienestar en tu salón a través del propio espacio físico, el cual no solo se decora sino que se reparte e incorpora variados y golosos incentivos.

O lo que es lo mismo, que los tiempos de espera no se conviertan para tu cliente en incómodas sensaciones y percepción de día perdido o malgastado. ¿A quién no se le 'roban' al menos 15 minutos antes de ser atendido en un salón?

Aunque, efectivamente, has de procurar que la demora en comenzar a teñir, cortar, peinar o lavar sea la menor posible, y atender de modo casi automático. Lo ideal es la llegada y el trabajoo cuasi simultáneo, y si es que se ha de esperar, lo mejor, hacerlo bien.

Una regla fundamental, y con un paso previo igualmente clave, es el de elegir el público al cual deseas dirigirte. Si te diriges al público incorrecto, éste nunca será tu cliente.

La sala de espera cumple aquí una misión prioritaria. Ha de ser amplia, luminosa, acogedora... Que estimule solo sensaciones positivas y placenteras. Qué mejor que una música ambiental ligera y acompasada para acompañar a tu cliente, revistas y pantallas que le procuren informaciones de entretenimiento o de moda y tendencias. Un café, un té; agua, unas pastas... ¡Qué delicia!

Piénsalo, así es como a ti mismo te gustaría que te atendieran. Si lo quieres para ti, hazlo con él.

Hasta aquí llega nuestra primera impresión. Nociones básicas y que cualquiera puede entender fácilmente. Pero vayamos a lo más complejo. Metámonos de lleno en la ciencia del marketing.

En la actualidad, el marketing es indispensable para cualquier empresa que desee sobrevivir en este mundo tan competitivo como es la peluquería, sometida además a vaivenes externos de tal calibre como el IVA o la competencia low cost.

Como profesional a cargo de un salón de belleza o peluquería debes tener en cuenta algunas pautas primordiales.

El producto, soy yo, yo mismo, mi persona, mi imagen, mi salón bien instalado, el personal que tengo a cargo y sobre todo mi capacidad técnica y creativa.

Si un empresario se enfoca sólo en el beneficio, tal vez tendrá suerte al principio, pero al poco tiempo el producto morirá, porque el cliente buscará otros salones que satisfagan mejor sus necesidades con mejor precio y calidad.

Para que esto no ocurra, la ciencia del marketing, responde a cada pregunta.

¿Cómo conseguimos clientes y que estos perduren?

1) CON MÁS CALIDAD DE TRABAJO.

Precios ajustados a nuestros servicios y categoría, una decoración correcta y publicitando nuestros servicios dentro de nuestras posibilidades.

Incorpora el marketing 2.0, internet, mail, etc., a tu esfera. Hoy, es imprescindible. Y no te olvides de otras formas más tradicionales con publicidad y visionado en folletos, con fotos de tus trabajos, pro ejemplo, en vídeos, revistas, diarios, etc.

El 'marketing' es indispensable para cualquier empresa que desee sobrevivir en este mundo tan competitivo como es la peluquería, sometida además a vaivenes externos de tal calibre como el IVA o la competencia 'low cost'.

2) ANALIZANDO EL MERCADO DE CONSUMO.

Edad, sexo, profesión... De nuestros potenciales clientes.

Analicemos quiénes viven alrededor de nuestro negocio, qué edad tienen, su estado civil, si disponen de tiempo libre o no y cuándo.

Cada servicio y oferta ha de ajustarse a dichos parámetros.

3) ANÁLISIS DE LA COMPETENCIA.

Se debe tener un conocimiento detallado acerca de:

  • Importancia de la marca.
  • Línea de productos.
  • Instalaciones.
  • Personal.
  • Volumen de ventas.
  • Políticas.
  • Actividades.
  • Grado de participación en el mercado total.

Para que el especialista en marketing, si te asesora, o tú mismo como tal, seleccione tus mercados y los haga más rentables necesita conocer bien los siguientes factores:

  • Condicionantes de la misión, satisfacer necesidades de una manera rentable.
  • Diferenciar comprador de consumidor.
  • Entender el mercado.
  • Conocer a la competencia.
  • Todo ello para buscar ventajas competitivas.

4) IDENTIFÍCATE. IMAGEN DE MARCA.

Tenemos que ofrecernos como marca. Pero, ¿cómo logramos entonces nuestra propia identidad?

Se trata en términos de marketing de la aplicación de la segmentación de mercado. Y seleccionamos distintos objetivos con estudios ya establecidos cuantitativamente, manejando una definición sistemáticamente de nuestros potenciales clientes.

Estos objetivos se centrarían en:

» LÍNEA DE PRODUCTOS.
Una vez analizada la situación del sector y qué ofrece y cómo trabaja la competencia, nuestro objetivo es establecer cuáles son nuestros servicios y cómo mejorarlos con respecto de nuestra competencia, además de elevar el nivel de presentación de nuestro salón, haciendo más publicidad, mejorando la atención al cliente, cubriendo más horas de atención a nuestro negocio, haciendo que la primera impresión sea inolvidable...

» SERVICIOS.
Dentro de nuestras actividades como profesionales peluqueros, existen distintas formas de trabajar y agregar distintos servicios, como tratamientos capilares, de belleza, maquillaje... Analiza si lo tuyo es dar forma a un gabinete de belleza que te ayude a aumentar tus ingresos y satisfacer el perfil de tu cliente.

Si un empresario se enfoca sólo en el beneficio, tal vez tendrá suerte al principio, pero al poco tiempo el producto morirá, porque el cliente buscará otros salones que les satisfagan mejor sus necesidades con mejor precio y calidad.

» UBICACIÓN GEOGRÁFICA.
No es lo mismo situar tu salón en una zona comercial que en el extrarradio, en el centro de la ciudad que en el interior de un centro comercial, por ejemplo.

En función de donde te halles tu imagen y tu estrategia será distinta.

Y no lo olvides, en cuestión de peluquería, al igual que cualquier otro negocio o aspecto de la vida, la primera impresión sí cuenta.

La primera impresión cuando tu potencial cliente entra por la puerta de tu salón, es la suma de todo lo analizado hasta aquí y su aplicación correcta. La única manera de persuadir a tus clientes para que se queden contigo y permanezcan.

Y ahora, si tienes un salón de peluquería o barbería, reflexiona. ¿Qué estoy haciendo mal y qué estoy haciendo bien? Solo si quieres avanzar, despejarás la incógnita.









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