Si de algo ha adolecido esta edición de Salón Look recientemente finalizada, la cual ha tenido lugar del 21 al 23 de octubre en IFEMA, Madrid, ha sido de la notable pérdida, de un tiempo a esta parte, del apoyo de expositores y grandes compañías, preminentemente en lo referido al sector peluquería.
La feria viene perdiendo expositores de dicho sector en gran número y de modo progresivo desde el año 2018, donde contaba en esa edición con 157 expositores de este sector fente los 195 de 2017, pasando a 101 en 2019 y bajando a 58 empresas en 2021, 86 empresas en la edición 2022 donde recupera parte de lo perdido. En total, un descenso del 19,5%, 48%, 70% y del 55% respectivamente con respecto al año 2018.
Las causas pueden ser diversas. Desde los cambios de hábitos del visitante, la inversión necesaria para exponer o sencillamente, la ecosostenibilidad de los espacios, la gran olvidada de este tipo de citas a gran escala. El sector de la peluquería está cambiando, y parece que las ferias al uso no son capaces de dar respuestas efectivas a las actuales necesidades de dicha industria, en pleno proceso de transformación.
Atrás quedan los tiempos de los mega estand de diseño con los que las compañías multinacionales y otras empresas, también medianas, acudían a Salón Look, pérdidas que en lo referido a peluquería, se han vuelto a hacer patentes en esta su última edición, añadiendo más firmas ausentes a la cita.
Frente a distintos motivos, lo que está claro es que la pérdida de apoyos por parte de los expositores a la fórmula feria pasa en un gran porcentaje por la relación entre inversión y rentabilidad. Espacios muy costosos, de grandes dimensiones, de alto coste de montajes, difíciles de amortizar.
El sector peluquería basa parte del éxito de su presencia en una feria en las ventas que realiza en ella directamente. Los márgenes cada vez más pequeños de los productos, el cambio de hábitos de compras y la posibilidad de compras on-line anulan esta opción cada vez más por parte de los expositores. Tanto y de tal modo, que de hecho cada vez hay menos estands exclusivamente de ventas en Salón Look.
Otras muchas variables empujan a la decisión de no acudir y/o no estar presentes en Salón Look, ya no solo en peluquería sino también en estética. No hemos de olvidar que el mundo está cambiando y que la ecosostenibilidad condiciona la toma de decisiones en todos los ámbitos. Los encuentros como Salón Look, las grandes citas feriales, contaminan y generan residuos. No han abrazado el reciclaje y necesitan del uso de medio de transporte en muchas ocasiones de largo alcance para el desplazamiento, lo que contraviene la política de emisiones cero y sostenibilidad y compromiso con la salud y el planeta.
Instagram: @salonlook_Por un sector de calidad
Un panorama, el de la peluquería profesional actual que, además, y en estos momentos pierde peso específico como tal, algo que nos debiera de preocupar a cuantos formamos parte de la misma, la peluquería, trabajando por generar un sector de calidad y con contenido profesional. Y para ello, no podemos olvidar cuan necesaria es la innovación en esta industria, con novedades y nuevos servicios que ofrecer al consumidor.
El lenguaje del sector hoy se basa en exceso en los precios, en tener el precio más bajo en los servicios, en los productos, lo que no ayuda a fortalecerlo, sino precisamente todo lo contrario.
Si tuviéramos que añadir una reflexión más a este análisis y a la pérdida de apoyos por parte de la peluquería a Salón Look, deberíamos citar también aquí la mezcla de público profesional con consumidor final entre sus visitantes. La empresa que busca comunicarse exclusivamente con el profesional, ha de hacer un esfuerzo importante de criba para identificar a los profesionales de entre todos los visitantes, de los que la gran mayoría son público general. Además cada vez más, el perfil del profesional no se ve reflejado en este tipo de eventos como su mejor encuentro.
Sin olvidarnos de algunos detalles tales como el exceso de ruido, una rémora del espacio expositivo dedicado a la peluquería desde hace años, lo que para público y expositores hace imposible una feria donde comunicarse, cuando el principal objetivo de una feria precisamente es ese mismo, comunicarse.
Las organizaciones feriales han de encontrar una fórmula donde redimensionar la presencia y con ello el esfuerzo económico que hacen las empresas en citas como Salon Look, para poder tener una mejor y mayor representación empresarial, y establecer con criterio y valentía el reto de convocar a un público segmentado, más profesional, mejor definido, sin temor a perder volumen de afluencia para ganar en calidad de visitantes y con ello en mejores resultados. Hemos pasado por un feroz Covid, estamos en plena crisis energética y hemos de trabajar todos por ser eficientes, porque actualmente más no es mejor, aunque parezca, a la vista de los acontecimientos, que ciertas organizaciones no se dan por aludidas.