Las gafas con montura de pasta poco a poco han ido tomando posiciones en la sociedad. Su origen, muy ligado a los Nerds estadounidense, ganó espacio entre los sectores más indi, otorgando a sus poseedores un look intelectual.

Ahora, los famosos de Hollywood dejan de lado las monturas de grandes tamaños (siempre con el espacio para la marca) para optar por estas, más pequeñas y más a la moda entre los sectores más ligados con la cultura y el arte.

Se define como gafapasta a toda aquella persona alternativa que pasea por la calle con tres periódicos bajo el brazo, con su suplemento cultural o una revista de crítica literaria en su defecto, ve cine francés, SIEMPRE en versión original, y es fan incondicional de Jean-Luc Godard. Tambien suelen coincidir en que Blade Runner es la mejor película de la historia del cine. Entre sus referencias musicales: Björk, Madeleine Peiroux, Radiohead, Coldplay, Los Planetas, Elefantes y compositores de BSOs o soundtracks (vamos, bandas sonoras de pelis, no confundir con las de carretera), sobre todo el gran Michael Nyman... No les parecen nada mal: Beck, Belle & Sebastian, Nouvelle Vague, Deluxe (en su versión más cañí, si es que existe tal cosa), The Jesus & Mary Chain, Mazzy Star y Nacho Vegas, recuerdan canciones de Silvio Rodríguez y creen en la música étnica.

La gente con gafas de pasta es justo ese colectivo de personas que dice al mundo lo que es bueno y lo que es malo, en lo que a arte (en términos generales) se refiere. El gafapastismo es una corriente de pensamiento minoritaria pero con gran influencia. Antes se decía que tal o cual persona iba a la moda. Los gafapastas ya no van a la moda, marcan tendencia. Ellos valoran qué está bien y qué no, en función de la tendencia del momento. Eso explica que casi siempre el primer o segundo disco de un grupo se considere "su mejor disco", el quinto nunca lo será, casi siempre por esa cosa de "se han vuelto comerciales". Por ejemplo, Massive Attack: pues bien, su primer disco, Blue Lines, es considerado un clásico de los noventa; el último, en cambio, no está mal pero no tiene comparación.

La cultura del gafapasta es la contracultura selecta, y en el momento en que esa contracultura selecta se hace mayoritaria, ya no vale, hay que cambiar de grupo musical o de director. Y aquí llegamos al cine. Porque ellos van mucho al cine, y les gustan las cosas raras; sólo las cosas raras.
Los gafapastas son considerados una versión mejorada de los conocidos como modernillos, ya que la capacidad intelectual de éstos últimos no les da para leer un libro de más de 200 páginas ni tragarse los suplementos culturales de los fines de semana (vamos, no saben ni que existen). Los modernillos suelen cubrir estas carencias intelectuales comprándose complementos tecnológicos de última generación, como productos manzana.


Diferencias fundamentales: en qué podríamos confundir al modernillo y al gafapasta

  • Ambos tienen mp3...
      -El modernillo. Lo ha comprado de última generación en FNAC.
      -El gafapasta. Lo ha conseguido con los puntos de El País, abonando una simbólica cantidad.
  • Ambos viven en Madrid o Barcelona tarde o temprano...
      -El modernillo. Se ha ido a hacer un master de Documental creativo a la Pompeu Fabra, o alguna cosa también muy cara de diseño gráfico.
      -El gafapasta. Ha ido a buscarse la vida. El trabajo basura que más le aportaría es ser uno de esos personajillos de chaleco verde con rayas amarillas que pululan por los pasillos de la FNAC. Se siente realizado al recomendar a los clientes sobre música y cine, por la que luego será conocido como "el/la gafapasta ese del FNAC" en la zona.
  • Ambos van a festivales de música..
      -El modernillo. Va a pasarse de drogas y a meter fichas a diestro y siniestro.
      -El gafapasta. Se toma una buena cervecita –de las de verdad, tipo Judas– y comenta con la chica de al lado las veces que han visto anteriormente directos del grupo.
  • Ambos escuchan Radio3...
      -El modernillo. Escucha Siglo XXI, Músicas posibles. Ha buscado en google cómo son físicamente Jesús Ordovás y Virginia Díaz.
      -El gafapasta. No se pierde La ciudad invisible, Diario pop, Trópico utópico, El ambigú, etc. Se sabe el punto del dial de Radio3 en varias ciudades.
  • Frente a las nuevas tecnologías...
      -El modernillo. Va sobrado, controla con soltura los entornos de Mac y Windows. No hay elemento de última generación digital que se le resistan. Edita siempre con Photoshop todas sus imágenes.
      -El gafapasta. Más habituado al mundo analógico, sigue siendo un amante de las técnicas de toda la vida. El revelado de fotos en B/N le parece la cima de la fotografía. Controla las nuevas tecnologías pero ama por encima de todo lo tradicional y su belleza.

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