Muchos compradores de los secadores Parlux no son conscientes del esfuerzo científico y los altos estándares tecnológicos que se buscan durante su concepción para lograr la mejor herramienta para el profesional.
Uno de estos ejemplos es el uso durante el desarrollo de los productos del "peluquero mecanizado", un brazo robótico que imita los mismos movimientos y trabajo que realiza un peluquero real durante su rutina habitual en el salón. Para probar los secadores, se montan sobre esta herramienta computerizada y se hacen funcionar durante muchas horas al día, tal como harían en la realidad, para descubrir fallos y problemas antes de que lleguen a manos del profesional. Todas las partes mecánicas, eléctricas y electrónicas del secador son testadas en profundidad para que puedan ser mejoradas y solucionar cualquier posible problema.
Todo los modelos de Parlux son sometidos a estas pruebas, así como a otras distintas que puedan asegurar su fiabilidad y resistencia en manos del profesional de la peluquería.