Desde hace unos años, la barbería Old School, inspirada en las técnicas de corte más clásicas, ha revitalizado el sector a nivel global. Este boom ha obligado a la barbería a reciclarse tras haber sido considerada, durante años, algo así como el patito feo de la profesión. En el extremo negativo de este fenómeno cabe situar a un gran número de negocios que prometen este estilo de barbería a precios low cost e incluso sin el conocimiento suficiente del oficio. A partir de este contexto, la pregunta del millón sería: ¿Qué le espera ahora a la barbería?
Este fue el punto de partida de la mesa redonda ¿Y después del Old School qué? Nuevas tendencias en barbería, conducida por la periodista Anna León y en la que participaron Vicenç Moretó, de la Peluquería Vicenç Moretó, Juanjo Ruzafa, director de la Ruzafa Barber y Jordi Pérez, director de la Barberia de Gràcia. Tres pesos pesados de la barbería de nuestro país que no dudaron en apuntarse a este encuentro celebrado el pasado 25 de junio en Studio Beauty Market, en pleno Gótico barcelonés.
Qué le espera a la barbería
"Hace años que dura el interés por los cortes vintage, encabezados por el fade o el Pompadour. Estas técnicas han puesto de moda nuestra profesión, pero esto también pasará. En mi opinión, aquellos profesionales que no se reciclen y asimilen otras facetas del oficio, servicios técnicos incluidos, se quedarán estancados. Yo cada vez me siento más peluquero que barbero. El porqué: hay un gran número de barberías clónicas, low cost, que solo hacen cortes clásicos Old School y con las que no me identifico", introdujo Jordi Pérez, quien inició este debate. "Algunos ya hemos pasado -continuó- por situaciones similares. Recuerdo cuando los clientes con inquietudes acudían a las barberías y no se les daba respuesta. De ahí el declive de las barberías años atrás y el auge de los salones unisex. O nos ponemos las pilas y apuntamos hacia otras direcciones, ofreciendo otros tipos de cortes o, lamentablemente, se repetirá la historia", advirtió.
Por su parte, Juanjo Ruzafa añadió: "La cuestión sería hacia dónde queremos que vaya el sector. Y si tomamos medidas como profesionales o empresarios, porque es lo que más nos conviene. Creo que si dirigimos la barbería a un sector muy concreto, nos veremos otra vez sentados y leyendo el periódico. Debemos adaptarnos a las nuevas técnicas y tendencias y marcar unas pautas". Ruzafa, quien se enorgullece de decir que es barbero, recalcó que el Old School era lo más hasta hace cuatro días, aunque ahora se empiezan a ver cabellos más largos. "Si partimos de una visión empresarial, debemos cubrir todo el abanico de posibilidades existente. Es decir, cabellos cortos, medios y largos. Nosotros marcamos las tendencias y debemos tener muy claro hacia dónde las enfocamos. Imaginaos que se ponen de moda los moldeados y los rizos: muchos barberos no los sabrán hacer. Por el contrario, los barberos que nos hemos reciclado, sí podremos cubrir esa demanda. Insisto: las tendencias las marcamos nosotros. Y por supuesto, debemos ver las cosas como profesionales y empresarios", aconsejó.
Moretó recalcó que la barbería española 'está muy bien posicionada de la mano de profesionales que acaparan premios internacionales' y no tiene nada que envidiar al resto. Especialmente, a la barbería de países centroeuropeos, considerada de las mejores.Sobre esta cuestión, Vicenç Moretó, insistió en que es necesario ser empresario y barbero/peluquero a la vez: "no podemos olvidar que los fades y los cortes cortos, o extremadamente cortos, siguen ostentando el mayor volumen de negocio en el local. De cada 10 cortes que se hacen en la barbería, 7 son Old School. Aun así, yo me he rodeado de un equipo capacitado y preparado para ofrecer distintos registros, abarcando todos los estilos". Moretó, también creador de colecciones desde hace siete años, explicó que no suele tocar mucha vanguardia, ya que le gusta repetir cortes, sobre todo aquellos que más le piden en su barbería. "No hemos nacido para ser empresarios -prosiguió- por eso nos debemos educar y formar, rodeándonos de gente que nos ayude a evolucionar. Yo recomiendo asistir a formaciones, viajar, estar atentos a las redes sociales, inspirarse en los trabajos de otros compañeros y observar hacia dónde se mueve el sector. Hoy en día, estoy donde quiero y eso es el éxito para mí". Moretó también reconoció que cada vez se siente más peluquero aunque no deja de decir "con orgullo" que es barbero.
El fade y el resto de técnicas Old School le han ido muy bien a la barbería, proporcionando pingües beneficios, aunque ya es hora de "pasar a otra cosa" . "Los tres estamos viviendo un momento muy dulce, desde el punto de vista profesional, y ello puede dar la sensación de que nos hallamos en una especie de zona de confort. Y esto es muy peligroso. Por muy bien que nos vayan las cosas, no nos podemos apalancar. Y si hemos de hacer moldeados, colores y melenas, los haremos e incluso los propondremos. Creo que sobrevivirán los barberos formados y con mayor capacidad de adaptación", afirmó Pérez, con la idea de que el Old School es una tendencia y podría empezar a tocar techo en breve.
La barbería española, nada que envidiar a la de otros países
En este sentido, Moretó, quien acaba de regresar de una formación por Sudamérica, hizo balance de su experiencia: "En mi opinión, y aunque lo hacen muy bien desde el punto de vista técnico, debemos enseñarles que hay vida más allá de un corte de cabello. Que es necesario invertir en herramientas, educación, programas de gestión y personal. Aun así, el nivel es muy bueno, desde el punto de vista profesional y humano".
Ruzafa, quien también ha visitado Sudamérica en alguna ocasión, añadió: "Tienen ganas de aprender y saber qué se hace en el otro lado del charco. El 90% de los salones en Sudamérica, llamados locales de estética, tienen su corner de barbería. En estos países, el barbero tiene un título que le autoriza a usar una cuchilla y cuesta más de conseguir que el de un peluquero de señoras. Además, recibe una formación específica en barbería. Por el contrario, en nuestro país los alumnos reciben 30 horas de formación en barbería dentro de un curso de peluquería. Así no se puede ser barbero: yo llevo 37 años en la profesión y sigo aprendiendo".
A continuación, Pérez, quien ha regresado de Chicago con el ABS Global Image Awards en la categoría masculina, semanas atrás, hizo referencia a la cultura emprendedora de los Estados Unidos: "Es un país en el que apoyan a los emprendedores, todo lo contrario que aquí o en el resto del continente europeo. Por el contrario, la administración estadounidense lo pone fácil cuando un empresario quiere poner en marcha y hacer crecer cualquier negocio".
'Por muy bien que nos vayan las cosas, no nos podemos apalancar. Y si hemos de hacer moldeados, colores y melenas, los haremos e incluso los propondremos. Creo que sobrevivirán los barberos formados y con mayor capacidad de adaptación', afirmó Pérez,Finalmente, Moretó recalcó que la barbería española "está muy bien posicionada de la mano de profesionales que acaparan premios internacionales" y no tiene nada que envidiar al resto. Especialmente, a la barbería de países centroeuropeos, considerada de las mejores.
Autoempleo y ticket medio
Dos de los temas que más polémica y comentarios suscitaron fueron el autoempleo y el bajo ticket medio, en general, de la barbería. Entre el público, Loren Macias, de Macias Hair Studio, recordó que el 80% de las barberías de nuestro país cuentan con una sola persona, acogiéndose al régimen de autoempleo. "Hasta que este 80% no contrate personal y empiece a jugar en otra liga, la barbería no evolucionará como debería", lamentó. En este sentido, los ponentes aportaron algunas pautas. Por ejemplo, contratar y motivar a un equipo preparado, digno de confianza. O invertir en formación contable y relacionada con la gestión del negocio, marketing o protocolo. "Es increíble que algunos profesionales manejen su negocio sin saber interpretar una cuenta de explotación o un balance. Que no sepan valorar sus ingresos y gastos", reconocieron.
Macias también insistió en que los barberos se deben valorar más, sobre todo a la hora de fijar un ticket medio. Moretó añadió que el ticket dependerá de la zona, ya que el valor varía muchísimo en función de la comunidad autónoma. "Hasta hace cuatro días era impensable que alguna barbería de Sevilla cobrara más de 20 euros por servicio. Todo esto empieza a cambiar".
Pautas recomendadas
En síntesis, el debate finalizó con una recopilación de las principales pautas recomendadas por sus participantes, pensando en la barbería que viene.
- Ofrecer una barbería prémium, de calidad, dispuesta a arriesgar y salir de la zona de confort. Una barbería dispuesta a adaptarse a las nuevas tendencias, abandonando las técnicas que funcionan bien y pueden finalizar en cualquier momento. Se empiezan a trabajar los cabellos medios y largos.
- Formación continua.
- Capacidad de gestión y visión de empresario al frente de un negocio. Mayor preparación en este ámbito.
- Saber comunicar y venderse dentro del sector.
- Darse a conocer en Internet, difundiendo trabajos, colecciones y formaciones. Principalmente a través de redes sociales y página web, esta última como canal para generar tráfico al salón.
- Ubicación y decoración atractiva del local.
- Dar una oportunidad a gente nueva, fomentando la figura del aprendiz. En colaboración con un centro de enseñanza en peluquería, Moretó ha puesto en marcha un programa que introduce un número de horas prácticas que complementan la formación teórica. Los aprendices elegidos desempeñarán esas horas en varias barberías. El proyecto arrancará en septiembre del año que viene.
- Rodearse de un equipo formado en todo tipo de técnicas y motivado.
Al igual que sucedió en charlas anteriores, la sesión finalizó con un coffee break que sirvió para abordar temas pendientes e intercambiar impresiones entre todos los asistentes. Gracias Vicenç, Jordi y Juanjo por aportar vuestras experiencias y conocimientos en beneficio de la barbería.