Se define como un profesional "tozudo y perseverante". Kiko Medina, fundador de la cadena Oh my Cut!, empezó en el mundo de la belleza con solo 16 años. En el año 2007, cuando se empezaba a vislumbrar la crisis económica en nuestro país, Medina añadió su propia aportación al segmento de peluquerías low cost. Una cadena, bajo el concepto value for money con un menú de servicios fundamentales (corte, peinado, color y tratamientos y venta de productos) y unos precios por debajo, en un 30%, de la media del mercado.
Con Kiko Medina hablamos de lo que suponen los tres nuevos establecimientos inaugurados en Barcelona estas Navidades. Y también de las novedades que preparan, dirigidas al público final, para el año 2015.

Beauty Market: Con 64 salones entre España, México y Colombia, Oh my Cut! abre tres establecimientos en Barcelona. ¿Qué suponen para la marca los nuevos establecimientos en la Ciudad Condal?
Kiko Medina: Actualmente nos hallamos en pleno proyecto de expansión de Oh my Cut! El hecho de aterrizar en Barcelona con tres salones y disponer de buena visibilidad y aceptación de la marca es un reto para nosotros. Un desafío fruto del proceso de madurez que atraviesa la empresa.

B.M. Oh my Cut! abrió sus puertas en el año 2007, justo cuando arrancaba la crisis en nuestro país. ¿Fue una decisión arriesgada en su momento? ¿Qué balance hace, a día de hoy, de estos siete años de trayectoria?
K.M.: Hago un balance más que positivo, si tenemos en cuenta que somos una empresa relativamente joven. En solo siete años hemos logrado aumentar el número de salones de forma rápida, tanto a nivel nacional como internacional. En la actualidad, tenemos presencia en países como México y Colombia.

B.M.En síntesis, ¿qué aporta Oh my Cut! y que la diferencia de otras cadenas de peluquería?
K.M.: Nuestra filosofía es añadir valor a cada servicio que ofrecemos. Tratamos de crear una experiencia única en cada visita, con unos precios cerrados y transparentes que nos convertirán en una alternativa seria y honesta.

B.M.Háblenos brevemente de los espacios Color Bar, sOhp! Take Away y The final touch! creados para ofrecer valor añadido en sus salones de peluquería.
K.M.: Son espacios únicos en Oh my Cut! que nos diferencian de otros salones de peluquería. El Color Bar es la zona técnica diseñada para el diagnóstico y aplicación del color. sOhp! Take Away es la zona de ventas en Oh my Cut! diseñada para ofrecer a nuestros clientes todos aquellos productos disponibles para ellos. El espacio The Final Touch es un tocador con todos los productos y herramientas de styling que nuestros clientes necesitan para realizar su propio retoque final y acabado del servicio. Forma parte de la estrategia de transparencia total de la marca con el cliente de forma que éste paga solo por lo que quiere o necesita.

B.M. El sector de la peluquería no atraviesa un buen momento: a la caída de la demanda, a causa de la crisis, se suma la subida del IVA en 13 puntos. ¿Cómo hacen frente desde Oh my Cut! a la situación económica actual? ¿Qué medidas han tomado al respecto?
K.M.: Básicamente hemos añadido valor a los servicios que ofrecemos para compensar esta situación, con espacios diferenciadores como el Color Bar, SOhp! Take Away y The Final Touch, que nos hace únicos en el sector.

B.M. Oh my Cut! ha inaugurado tres salones en México y uno en Bogotá. Además, tienen previsto abrir otros establecimientos en diversos países latinoamericanos. ¿Qué aporta América Latina a su cadena de peluquerías? ¿Por qué les interesa este mercado?
K.M.: Es vital proseguir con el crecimiento de Oh my Cut! en Latinoamérica. Es una estrategia fundamental para la internacionalización de la marca y su progresión. Se corresponde además con nuestro proyecto de expansión. América Latina es un mercado con un culto a la belleza extraordinario y esto supone un indicador estupendo para operar allí.

B.M. Usted inició su trayectoria en la peluquería con solo 14 años. ¿Qué recuerda de esos inicios? A día de hoy, ¿cómo se definiría profesionalmente?
K.M.: En ese momento estaba en el instituto de formación profesional donde aprendía el oficio y mi principal misión era adquirir las mejores destrezas como peluquero. A los 16 años entré a trabajar en un salón y ahí aprecié y valoré esta gran industria. A partir de entonces, comencé a definir mi carácter profesional, bastante tozudo y perseverante. Características que hoy acompaño junto con otras meramente empresariales. Por ejemplo, tratar de buscar los nichos de mercado que ofrece cada sector. Y hacerlos realidad: sin duda, lo que más me gusta.

B.M. De cara al año que viene, ¿cuáles son los proyectos más cercanos de Oh my Cut!?
K.M.: Contamos con diversas iniciativas que giran en torno a nuestro cliente final. Además de otras relacionadas con tecnología y gestión del turno en el salón. Grandes novedades que no dejarán indiferentes a nuestros clientes.

B.M. Y ya para acabar, ¿qué le queda pendiente a nivel profesional?
K.M.: Mucho. Tengo la certeza de que lo bueno está por venir. No obstante mis metas no suelen ir más allá de los próximos 18 meses. Así que el reto es operar en un número mayor de ciudades y países, aumentar el número de integrantes de nuestros equipos y conquistar a más clientes. Todo ello sin dejar de disfrutar de la aventura que suponer crear una marca transformadora.









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