"¿Quieres cambiar?" "¿Te vale cualquier corte?" ¿Un corte verdaderamente atrevido?" Estas preguntas pueden ser habituales en los salones de belleza cuando las clientas llegan para dar un gran paso que no siempre es fácil, sobre todo cuando les atormenta esta última cuestión: "¿Me quedará bien?"
En general, es muy difícil saber si te gusta el resultado antes de haberlo logrado realmente. No obstante, los centros de belleza saben que lo que importa es, en general, las opciones de peinado que tendrán y, en particular, la forma de su cara.
Para no lamentarse de todo el cabello cortado, la peluquería John Frieda compartió su pequeño secreto:
- Toma un lápiz y una regla.
- Coloca recta la cara.
- Mete el lápiz debajo de la barbilla y la regla a lo largo de la cara a partir de la parte inferior de la oreja.
- Si la distancia entre la parte inferior de la oreja y el lápiz es inferior a 5,7cm, la clienta puede llevar el pelo corto.
Esta pequeña prueba tan sencilla se basa simplemente en las proporciones de la cara.