Juntas lo han conseguido, y juntas no dudan en parar cualquier golpe. En realidad, no necesitan guantes de boxeo, lo suyo es arte, trabajo y empresa. Laura e Inma Álvarez son las artífices de Aduho, uno de los nombres que con más fuerza suena actualmente en la peluquería. Empresa joven y dinámica con una oferta amplia, muy fresca, y con los pies sobre la tierra.

No les hace falta a estas dos hermanas cerrar los puños y enfundarse los guantes de boxeo, con su sonrisa lo dicen todo. “¿Nuestro motor? Los sueños. Cuando charlamos soñamos juntas. Hemos creado miles de ilusiones y, cuando se cumple una, no paramos, seguimos imaginando más”.

Inovidable ha sido su premio en los Global Salon Business Awards, “y lo bueno es que compartimos otros muchos recuerdos, todos ellos llenos de emoción”. No lo dudan, si volvieran a nacer, repetirían: “Esta profesión ha sido un regalo, más aún si la puedes compartir, como nosotras, con una persona tan afín, tan cercana, tan tuya...” Jamás bajan “la guardia”. ¿Algún defecto? “Que nadie crea que somos perfectas”. Aunque quizá, el mayor de ellos, “la total dedicación a la profesión”, confiesan, sea en realidad una de sus múltiples virtudes...

Beauty Market: Inma y Laura, ¿siempre “Inseparables”?
Inma y Laura: ¡Siempre! Compartimos la misma óptica, vemos la vida desde el mismo ángulo. Somos un equipo equilibrado con una suerte alucinante. Nos cuidamos mucho una a otra, estamos tremendamente unidas. ¡Inseparables for ever!

B.M.: El secreto del éxito es...
I. y L.: Una fórmula magistral, la triple T. ¡Trabajar, Trabajar y Trabajar!

B.M.: Su consejo profesional...
I. y L.: Disfrutad, vivid intensamente, con pasión.

B.M.: ¿Y personal?
I. y L.: Ninguno, cada uno es dueño de su vida, sólo sugerimos que no dejen de soñar.

B.M.: Nunca renunciarían a...
I. y L.: A formar nuevos profesionales, a compartir lo que sabemos.

B.M.: Su proyecto más inmediato...
I. y L.: Las aperturas para este año, un gran desafío al alcance de la mano.

B.M.: ¿La peluquería es arte?
I. y L.: Puede ser, eso lo decide el cliente. Podemos desarrollar cientos de cortes, pero sólo quienes los usan nos convierten en artistas.

B.M.: Y el arte en peluquería, es...
I. y L.: Conseguir que una persona se levante del sillón con una sonrisa.

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