Esta transformación marca el inicio de una significativa revolución interna para la marca, con un mensaje poderoso dirigido a las mujeres de todo el mundo: recuperar el poder y sentirse bellas y revitalizadas.
La nueva campaña, descrita como una provocación a la confianza en uno mismo, posiciona los salones Franck Provost no solo como espacios de peluquería, sino como verdaderos lugares de vida comprometidos. "Somos más que un salón de peluquería, somos lugares de vida comprometidos, generadores de bienestar".
El mensaje es claro: Franck Provost quiere incitar a las mujeres a sentirse seguras y poderosas. Con salones ubicados a la vuelta de la esquina, la accesibilidad y el bienestar están en el corazón de esta nueva visión.
Este anuncio se produce en un momento en el que la industria de la belleza está experimentando un cambio significativo en la forma en que se perciben los servicios, pasando de simples prestaciones a experiencias enriquecedoras que contribuyen al bienestar general de los clientes.