Francisco Javier Delgado: 'Tenemos que ser mucho más exclusivos en el servicio'

Hijo y nieto de peluqueros originarios de un pueblo de Jaén pero afincados en Sevilla hace ya 60 años, con una sólida trayectoria profesional, disponen de cuatro salones en la ciudad de Sevilla y un espléndido centro de formación.
Francisco Javier Delgado es la tercera generación de una saga familiar a la que ya se ha sumado una cuarta, concretamente la de su hijo mayor, conocido como Adonay Sevilla, ayudándole en varias facetas del negocio familiar y aportando su visión particular de un negocio en constante evolución.

Beauty Market: ¿Cuales fueron los orígenes de la firma Juan Delgado?
Francisco Javier Delgado: Mi abuelo ya era peluquero en Jaén. Mi padre aprendió la profesión y, cuando se traslada a Sevilla a hacer el servicio militar, observa cómo en una ciudad más grande como Sevilla tenía más posibilidades de progresar que en su lugar de nacimiento. Es cuando monta en 1954 su primer salón y poco a poco fue tirando de toda la familia. Yo soy la tercera generación. Actualmente ya existe una cuarta generación, que es mi hijo mayor, que ya desarrolla muchas actividades para nosotros; para L'Oréal confecciona editoriales de moda para prensa y en breve trabajaremos también para los premios Goya que se celebran este mes en Madrid.

B.M.: ¿Cómo se inicia en el mundo de la peluquería?
F.J.D.: Mi padre siempre me aconsejó que acabara mis estudios y es más tarde cuando me incorporo a la empresa. Después estudié para técnico especialista de peluquería, lo que es ahora imagen personal, y a raíz de ahí ya me formo en nuestro centro y viajo a otros centros para adquirir mayores conocimientos, nuevas ideas y formación. Trabajo en la peluquería, en el centro de formación, trabajo en shows y con varias firmas comerciales.

B.M.: ¿Cuál es la estructura de su empresa?
F.J.D.: Nosotros tenemos cuatro salones de peluquería en Sevilla y el centro de formación. Además, nuestro centro de formación es el estudio oficial de L'Oréal en Sevilla desde hace ya varios años. Todas las actividades que elabora L'Oréal para sus clientes en Sevilla se desarrollan en nuestro propio centro. Acuden clientes no solamente de Sevilla sino también de Cádiz y de Huelva.

B.M.: ¿A quién va dirigido su centro de formación?
F.J.D.: Nos encargamos de la enseñanza básica y de la enseñanza ya como peluquería avanzada. Cursos de colecciones, de reciclaje tanto para aquellas personas que acaban de estudiar su profesión y quieren algo más como para aquellos profesionales que tenían aparcada su profesión y quieren ponerse al día. Los cursos de colección se hacen para la temporada de primavera-verano y otoño-invierno.

B.M.: ¿Cómo se definen, qué tipo de peluquería hacen y cuál es el perfil de su cliente?
F.J.D.: Procuro hacer una peluquería prêt-à-porter muy comercial. Nuestra peluquería se dirige a un público de clase media. No es la peluquería barata y tampoco es la peluquería de alto standing. El mercado de Sevilla es muy especial. Es una gran ciudad, pero no estamos hablando de Madrid y Barcelona. Nos situamos en un segmento medio.

B.M.: ¿Se identifica con el sector de la peluquería? ¿Por ejemplo en el ambiente de una feria profesional?
F.J.D.: Creo que las ferias son muy importantes. Ya no por contactar con fabricantes, puesto que hoy en día con Internet ya tenemos esa información en la mano. Me gustan las ferias porque considero que la comunicación humana y directa es muy enriquecedora. Las ferias dan pie a ello y te invitan a hablar con muchas personas de la misma profesión de diversos temas. Aglutina todas las facetas del sector, desde la formación, las asociaciones, los fabricantes, distribuidores etc.

B.M.: ¿A qué ferias asiste en España y en el extranjero?
F.J.D.: En España voy a la feria de Madrid y a la de Barcelona. Fuera, a la feria de Londres, al Salon International. También viajo a París. Me gusta salir fuera lógicamente para ver qué se hace en otros países. Pero considero que en España hay muy buen nivel y hemos de apoyar lo que tenemos. Muchas veces nos vamos a buscar fuera y no damos importancia a lo que tenemos. Por otra parte, de fuera nos vienen a buscar a los peluqueros españoles para trabajar en eventos extranjeros.

B.M.: ¿Cómo definiría la peluquería española y en qué cree que se diferencia del resto?
F.J.D.: Actualmente la peluquería española está a muy buen nivel. Es muy comercial, hay de todo. Me gusta sobre todo porque es muy comercial, con trabajos novedosos pero que puedes aplicarlo en el salón y en mi ámbito de trabajo.

B.M.: ¿Con que peluquería de otros países se identifica más?
F.J.D.: Me gusta mucho la peluquería francesa por el glamour y la sofisticación, y como peluquería transgresora la peluquería inglesa. Son dos polos opuestos. Son necesarias tanto una como la otra. La inglesa por ser rompedora y la francesa por su elegancia.

B.M.: ¿Nos podría citar algunos nombres de peluqueros a los que admire?
F.J.D.: La firma Jacques Dessange me gusta mucho. De la peluquería inglesa destacaría Vidal Sassoon, y de la peluquería española hay tantos que me gustan y cada uno con su línea. Podríamos destacar Rizo's, Lluís Llongueras y la línea comercial de Cebado. Destacar actualmente a la firma española rompedora X-presión.

B.M.: ¿Cuál es la relación con las marcas de productos?
F.J.D.: Nosotros estamos abiertos a trabajar con todas las firmas. Pero nos identificamos mucho con la marca L'Oréal y trabajamos mucho con esta firma. Podemos decir que el 80-90% de nuestra facturación lo hacemos con ellos. Hacemos mucha formación para y a través de L'Oréal. ¿Por qué? Es una empresa seria. Recibo mucho apoyo por su parte a nivel de formación, de medios, y siempre me ayudan en todo cuanto necesito. Nos sentimos apoyados por esta firma.

B.M.: ¿Cuál cree que es el futuro de la peluquería? ¿En qué ha cambiado la peluquería en estos últimos años?
F.J.D.: Ha cambiado muchísimo. Tenemos que ser mucho más exclusivos en el servicio. La afluencia de visitas en el salón se ha espaciado en los últimos años. En otros países esto ya ha ocurrido hace años. En España teníamos las clientes semanales, la que venía cada quince días. Esto ya ha cambiado. No perdemos clientes pero las visitas se van espaciando. La cliente debe de ir a la peluquería porque vea en ella un servicio de bienestar. No solamente ofrecer un servicio técnico impecable. Hemos de vestir nuestro servicio con horarios amplios, disponer de Internet, poder servir un tentempié si vienen a la hora de comer. Hay que arropar a los clientes para facilitarles la visita y que ésta sea un placer para ellos y no una obligación.

B.M.: ¿Cómo es el profesional de hoy? ¿Cómo son las nuevas generaciones?
F.J.D.: Hoy la nueva generación viene muy preparada. Los medios que tienen son muchos y más avanzados. La formación hoy está al alcance de todos. Antes, las anteriores generaciones no compartían conocimientos tanto como ahora. Mi padre, por ejemplo, se dio cuenta que compartiendo su experiencia y conocimiento ganaba a la vez otro negocio que fue más tarde la formación, nuestro centro de enseñanza. Hoy la formación está en Internet, en vídeos, etc. Hay formación para todos los bolsillos. Quien no está formado es porque no quiere.

B.M.: ¿Cuál es la actitud de las nuevas generaciones con la profesión?
F.J.D.: Yo veo gente muy positiva. Otro tema son las circunstancias actuales por las que estamos pasando. Pero la juventud tiene muchas ganas de hacer cosas, muy rompedoras, con muchas ideas. Yo lo veo por ejemplo con mi hijo. Me aporta muchas ideas.

B.M.: ¿Cómo cree que va a ser el salón del futuro?
F.J.D.: La tendencia es que vamos a tener menos visitas por parte de los clientes. Habrá que aprovechar para ofrecer a los clientes el mejor y más amplio servicio posible. Dentro del tiempo que va a estar en el salón, que cada vez es menor, que nuestra cliente encuentre el mayor bienestar posible y los servicios más completos y profesionales posibles. La cliente debe disfrutar y sentirse a gusto en la peluquería.

B.M.: ¿Qué opinión tiene de la peluquería a domicilio?
F.J.D.: Nosotros tenemos un servicio de peluquería a domicilio en nuestros salones. Yo creo que es un servicio para un tipo de cliente que no desea o no puede trasladarse al salón. Desde ese punto de vista estoy totalmente de acuerdo. No creo en la competencia desleal que está haciendo la peluquería en un entorno de economía sumergida.

B.M.: ¿Consideras que hay demasiadas peluquerías en España?
F.J.D.: Considero que ha habido muchas peluquerías. Todo funcionaba. Lo bueno, lo malo y lo regular. Había clientes para todo. Hoy eso ha cambiado. La crisis va a limpiar bastante el mercado y vamos a aguantar los que podamos mantenernos; saldremos fortalecidos, vamos a ser más profesionales.

B.M.: ¿Cree en los shows? ¿Aportan algo positivo a los profesionales?
F.J.D.: Se aprende de todo. Los shows son espectáculos. Es creatividad en su máxima expresión. Posiblemente haya trabajos que jamás se lleven a cabo en tu peluquería, pero captas ideas que pueden ayudarte para inspirarte en tus trabajos del día a día. Los cursos son para mí lo mejor. Es peluquería más personalizada y más cercana.

B.M.: ¿Cómo se relacionan con Internet?
F.J.D.: El peluquero se tiene que adaptar a los tiempos y a las nuevas tecnologías. Nosotros tenemos página web, facebook, twitter, y continuamente a las clientes se les envía información de todo tipo. Es una herramienta rápida y efectiva si se sabe utilizar bien. Es independiente de mi trabajo como profesional. Me ayuda en mi negocio. Es muy interesante.

B.M.: ¿Cuál es su proyecto de futuro?
F.J.D.: Nosotros queremos seguir con la formación y, cuando se pueda, apoyar el crecimiento de las peluquerías en el ámbito de Sevilla, que es nuestro mercado. Estamos abiertos a crecer fuera de nuestra ciudad, pero aún podemos hacer muchas cosas en nuestra ciudad. Seguir con nuestro centro de formación que considero básico.

B.M.: ¿Cómo es Francisco Delgado cuando no trabaja?
F.J.D.: En mi vida privada soy una persona sencilla. Disfruto con mi familia el tiempo que no estoy en el trabajo, al que le dedico muchas horas. El cine me gusta mucho, algún espectáculo y la tranquilidad, pasear con mi mujer en la playa...

B.M.: ¿Qué consejos daría a alguien que se monte su primer salón?
F.J.D.: Sobre todo es muy importante que adquiera una buena formación. Que nunca se diga a sí mismo que lo sabe todo. Que tenga la capacidad de aprender siempre. Cuando uno piensa que poco puede aprender más es el inicio del fracaso. Y que sea consciente de que hay que trabajar mucho, no es una profesión de "pelotazo" económico. Hay que tener paciencia y ser serio. La recompensa siempre llega.