La última sensación en coloración del cabello se llama Fluid Hair Painting. Se trata, efectivamente, de separar todo el cabello en tantas partes como sea posible, extender los mechones sobre una mesa apropiada e ir tiñéndolos de varios colores a la vez. Los resultados son espectaculares y podemos utilizar esta técnica para aplicar, por ejemplo, varios tonos desde el rubio más claro hasta el más oscuro, mezclándolos con caobas o rojos, e incluso experimentar con tonalidades más atrevidas como verdes, azules o lilas, para un resultado rompedor.
Según palabras de KL Christoffersen, la estilista creadora de esta tendencia, que se ha hecho viral en los últimos tiempos, "Siempre me ha gustado explorar nuevas técnicas, y afortunadamente cuento con un público muy abierto a la experimentación. Al contrario que las técnicas tradicionales, aquí el cabello se extiende en una mesa como un abanico, lo que me da la posibilidad de observar la manera en que el color se va aplicando de arriba a abajo. De esta manera puedes dar una coloración a medida, en cierta manera multidimensional".
KL Christoffersen está labrándose un nombre propio con esta técnica que en breve empezará a extender, a modo de certificación, a otros salones de belleza de los Estados Unidos. Seguro que en breve podremos verla de forma oficial también por el resto del mundo, si es que antes no nos atrevemos a hacerla en casa.